“En la publicidad nunca dejas de aprender”

Alonso Núñez es un enamorado de la publicidad. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima y lleva 18 años trabajando en agencias. Ha visto el surgimiento de diferentes canales de comunicación, especialmente el digital, y los cambios que esto ha generado en el medio. Como director de Cuentas en Circus Grey, ha gestionado campañas de empresas grandes y muy queridas en el país, lo cual le ha dado muchos aprendizajes y alegrías. Ahora se prepara para realizar un cambio laboral, en McCann, otra buena agencia del medio.

¿Cómo es tu trabajo en Circus Grey?
Trabajo aquí desde hace casi ocho años. Me encargo de gestionar el trabajo con los clientes, dirijo a las personas que llevan las cuentas y mantengo un contacto directo con los clientes. Por supuesto, interactúo con mi equipo y discutimos estrategias de comunicación, temas de creatividad, estrategias de marketing y campañas de comunicación.

¿Qué clientes tienes a cargo?
Circus es la agencia más grande del mercado; tenemos muchísimos clientes. Yo manejo una cartera grande, que incluye el grupo Crédito, Delosi, el proyecto especial de los Juegos Panamericanos y otros. Todos los clientes son interesantes y esa es justamente la ventaja de trabajar en una agencia de publicidad, porque aprendes mucho de los clientes. Cada cual tiene algo que enseñar y nunca dejo de aprender.

¿Cómo es la relación que entablas con los clientes?
Hay que tener un poco de empatía, por un lado. Por otro lado, se necesita mucho conocimiento del tema porque también ofrecemos consultoría en comunicación. El producto final es una campaña puesta en el aire, en vallas, en digital…, pero, detrás de esa campaña o de ese producto creativo, hay una estrategia de comunicación y de marketing. Eso implica un trabajo muy engranado y muy sincronizado con el cliente, una relación muy cercana para poder construir comunicación y conectarse con la gente.

¿Y cómo trabajas con tu equipo?
Trabajo con un equipo de 50 a 60 personas. Yo lo dirijo desde el lado de gestión del cliente y tengo un partner que trabaja conmigo desde el lado de la creatividad. En publicidad es indispensable el trabajo en equipo y es muy rico contrastar puntos de vista, contar con ideas que vengan de diferentes lados y experiencias distintas.

¿Recuerdas cuál fue tu primer trabajo?
Yo empecé a practicar muy pronto, cuando estaba en tercer ciclo de la Universidad, en una agencia que ya no existe. Estuve ahí 5 años y después pasé a Mayo, que era una agencia más grande, donde permanecí otros 5 años. Luego de eso vine acá y, a partir del 12 de julio, comenzaré a trabajar en McCann, que es otra agencia líder en el mercado.

Tú has podido ver cómo la publicidad ha ido entrando con fuerza a lo digital. ¿Qué te parece esa evolución?
Antes se usaban mucho los medios directos; después hubo una especie de boom del BTL, y luego vino lo digital. Cuando yo empecé a trabajar no había redes sociales; obviamente había internet, pero no publicidad en redes sociales. Hoy en día, lo digital es vital. El fin de la publicidad es buscar al consumidor ahí donde esté, y ahora se encuentra mucho en los dispositivos digitales. Actualmente, el publicista necesita pensar en muchos canales de comunicación.

¿Eso significa que se requieren más personas y se llevan a cabo más trabajos para un mismo cliente?
Sí, definitivamente. Estamos en un mundo digitalizado y multiplataforma en el que la televisión no ha dejado de tener importancia, incluso diría que la televisión es el principal medio para comunicar. De hecho, se complementa con otros medios, que de pronto pueden cobrar mayor importancia. La exposición de las diferentes plataformas nos obliga a adaptar el mensaje a cada una de ellas. La televisión, por ejemplo, te permite un minuto de exposición o 30 segundos, en algunos casos hasta 15. En digital pueden ser 5 segundos, por lo que necesitas lanzar un mensaje muy rápido. En impreso, el tiempo no te limita, y en la vía pública el mensaje debe ser más rápido.

¿Estás satisfecho con tu carrera?
Yo he avanzado en mi carrera paso a paso. Me ha motivado mucho el hecho de manejar marcas muy importantes. Recuerdo que entré a Circus cuando esta era la agencia más importante del mercado; tenía muchos premios a nivel global y local, y seguimos ganando. A cada paso, siento que nos vamos retando más y más, lo cual nos compromete a seguir consiguiendo logros. Pero, fuera de premios o reconocimientos, un reto que tenemos todos los comunicadores en general es nunca parar de buscar innovación, tanto a nivel de mensaje como de forma. De otro modo, la gente se aburre. El consumidor de ahora no tiene tiempo ni intenciones de atender, así que, si no le interesa lo que le dices, la marca deja de ser vista y tu publicidad se vuelve un paisaje, no algo en lo que las personas se enfoquen.

Cuando ingresaste a la Universidad de Lima, ¿tenías claro que querías desarrollarte en publicidad?
La verdad, no. Yo entré a estudiar periodismo y, al practicar en empresas periodísticas, me di cuenta de que eso no era lo mío. En cambio, me encantó la publicidad y practicar en publicidad. Por eso creo que es muy importante tener una experiencia laboral a temprana edad para definir tu vocación.

¿Pudiste explorar diferentes especialidades dentro de la publicidad?
Sí, yo trabajé un corto tiempo como diseñador y ,de hecho, me gustó el diseño. Luego fui productor por un tiempo y, como en una época de mi carrera los clientes estaban muy interesados en BTL, también me especialicé en ese tema. Pero la vida me llevó por otro lado y ahora me enfrento a las marcas a un nivel más integral. Eso me gusta. Desde mi posición coordino todo el desarrollo del proyecto, tanto a nivel interno de la agencia como con el cliente. La Universidad de Lima me dio un buen marco para desarrollarme profesionalmente: valoro muchísimo los cursos que llevé sobre análisis del discurso, semiótica, antropología, sociología, etcétera. Si bien llevé cursos específicos de marketing, diseño y otros de publicidad, creo que todos los cursos me dieron una base, un marco amplio e interesante, para ser un profesional más completo. Eso valoro mucho de la Universidad de Lima. Cuando tienes 18 años es difícil tener tu vocación muy clara, así que la Carrera de Comunicación fue ideal para mí, porque me ofreció diferentes opciones que pude probar y me permitieron encaminar mi carrera. Tengo recuerdos muy felices de la Universidad. Además, yo jugaba vóley y representaba a la Ulima, incluso fui parte del primer equipo de vóley masculino de la Universidad. Teníamos un buen equipo: llegamos a ser campeones nacionales universitarios dos veces, y una vez quedamos subcampeones.

¿Sigues haciendo deporte ahora?
Yo juego vóley desde toda mi vida. Jugaba para un club paralelamente a mis estudios. Hace poco he tenido que dejar el deporte por una lesión. Otro de mis pasatiempos es la fotografía, que aprendí en la Universidad.

¿Quisieras comentar algo sobre tus expectativas en tu nuevo trabajo?
Circus Grey es mi casa; soy fanático de Circus porque es una gran agencia ahora y en la historia de la publicidad a nivel nacional. Tengo la suerte de ir a otra gran agencia peruana, que es McCann, la que está pasando por un gran momento, así que estoy feliz de hacer este cambio; pero también siento pena por dejar mi casa. Sin embargo, así es la vida profesional. Uno tiene que buscar mejoras, nuevos aprendizajes, otras culturas y nuevos equipos de trabajo que aporten a tu carrera.