La revista Caretas ha inaugurado, en la Universidad de Lima, una muestra gráfica que, desde el 10 hasta el 24 de julio, exhibe las principales portadas y fotografías de sus 65 años de trayectoria. La exposición fotográfica, ubicada en el hall del Edificio V, brinda una perspectiva bastante compleja y contundente del quehacer periodístico de Caretas y, sobre todo, de la labor de sus fotógrafos; lo que permite, además de recorrer su evolución a lo largo del tiempo, comprender el estilo gráfico-periodístico de esta revista que revolucionó la forma de hacer periodismo escrito, dándole un énfasis muy particular al apartado gráfico, lo que influenció a muchas otras publicaciones.
Asimismo, el viernes 10 de julio se llevó a cabo, en la Sala Ventana Indiscreta, el conversatorio “La fotografía en el periodismo. El estilo gráfico de Caretas y Ellos & Ellas”, organizado por la Facultad de Comunicación. La reunión tuvo como invitados a Enrique Chávez, subdirector de Caretas; Drusila Zileri, directora de Ellos & Ellas; Víctor Ch. Vargas, jefe de fotografía; y Óscar Medrano, fotógrafo representativo de la publicación. Ellos permitieron que los asistentes pudieran conocer más sobre el estilo y la historia de esta revista que fue fundada en 1950 por Doris Gibson, madre de Enrique Zileri, y Francisco Igartua. Además, el conversatorio y la exposición fotográfica son también un homenaje a la figura de Enrique Zileri, quien fue su director desde mediados de los 50 hasta que falleció en el 2014. Recordemos que la revista empezó a publicarse de manera mensual y más adelante de forma quincenal, hasta que en 1979 se convierte en el semanario que se conoce hasta hoy.
Metodología Zileri
Enrique Chávez comenzó con una anécdota en la que relataba que en una reunión de edición Enrique Zileri, quien no solía dar elogios, le dijo: “Qué buena tu nota”. Sin embargo, luego añadió: “Qué pena que no la leyó nadie”. Un recuerdo que le sirvió a Chávez para compartir que Zileri siempre “insistía en el tema fotográfico, de títulos, de leyendas, de ampliados, que es en realidad lo que sería el paradigma de lo que es una revista”. El subdirector de Caretas admitió que los lectores entran al texto a través del armazón que está en las fotos, y luego comentó que Enrique Zileri era publicista y que llevó las herramientas de la publicidad al ámbito periodístico, sintetizándolas como muy pocos lo han hecho en América Latina y probablemente en el mundo. Destacó aquel manejo de la instantánea o del fotomontaje, la capacidad de amarrarla a un título que de alguna manera pueda resumir el momento exacto. “Subrayar el momento efímero”, recordó Chávez que sostenía Zileri, enfatizando que se refería al momento que vive el país, por lo general al contexto político. “Los que hemos seguido su trabajo hemos aprendido esta metodología”, sentenció.
Chávez también afirmó que “el misterio y la belleza de una revista como Caretas es que efectivamente está contribuyendo a una conversación en este caso ciudadana, en este caso social. Como bien decía Enrique, el texto conversa con la gráfica, cómo una idea gráfica te puede más o menos resumir todo lo que tú puedes expresar con la ironía, con el humor, con todo lo que ello conlleva. Y es muy difícil, es mucho trabajo”. Luego complementó: “Lo que Enrique pudo desarrollar es cómo la revista puede o trata de expresar, con todas estas herramientas que he mencionado, una promesa de desarrollo por el Perú en vía democrática, que muchas veces los medios pasan por encima”.
Instantánea a los cazadores de carátulas
Luego fue el turno de aquellos hombres que se encargan de capturar las imágenes que engalanan las páginas de Caretas, imágenes sin las cuales no existirían las notas, de acuerdo con la filosofía de Enrique Zileri. Primero habló Víctor Ch. Vargas, jefe de fotografía de la publicación, quien fue categórico al sostener que el conversatorio y la exposición fotográfica eran en realidad un homenaje a Zileri, “porque él sí era casi fotógrafo, él primero tenía una imagen, de ahí saltaba a hacer todo el diagramado. Si no había fotos, no había nota”. Y a continuación también se animó a contar una anécdota, en este caso la historia detrás de una fotografía seleccionada para una de las carátulas, vinculada con el rescate de los rehenes en la Embajada de Japón. Contó que en aquella ocasión, mientras que todos los demás fotógrafos dirigían sus cámaras hacia el humo, él se dio cuenta de que había un policía saliendo de un hueco y siguió su instinto, ya que recordaba que se hablaba de que los rehenes habían salido por un túnel. Fue entonces Zileri el que descubrió esa foto particular y se dio cuenta de su importancia, así que la rescató de la serie de imágenes y dijo: “Esta es”.
