Contribuir a cambiar la vida de miles de mujeres es lo que Cecilia Valderrama valora más de su trabajo. Ella es directora corporativa de Comunicación Organizacional en Yanbal y se ocupa de la comunicación interna con el equipo corporativo para los nueve países donde esta empresa tiene presencia: Bolivia, Colombia, Ecuador, Guatemala, Italia, México, España, Estados Unidos y Perú.
Cecilia estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Anteriormente ha trabajado en Divemotor, Hewlett Packard, el BCP, y ha tenido una corta experiencia en el sector público, en Osinergmin y la Contraloría General de la República.
¿Cómo manejan la comunicación en una compañía tan grande?
Somos alrededor de 3.000 personas ubicadas en nueve países, y la comunicación se maneja alineada con todas las unidades, sin perder las customizaciones propias y necesarias en cada país. Marcamos los lineamientos, desarrollamos guías para que puedan funcionar de una manera más fácil y realizamos todas las campañas internas para las diferentes áreas. Nuestro principal cliente es Recursos Humanos, por todos los procesos que maneja de gestión del desempeño, de beneficios, de salud y bienestar, entre otros. Lo mismo que el equipo de IT, que desarrolla temas como seguridad de la información y sostenibilidad, y es un pilar en la empresa. Básicamente, nos ocupamos de tres procesos: comunicación, cultura y marca-empleo. Gestionamos la experiencia desde que una persona se interesa por trabajar en la compañía, su proceso como postulante, hasta que ingresa a la gran familia Yanbal. Buscamos que toda esa experiencia sea sorprendente, cuidando cada detalle. Por ejemplo, nos encargamos de establecer los obsequios que nuestros colaboradores reciben al entrar a la compañía y en fechas especiales, las celebraciones y las actividades de camaradería, así como las reuniones globales para difundir la información de negocio y alinearnos. Todo eso se estructura a nivel corporativo, porque tratamos de que la experiencia en todos los países donde tiene sede la compañía sea igual.
¿Cómo impactó la pandemia en tu área?
Fue muy retador. Nadie estaba preparado y todos los días se aprendía algo nuevo. Sin embargo, no fue difícil adaptarnos a la virtualidad, porque nosotros ya usábamos varias herramientas y canales digitales. En lo que nos ayudó mucho es en que hace tiempo queríamos realizar reuniones globales y no lo habíamos podido lograr, pero la virtualidad contribuyó en ese sentido. Organizamos estas reuniones cuatro veces al año para ver los resultados del negocio, comentar cómo nos ha ido con la estrategia y conectarnos con todos los países. Es muy bonito, porque todos nos podemos ver, intercambiamos opiniones, nos ponemos al día, nos reencontramos y nos alineamos. La pandemia trajo muchas cosas que lamentamos, muchas pérdidas; pero, por otro lado, nos ha dejado herramientas digitales que se han quedado instauradas.
¿Qué valoras de trabajar en Yanbal?
Es muy gratificante trabajar en una empresa que nació con un propósito tan importante y lo mantiene hasta hoy. Yanbal fue fundada por Fernando Belmont en 1967. En esa época no era tan común que las mujeres estudiaran una carrera profesional, muchas eran amas de casa. Fernando Belmont confiaba en sus capacidades y en su potencial para desarrollarse, y quería darles una oportunidad de manejar su propio negocio de ventas e independizarse económicamente. Ahora, Yanbal es una empresa muy grande, con una facturación de millones y con impacto directo en más de medio millón de mujeres alrededor del mundo; e, indirectamente, se benefician las familias de todas esas personas. Recuerdo que antes de ingresar a trabajar aquí yo buscaba una empresa con propósito. Al surgir la oportunidad de trabajar en Yanbal y conocer los testimonios de tantas mujeres que han cambiado sus vidas aquí, sentí que tenía una gran opción al frente.
En tu caso, ¿sientes que has podido crecer profesionalmente en los últimos 11 años?
Me he desarrollado en muchos aspectos, sobre todo en mis habilidades de relacionamiento y gestión de personas. He aprendido a analizar mucho más distintos escenarios desde diferentes aristas, antes de implementar una nueva iniciativa.
¿Dónde has trabajado antes?
Estuve en Divemotor como asistente de Marketing y Comunicaciones. Organizaba toda clase de eventos y viajaba por el Perú. Era enriquecedor, me retaba a adaptarme a diversas audiencias. Allí estuve un par de años. También trabajé en Hewlett Packard, como responsable de Comunicación Interna. Esta es una empresa estadounidense de tecnología. Luego estuve en el BCP, como subgerente adjunto de Competencias, Cultura, Comunicación y Cambio. También he tenido unas experiencias muy cortas en el sector público. He trabajado en la Contraloría General de la República y en Osinergmin.
¿Qué hechos te han marcado profesionalmente?
En Yanbal me ha marcado ver cómo mi trabajo impacta tanto en la vida del otro. Tenemos el testimonio de una mujer que agradece a todo el staff por haber contribuido a que su vida cambie, así como las vidas de las personas a su cargo. Considero que es muy importante que la cultura de una empresa vaya con uno, pues es la única manera de estar cómodo y rendir al cien por ciento, de levantarse feliz y desarrollarse plenamente.
¿Por qué decidiste estudiar Comunicación en la Universidad de Lima?
Yo tenía claro que quería seguir esta carrera en la Ulima desde que tenía 9 años. Mi hermana también estudió aquí, pero Administración. Al terminar el colegio, para mí no había otra opción. La etapa universitaria fue una de las mejores experiencias de mi vida, me encantó mi carrera y todo lo que aprendí. Hice un lindo grupo de amigos que hasta ahora conservo. Además, la red de contactos de la Universidad es estupenda.