Experta en ‘marketing’ de consumo masivo

Verónica Jane recuerda con nostalgia cuando su abuelo la premiaba con un chocolate Winter’s, una Inca Kola y un helado Peziduri. Jamás imaginó (tampoco su abuelo) que luego de estudiar Comunicación en la Universidad de Lima trabajaría en esas marcas. Pero así fue.

Actualmente es jefa de la categoría Golosinas en la Compañía Nacional de Chocolates de Perú. Y aunque sigue amando el cine, pues su sueño alguna vez fue dirigir películas y ganar el Óscar, hoy está feliz en el mundo del marketing.

¿Qué te llevó a especializarte en marketing?
En realidad, yo me especialicé en cine. Llevé cursos maravillosos con Chacho León y Ricardo Bedoya, pero nunca llegué a trabajar en cine. La verdad es que yo tenía dos pasiones: el cine y el marketing. Por un lado, quería ser directora, vivir en Hollywood y ganar el Óscar. Por otro lado, desde que tengo uso de razón, me ha gustado ver productos, compararlos, enterarme de cosas del mercado. Y desde que salí de la Universidad trabajé en ventas y marketing, ya tengo 11 años en este mundo y me encanta.

¿Cuál fue tu primer trabajo?
Mi primer trabajo fue en una agencia de BTL, Transit Media. Entré como ejecutiva de ventas, vendía publicidad alternativa en buses, taxis, hacía campañas de BTL, etcétera. Fue bonito, estuve como dos años y medio. Recuerdo que la primera campaña BTL que hice fue para la marca Nosotras y grabé un video de las activaciones que hacíamos para finalmente entregarlo como valor agregado al cliente. Ahí apliqué algo de cine. De hecho, también en los comerciales de las marcas que he llevado, he puesto en práctica mis conocimientos de medios, todo lo que estudié en Comunicación me ha ayudado muchísimo. Pero yo, en realidad, tenía una predisposición al marketing desde toda mi vida. Me gustaba ver los productos, las marcas, leer los empaques, identificar las diferencias entre productos, y durante mis estudios llevé varios cursos empresariales, de marketing y publicidad. En fin, luego de esa agencia busqué un espacio en marketing.

¿Dónde?
Llegué a Nestlé en el 2007, entré como trainee a Helados D’Onofrio, literalmente, a limpiar congeladoras los primeros cuatro meses. Trabajé en venta directa y atendía el canal de grifos, era vendedora. Fue la experiencia más enriquecedora que puedas imaginar. No solo pisé la calle y conocí las ventas desde el punto de vista del vendedor, sino que me gané su respeto.

¿Qué más hiciste en Nestlé?
Lanzamos Nestea [el té helado de Nestlé para food service] y estuve a cargo de Nescafé Alegría, la marca de las máquinas expendedoras de Nescafé. Yo era brand manager de Bebidas, estaba contenta, pero se me presentó la oportunidad de pasar a Gloria, donde estuve a cargo de la leche condensada y Snacks, como brand manager senior. Cuando cumplí un año en Gloria, me encargaron Snacks, yo acepté. De pronto, me plantearon que, si en seis meses no ponía Mr. Chips en orden, el producto se retiraría del mercado. Gracias a una buena estrategia y a un aliado estratégico, desarrollamos una promoción en playas, generamos un buen volumen de ventas y la producción comenzó a ser rentable. Ese fue un logro importante en mi carrera. Luego me fui de Gloria y, por razones de foco, se descontinuó el producto.

¿Qué más hacías en Gloria?
También me encargué de manjarblanco Bonlé y otros derivados. Estuve ahí casi dos años y me fui con pena, porque en ese entonces trabajábamos los sábados y en Huachipa, pero yo salí embarazada, así que puse las cosas en la balanza y me retiré.

¿Luego dónde te recolocaste?
Me fui a Lindley, hoy Arca Continental, donde me ocupé de la marca Inca Kola y ahí, junto con Coca-Cola Company, velábamos por la distribución de la marca y el mercadeo. Estuve muy feliz de trabajar ahí, Inca Kola es una marca espectacular y está en el ADN de los peruanos. Estuve ahí dos años casi, y vine a la Compañía Nacional de Chocolates de Perú en octubre de 2017. Aquí soy jefa de la categoría Golosinas.

¿De qué te ocupas en ese cargo?
Me encargo de ver el 360 de cuatro marcas espectaculares: Olé Olé, Chin Chin, Montblanc y Winter’s. Son marcas con muchísimo awareness y potencial, ya que el consumidor peruano las conoce muy bien.

O sea que te has dedicado totalmente al ‘marketing’ de consumo masivo.
Definitivamente, y me encanta, aunque me sigue gustando el cine. Edito y grabo videos como pasatiempo, pero mi mundo laboral es el marketing.

¿Recuerdas alguna campaña importante que hayas trabajado a lo largo de tu carrera?
Un reto de los más grandes que he asumido lo tuve en Gloria, con la leche condensada. Me tenía que enfrentar a la leche condensada de la competencia, que era prácticamente un genérico, no tenía competencia verdaderamente. Y Gloria no había lanzado bien la condensada, tenía un producto que trajo del extranjero, un poco aguado. Así que ahí tuve que usar todas las herramientas necesarias para conocer al consumidor y, a partir de ese trabajo, sacamos el empaque abrefácil y le pusimos tapa, porque el consumidor buscaba un empaque fácil de abrir y de transportar. Además, le pedimos a la agencia de publicidad que insertara la marca de manera amigable en la categoría y se hicieron comerciales de leche condensada muy lúdicos, con música variada para públicos de diferentes edades a partir de los 18 años. Esa fue una campaña muy buena. Logramos que la leche condensada Gloria se instaurase en la categoría. Yo diría que ese ha sido el logro más importante de mi carrera.

¿Y hay alguna campaña a la que le tengas un cariño especial, por otros motivos?
Bueno… yo, realmente, me he enganchado con tres marcas que han tenido un valor especial en mi carrera. Winter’s es una de ellas, sin dudarlo, porque tiene un valor sentimental para mí. De niña, siempre frecuentaba a mis abuelos y mi abuelo fue una de las personas más importantes en mi vida. Lo curioso es que él me premiaba con tres cosas: chocolate Winter’s, helado Peziduri e Inca Kola, tres marcas con las que he trabajado. A las tres les tengo mucho cariño. Y he tenido la suerte de relanzar chocolate Winter’s, que ahora se vende en diferentes presentaciones, con distintos ingredientes, y le está yendo muy bien. Es una propuesta de valor muy bonita y son productos muy buenos. Winter’s también es una marca muy querida por los peruanos.

¿Qué recuerdas más de la Universidad de Lima?
Los cursos que más recuerdo son los de Augusto Tamayo, sabía muchísimo sobre cine, desde que nació la pantalla grande hasta hoy. Además, me encantaba estar en la Ventana Indiscreta, la sala de cine de Comunicación. También me acuerdo de que todos mis amigos soñaban con la película de autor y con ver reflejada la problemática nacional en sus producciones. ¡Yo era la única que soñaba con Hollywood! Finalmente, me dije: o me voy a Los Ángeles o me dedico al marketing. Hoy las cosas cambiaron, después de Asu Mare han venido más películas de ese estilo. En fin, yo terminé en marketing y me encanta. Comunicación es una carrera amplia, abarca muchas cosas, un egresado puede desempeñarse en muchos ámbitos profesionales.