El celumetraje Trastorno, dirigido y producido por el alumno de la Carrera de Comunicación de la Universidad de Lima Carlos Escaffi, fue uno de los tres ganadores del concurso Importas Tú, organizado por la Subgerencia de la Juventud de la Municipalidad de Lima.
Esta producción narra la historia de una joven que pasó la cuarentena (del 16 de marzo al 1 de julio) sola en su casa, y muestra cómo este hecho afectó su salud mental. Tras pasar por episodios de ansiedad, miedo, angustia y hasta depresión, ella finalmente decide buscar una solución.
¿Quiénes te acompañaron en este proyecto?
Lo trabajé con María Alejandra Villar, egresada de Comunicación de la Universidad de Lima, quien estuvo a cargo del arte y la escenografía; también con Virna del Risco, quien se encargó del guion y también actuó. Ella es de Toulouse Lautrec. Yo realicé las demás funciones: producción, dirección y grabación.
¿De qué trata la historia?
El tema planteado por la Municipalidad de Lima fue la salud mental. A partir de esa idea, nos abocamos a trabajar una historia sobre cómo la cuarentena afectaba la salud mental de una persona. Finalmente, llegamos al argumento de una chica que vivía con sus padres, pero ellos se fueron de viaje antes de que se dictara la medida de la cuarentena en el Perú. Lamentablemente, con el cierre de fronteras la joven se preparó para vivir sola un tiempo. Al principio le pareció genial tener la casa solo para ella, pero al pasar los días, uno, dos y hasta tres meses, ya no le pareció genial. Su familia no podía regresar, ella experimentó la soledad y su salud mental se deterioró. Con esta producción buscamos que las personas tomen consciencia de que la soledad puede ocasionar serios estragos en las personas, sobre todo durante la cuarentena, en que había que mantener el aislamiento social. Principalmente queremos destacar que está bien pedir ayuda y aceptar que podemos sentir frustración, enojo, ira… Es totalmente normal. Finalmente, debemos pensar que en el Perú existen 154 centros de atención de salud mental comunitarios en donde podemos buscar apoyo.
De manera que aportan una salida a otras personas que pueden estar afectadas por esta situación.
Así es, y eso lo mencionamos en el corto. Nuestro objetivo era dar ese mensaje a los jóvenes. Muchos pueden haberse sentido vulnerados, solos, tristes, pero deben saber que pueden acudir a estos centros en busca de ayuda. La verdad es que no están solos; siempre hay una persona dispuesta a ayudar.
¿Cómo llevaron a cabo la grabación?
Según las bases del concurso, el corto debía durar solo tres minutos, así que nos ceñimos a ese requisito. Por otro lado, decidimos que interviniera solo una actriz y mostrar cómo había sido la vida de la protagonista durante la cuarentena. Pusimos una grabación de la voz en off, que era la voz de la propia actriz, contando todas las escenas que se ven. Todo el rodaje nos tomó un día nada más. Ahora bien, lo interesante del celumetraje es que se trata de una grabación con el celular. A pesar de que es una producción elemental, abarca todos los pasos de la producción de cualquier corto. Lo único que cambia es el medio con el que se graba. Para hacerlo basta tener un teléfono celular inteligente, una buena idea y, lo más importante, saber comunicar.
¿Quiénes grabaron y produjeron?
Yo me ocupé de esas tareas; también fui el director. Edité en Premier junto con mi equipo y coordinamos muchas partes. Al final, el resultado nos pareció muy bueno. Inclusive en la página de la Municipalidad donde se colgó el corto, hemos recibido expresiones muy positivas de las personas. Han comentado, por ejemplo, que el corto está muy bueno, que es muy rápido y que el mensaje se entiende.
¿En qué ciclo estás de la carrera de Comunicación y cómo te va con las clases virtuales?
Estoy en noveno ciclo, me falta uno más para terminar la Universidad, egresaré en el 2021-I. En cuanto a las clases virtuales, a todos nos ha tocado adaptarnos a la nueva normalidad, sea en los estudios o en el trabajo. En cuanto a los estudios, es cierto que cuesta estar sentado muchas horas frente a una pantalla, sobre todo porque a veces tengo clases desde las nueve de la mañana hasta las 10 de la noche, pero es lo que nos toca vivir en esta época. El objetivo es protegernos y lo asumo de manera positiva. También puedo decir que esta modalidad ha sido muy beneficiosa en el sentido de que la gran mayoría de mis compañeros está llevando más cursos que de costumbre y sus promedios están subiendo, lo que es provechoso. Si bien la comunicación a través de una pantalla tiende a ser más fría, todos tratamos de hacerlo con gusto, prendemos las cámaras, participamos, incluso bromeamos a la distancia.
¿Cómo hacen los trabajos grupales?
Con mucha creatividad y colaboración. Seguimos grabando, compartimos los elementos que necesitamos para las grabaciones y es muy interesante, pues nos adaptamos a la nueva normalidad en todo sentido.
A un ciclo de terminar tu carrera, ¿podrías comentar qué te parece?
La carrera me parece muy buena. Nos enseñan que no solo se trata de informar o de contar historias, sino que es muy importante cómo se comunica y cómo se lleva a las personas a comprender un mensaje. El rol del comunicador es de vital importancia hoy en día.
