Diego Gargurevich es un apasionado de las artes escénicas. Ingresó a la Carrera de Comunicación en la Universidad de Lima, pero se forjó un camino artístico en paralelo. Participó en diferentes cursos de artes escénicas y fue productor en el Taller de Danza Contemporánea de esta Casa de Estudios. También estudió circo y colaboró en varios montajes. Ahora trabaja como productor en La Plaza y también es jefe de prácticas en esta Casa de Estudios. Próximo al estreno de su último montaje de danza, Realideal, en esta entrevista Diego cuenta acerca de su obra.
¿De qué trata Realideal?
Es una investigación personal de mi parte y de las artistas. Habla de la vida de las mujeres. Cuestiona, pero a su vez genera una emoción. El mensaje es creer en sí misma y soñar, tener anhelos. Va a haber frustraciones y maltratos, pero se trata de tomar una decisión. El elenco está formado por mujeres que están en búsqueda de una identidad, de saber quiénes son.
Son seis mujeres dirigidas por un hombre.
Eso es muy interesante, porque también hay un punto de vista mío que se conectó con el de ellas y pudimos armar una obra. A lo largo del proceso de creación he pensado mucho en las mujeres de mi vida, mi hermana, mi madre y mi abuela. Hablamos del pasado y del presente, de las imposiciones que han afectado a las mujeres y cómo las han enfrentado. La obra va desarrollándose por medio de diferentes imágenes de circo, movimiento y danza. No contamos una historia concreta, pero generamos estímulos y sensaciones que van armando toda una historia.
El proceso de conceptualización debe haber sido muy interesante.
Ha sido genial. Lo más bonito de hacer montajes es el proceso de creación. Se dieron muchos espacios de conversación, de análisis, se discutió qué se quería hacer, adónde se iba a llegar, y fuimos encajando ideas.
¿Qué implica hacer una puesta en escena a través del circo?
En el circo hay todo un proceso de entrenamiento físico, como los trucos de riesgo, que se entrenan como truco y luego vemos cómo los insertamos. El lenguaje del cuerpo nos cuenta la historia, aunque también hay momentos de texto muy específicos para anclar al público.
¿Quiénes forman parte del elenco?
Son seis artistas: Massiel Delgado, Valerie Koechlin, Tania Larrea, Camila Vera, Patricia Valencia y Gaby Olivera.
¿Cuándo y dónde veremos la obra?
Nos presentamos el 5 de marzo a las 17.00 horas y el 6 de marzo, a las 21.00 horas, en el Teatro del Centro Cultural de la Universidad del Pacífico. Ya tenemos todo listo. Esta semana haremos las pasadas generales para saber en qué estamos y qué nos falta. Se inserta dentro del Festival de Artes Escénicas de Lima 2017, en el que también participa el Centro Cultural de la Universidad de Lima. Es una oportunidad increíble. Se presentarán muchas obras internacionales y nacionales.
¿Cómo así fuiste seleccionado para el festival?
La selección, por lo que me contaron, fue entre varios. Una vez que abrieron la convocatoria, llené los documentos y tuvimos la suerte de que nos escogieran. De hecho, les gustó el trabajo.
¿Qué otros montajes has dirigido anteriormente?
Tengo cuatro montajes desde el 2013, que fue cuando me seleccionaron para el Festival 100% Cuerpo de Jaime Lema. Monté Transfusión, una obra de danza contemporánea, y luego han venido Seca, que fue una intervención dentro de una casona antigua, recorríamos los diferentes ambientes con el público; y mi tercer montaje, Realideal, es de movimiento.
¿Cómo te iniciaste en las artes escénicas?
Siempre me han interesado todas las artes, en especial las escénicas. Entré a la Carrera de Comunicación y paralelamente fui llevando talleres de danza, circo, teatro, etcétera. Si bien en un inicio quise estudiar Publicidad, luego opté por la rama audiovisual y me gradué en el 2009.
¿Qué talleres llevaste?
Estudié en el Taller de Danza Contemporánea de la Universidad de Lima, con Carola Robles y Luis Valdivia, y fui parte del elenco de Danza Ulima. También estudié circo en Agárrate Catalina y llevé cursos en La Tarumba; me he ido curtiendo en diferentes espacios, pero la Universidad de Lima ha sido mi eje de formación.
También eres jefe de práctica, ¿cómo es esa experiencia?
Empecé en el 2010, con Aristóteles Picho. Me siento muy cómodo, me siento en familia, porque es mi alma mater. La experiencia es muy buena, hay una retribución, porque tú das y también recibes, llegas a forjar un conocimiento y lo vuelves a entregar, es muy bonito.