Óscar Medrano, por su parte, dijo:
“Para los que trabajamos en ‘Caretas’, especialmente para los editores y los jefes, la carátula es como la puerta de tu linda casa. Desde el día jueves están pensando qué carátula va a salir en la próxima, porque la carátula es la puerta de un edificio, de una casa, de un negocio, que debe ser muy bonita para que las personas puedan, al entrar, leer cómodamente las notas”.
Los fotógrafos incluso se animaron a compartir detalles sobre su vocación y aconsejar a los estudiantes de Comunicación interesados en la fotografía. Así, Víctor Ch. Vargas relató que empezó en un estudio fotográfico y que recién a los 30 años comenzó con la fotografía periodística, mientras que Medrano entró a los 15 años a El Comercio. Dirigiéndose a los jóvenes, Víctor Ch. Vargas afirmó: “Lo que le recomiendo a los fotógrafos de hoy es que sigan su pasión y que no se disfracen de fotógrafos, sino que lo sean. Yo veo a los nuevos que se ponen su chaleco, preocupados en la vestimenta y no en lo que está pasando. A mí me encanta fotografiar, yo quisiera morir fotografiando porque es lo que sé hacer”. Medrano, por su parte, confesó que “para ser un fotógrafo hay que tomarlo con el corazón, porque de lo contrario no llegas a lo que realmente quieres. Como dice Víctor, no se trata de la ropa ni de la máquina, es el corazón, para no decir el talento”. Finalmente, sobre la experiencia de trabajar en Caretas, explicó: “Miles de fotógrafos han querido llegar a Caretas y no han podido, porque esta revista es como un doctorado para nosotros, y ahora me dicen maestro. Pero no lo soy, soy aprendiz de todos los días, para ser maestro aún tendrá que pasar mucho tiempo más”.
Ella está detrás de ‘Ellos & Ellas’
La participación final fue la de Drusila Zileri, quien como directora de Ellos & Ellas se animó a revisar la historia de este suplemento. Antes se refirió a la figura de Enrique Zileri y cómo la muestra fotográfica y el conversatorio buscaban homenajearlo: “Creo que él no se sentiría tan cómodo con un homenaje pero se lo merece, porque creo que todos somos parte del resultado de lo que nos fue enseñando y seguiremos siendo aprendices toda la vida, porque el periodismo es aprender todos los días”.
Luego, acerca de las diferentes etapas por las que ha pasado Ellos & Ellas, detalló:
“Quería hablar de ‘Ellos & Ellas’ al final porque es un producto parte de la evolución de ‘Caretas’. Ya hemos escuchado la relevancia de ‘Caretas’ y ese enfoque llámese periodístico social, y ‘Ellos & Ellas’ poco a poco empieza a crecer dentro de la revista y desde los inicios, en los cincuenta, ya tenía dos o cuatro páginas dentro del ‘Caretas’ de siempre. Páginas en blanco y negro con pastillitas de eventos sociales, pero ya era parte; y también era parte de la personalidad de su fundadora, Doris Gibson, y de la de Enrique Zileri, que si bien eran personas que estaban comprometidas con el país y con lo que estaba pasando y con esa lucha democrática, también eran personas sumamente divertidas y a las que les gustaba la vida social. ‘Ellos & Ellas’ evoluciona a color cuando ‘Caretas’ pasa a color, aún por dentro pero a cuatro o cinco páginas; y el color ayudó mucho a esta sección que es amena, divertida, positiva. Hace diez años se decide independizarla como suplemento dentro de ‘Caretas’, entonces sale del cuerpo pero aún va dentro de la revista; comienza a adquirir una personalidad un poco más propia, también tiene un trasfondo comercial, pues llegas a clientes que buscan más un perfil de estilo de vida. Finalmente, en el 2010, sigue evolucionando y cambia de formato al tamaño actual”.
Drusila Zileri también se animó a referirse al estilo del suplemento, sosteniendo que “mientras las carátulas de Caretas son muy fotoperiodísticas, en Ellos & Ellas semanalmente tenemos que hacer una sesión de producción de carátula, tenemos que tener un personaje. Al ser un producto de estilo de vida, te exige una fotografía pensada, controlada. Si bien tiene que ser una carátula visualmente bonita y atractiva, el ideal es que tenga un contenido periodístico muy fuerte también. El lector debe saber que ese personaje está posando para él, es exclusivamente para nosotros”. Finalmente, la directora del suplemento afirmó que Ellos & Ellas no era una publicación. “Es una chica, es una mujer”, dijo animada, y explicó: “Los que trabajamos en Ellos & Ellas siempre nos preguntamos por la personalidad de la publicación. Siempre decimos que es una mujer de entre 20 y 35 años. ¿Quién es su novio? Pues Caretas. Es una mujer trabajadora, inteligente, con mucho sentido del humor, guapa, le gusta verse bien, va al gimnasio, bromea mucho, no se pica, esas son un poco las características que posee. Pero a su vez es muy consciente de lo que está pasando en su entorno”.