Estudiar al consumidor y las razones que lo motivan a tomar decisiones es el tema de la especialidad de Susan Calderón. Ella estudió Comunicación en la Universidad de Lima, luego siguió una maestría en Singapur y más tarde un doctorado en España.
Actualmente vive en Singapur, donde se ha dedicado a la vida académica en la UCD Michael Smurfit Graduate Business School. Además, ha lanzado el podcast Marketéate ya, con el cual da consejos a emprendedores.
¿Cuál es el objetivo del podcast Marketéate ya, que has lanzado recientemente?
Este es un proyecto que he venido trabajando con unas compañeras del colegio desde inicios de este año. Ellas son Pilar Castro y María Olga Guerrero, también especializadas en marketing digital. Primero grabamos algunos capítulos, fuimos probando y, finalmente, lanzamos el programa hace una o dos semanas. Tratamos temas de marketing y emprendimiento, y damos consejos útiles y prácticos que los emprendedores pueden aplicar rápidamente para mejorar sus estrategias y hacer crecer sus negocios. Pero no solo eso, también buscamos que la gente impulse su marca personal, algo que se ha vuelto muy importante hoy en día y que nos interesa mucho a todos. Estamos con mucha ilusión de contribuir un poquito con los emprendedores. En esta situación que estamos viviendo, creo que nos viene bien a todos aprender algo de marketing y aplicarlo a nuestros negocios.
¿Cómo se dividen el trabajo para el podcast tú y tus compañeras en esta aventura?
Con una de ellas hacemos la locución. La otra es contadora, así que nos facilita información sobre la importancia de los costos y las finanzas en las empresas. El marketing implica muchas cosas: saber colocar los precios, conocer las leyes relacionadas con nuestros productos y con la publicidad, etcétera, así que hacemos una buena combinación las tres, y tratamos de que todo salga bien. Hemos grabado cuatro episodios hasta el momento y pensamos entrevistar a gente especializada. Planificamos tener análisis de casos muy cortitos, de temas que estén en la mente de las personas. Por ejemplo, vamos a analizar el caso de Netflix en un siguiente episodio y veremos qué lecciones podemos aprender de su historia. Cada dos semanas tocaremos un tema nuevo, que sea de actualidad y de utilidad. Esperamos que a la gente le guste.
Aparte del podcast, ¿en qué consiste tu trabajo en UCD Michael Smurfit Graduate Business School, en Singapur?
El trabajo que realizo se divide en tres áreas. Una consiste en investigación; otra en la enseñanza de temas de comunicaciones integradas y marketing; y la tercera radica en dar charlas sobre transformación digital orientada al marketing digital y en dar a conocer los resultados de mis investigaciones en conferencias académicas.
¿Qué investigas?
Investigo temas sobre el comportamiento del consumidor. Uno de los estudios que he realizado versa sobre los símbolos de estatus poco convencionales. Las personas pueden tener mucha experiencia laboral y muchos títulos, pero necesitan conocer que ciertos elementos, símbolos y señales nos ponen en ventaja o desventaja frente a una audiencia. Por otro lado, tengo otra investigación sobre la necesidad de ser único en relación con la presión publicitaria y mensajes como “compra ya”, “compra antes de que se acabe” o “solo tienes siete días para encontrar el producto”. Es un estudio sobre cómo impacta este tipo de mensajes en la gente con altas necesidades de ser única.
Tú estudiaste una maestría en Singapur, ¿cómo fue que, después de unos años, llegaste a trabajar allá?
Esta oportunidad se me presentó mientras estaba en Madrid, justo al terminar un doctorado en Management en IE Business School, con una orientación hacia el marketing y el comportamiento del consumidor. Me ofrecieron ser assistant professor en UCD Michael Smurfit Graduate Business School, que es una universidad irlandesa con un campus en Singapur. Como yo había vivido en ese país antes, mientras hacía mi MBA en la NTU, eso facilitó las cosas. Coincidió con que yo tenía muchas ganas de volver a Singapur, así que acepté la oferta de inmediato. Esto fue a fines del 2018. Desde entonces estuve yendo y viniendo a Madrid, porque mi pareja estaba allá, pero luego consiguió un puesto acá y ya estamos juntos.
Singapur es un país asiático y además es uno de los más ricos del mundo. ¿Cómo fue tu proceso de adaptación a la vida de allá?
Cuando llegué la primera vez, en el 2008, sentí un cambio bastante radical. Por entonces, yo hacía un voluntariado en una ONG de Singapur, en Lima, así que estaba familiarizada con su cultura. Sin embargo, al experimentar el día a día, y siendo la primera vez que yo salía a vivir fuera del Perú, todo me pareció muy distinto. Arreglártelas tú sola no es tan fácil como se piensa, sobre todo siendo muy joven. No obstante, Singapur es un país organizado, todo funciona bastante bien aquí, y aunque la cultura es muy distinta no te afecta realmente, porque conviven muchas culturas, hay mucha diversidad. El país tiene cuatro idiomas oficiales: chino mandarín, inglés, malayo y tamil. Es un país muy desarrollado y también muy pequeño: tiene el tamaño de tres distritos de Lima, más o menos. La presencia de descendientes de China es fuerte, pero hay gente que tiene raíces en India, Malasia, Filipinas, Indonesia… y también estamos los peruanos. Somos poquitos, pero somos.
¿Tu interés por la docencia surgió después de hacer el MBA?
Sí, cuando volví de Singapur al Perú estuve enseñando en algunas universidades. Una fue, justamente, la Universidad de Lima. Tuve la oportunidad de descubrir cuánto me interesa la vida académica. Más adelante surgió también mi interés por la investigación.
¿Actualmente, trabajas en forma presencial o virtual?
Desde hace año y medio no piso un aula lamentablemente, aunque aquí se ha manejado muy bien la pandemia. Nunca se ha hecho cuarentena, pero se cumplen las normas de bioseguridad estrictamente.
Finalmente, ¿cómo te fue en tu etapa de estudiante en la Universidad de Lima?
Recuerdo con mucho cariño esa época. La Universidad me gustó desde que entré a Estudios Generales. Ahí manteníamos contacto con estudiantes de todas las carreras; tenía amigas en Derecho, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Industrial, Contabilidad, Administración, etc. Eso enriqueció muchísimo mi experiencia, porque no solo me ubicaba en la perspectiva de cómo los comunicadores veíamos a los demás, sino que también conocimos cómo nos veían los demás a nosotros. Con esa “maleta” entré a la Facultad de Comunicación, y fue genial. Nos enseñaron no solo la parte técnica de las comunicaciones, también aprendimos de estrategia, análisis, nos dieron una mirada gerencial de los procesos. Además, la Ulima me enseñó a planear las cosas a largo plazo. Esa mentalidad estratégica es muy importante para un profesional y para los negocios. Te ayuda a tomar decisiones. Por otro lado, de mi época de estudiante recuerdo con mucho cariño a mis profesores, las clases de marketing, publicidad, gestión.