El 14 de mayo se llevó a cabo, en la Sala de Cine Ventana Indiscreta, un nuevo Intermedio de la Cátedra UNESCO en Comunicación y Cultura de Paz, organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima. En esta ocasión, el conversatorio se tituló “El consumidor y la gestión del poder en una crisis: tres perspectivas”. Y esas tres perspectivas sobre el tema llegaron a cargo de Verónica Bonifaz Masías, gerente de Comunicación en la Corporación Lindley-Inca Kola; Rafael Rojas Tupayachi, editor de la revista G de Gestión; y Pamela Gutiérrez, gerente de Comunicación Corporativa y Responsabilidad Social en ADN Consultores.
Identificar riesgos y seguir protocolos
Verónica Bonifaz Masías, graduada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, comenzó afirmando que “estamos en una situación diferente a la de muchos años atrás. Actualmente una crisis en una empresa puede llegar a escalar de manera exponencial en apenas cinco minutos, sobre todo por las redes, entre otros factores”. Luego, precisó que diariamente el consumidor y la opinión pública perciben una serie de aspectos positivos y negativos, y se formulan cuestionamientos a partir de sus percepciones. ¿Pero qué tiene que hacer la empresa para afrontar esas percepciones?, se preguntó Bonifaz, aclarando que aquellas percepciones no son necesariamente realidades. “Si las empresas no se adelantan a esto y no tienen una manera de gestionar y de brindar la información real de lo que puede estar pasando, ahí inicias cualquier crisis, cuestionamiento o mensaje en negativo”, sentenció.
A continuación explicó que lo primero que tiene que realizar la empresa es un mapeo muy sofisticado de cuáles son sus riegos como industria. “En una industria extractiva tú vas a tener comunidades nativas, comunidades campesinas, autoridades, autoridades locales, a las ONG, entre otros grupos de interés que siempre tienes que identificar”, resaltó, y luego manifestó que para cada riesgo asociado debe formularse un plan, que sí se puede crear una estrategia para cada escenario con cada stakeholder. Finalmente, manifestó que en la gestión de las crisis ella recomienda seguir con los protocolos establecidos, en los que cada miembro de la organización cumple una función.
Una mirada desde el periodismo económico
A su turno, el economista Rafael Rojas enfatizó la perspectiva de un medio de comunicación. En su caso, la revista G de Gestión, con su foco de atención en los negocios y las empresas. Para ello dejó en claro que existen períodos de crisis en los que los periodistas deben desenvolverse, y para eso necesitan de herramientas, de ciertos códigos que les van a servir para poder cubrir estas noticias y enfrentar aquellos escenarios de una mejor manera. Y a continuación planteó una revisión histórica de las principales crisis mundiales, desde la gran depresión del 29, que afectó a nivel mundial a todas las economías que ya estaban empezando a mostrar resultados de una industrialización constante; pasando por la crisis de las hipotecas subprime, lo que alteró toda la cadena de pagos en Estados Unidos y luego se extendió por toda la región, hasta desencadenar un efecto en la economía mundial; hasta la crisis más reciente y que sí nos afecta: el fin del súper ciclo del precio de los commodities. También recordó, como parte de las crisis locales, el primer gobierno del APRA, con efectos en toda la comunidad empresarial. “Esos son los escenarios que nos toca vivir a los periodistas que hacemos cobertura y tenemos que saber entender en qué situación estamos. Ahí es importante tomar en cuenta la relevancia del periodismo económico en estas circunstancias, y en general en todas”, comentó al respecto.
También llamó la atención sobre la importancia de que los periodistas dedicados a escribir sobre economía lleven a cabo su ejercicio de forma muy profesional, ya que la información que brindan puede afectar las decisiones de ahorro de los ciudadanos, los comportamientos de las empresas e inclusive generar impacto en la economía de un país. Para ello mencionó que es fundamental que estos periodistas sepan contrastar y verificar sus datos. “Se requiere que los periodistas que trabajan en un medio de comunicación que tiene que ver con noticias económicas comprendan bien los efectos de estas crisis. Es importante que existan expertos dentro de la organización que sepan explicar cuál es el impacto que se está viviendo, dónde está la raíz de la crisis, cuáles son los sectores afectados y cómo afrontarla”, puntualizó.
Los desafíos de hoy para los comunicadores
Finalmente llegó el turno de Pamela Gutiérrez, quien es egresada de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima. Ella empezó afirmando:
“La Comunicación es vista como una disciplina que intenta imponerse a otras lógicas que se fusionan dentro de una corporación, dentro de una industria, y están convocando cada vez más a profesionales de otros rubros. Los que estamos aquí en la mesa somos una expresión de esto, pues Verónica es abogada, Rafael es economista y yo soy comunicadora. Los tres, desde distintas formaciones, estamos atendiendo una demanda única de comunicar desde diferentes escenarios y con perspectivas que se interrelacionan”.
Luego dijo que “estamos en un momento en el que las empresas ya son entidades públicas, porque más allá de que sean privadas o públicas todas se encuentran observadas bajo una lupa pública, y hay una mirada muy particular respecto a la manera de enfocarse a los riesgos”. También estuvo de acuerdo con Bonifaz en el hecho de que todas las empresas tienen que medir permanentemente sus niveles de riesgo, los puntos en los que pueden aparecer algunas vulnerabilidades; tienen que estar permanentemente, al igual que otras industrias, preparando planes de contingencia, creando comités de crisis que estén siempre activados, aunque no haya crisis.
Sobre el rol de los comunicadores de hoy, Pamela Gutiérrez enfatizó:
“Una organización tiene que estar en estado de alerta permanente en todos sus ángulos y estas auditorías nos obligan a los comunicadores a empezar a medir, a empezar a generar líneas de base, a empezar a dar puntos sobre los cuales partimos para generar luego una transformación con nuestro trabajo. Pero básicamente a medir, pues comunicador que hoy no mide lo que hace está mal, ya que debe demostrar la transformación que desarrolló con su trabajo”.
Por último, se refirió a las lecciones que ha aprendido durante su experiencia profesional, como que la mayoría de las crisis no provienen de la comunicación. “Muchas veces, cuando se presenta un incidente negativo, las otras áreas suelen decir que tienen una crisis de comunicación. Sin embargo, hay una crisis como consecuencia de una vulnerabilidad del negocio a la que este se encuentra permanentemente expuesto por la razón de su trabajo”, aseguró la expositora, y luego complementó: “por lo tanto, la solución no proviene de la comunicación, y ese es nuestro principal reto como comunicadores. La solución no solo está en el hecho de emitir una nota de prensa o comunicarnos proactivamente, sino en alinear internamente a todas las áreas de la compañía para que se generen acciones dirigidas exclusivamente a detener la crisis”.