Como gerente general del Estudio Echecopar —el cual está asociado a Baker & McKenzie International—, Eduardo Ego Aguirre se preocupa por la estrategia de captar clientes y fidelizarlos, así como por mejorar los niveles de eficiencia en el trabajo; pero lo que más aprecia son los principios y los valores que los socios defienden desde hace 70 años.
Eduardo estudió Administración en la Universidad de Lima. En esa época coleccionaba juguetes antiguos, un pasatiempo que se ha convertido en el negocio de su esposa y que él apoya con gran placer.
¿Con qué expectativas llegaste al Estudio Echecopar?
Llegué con muchas expectativas. Para mí era un reto profesional muy importante, ya que nunca había trabajado en un estudio de abogados, que además era internacional, porque esta firma está asociada a Baker McKenzie International. Por un lado, eso me interesó mucho. Por otro lado, me entusiasmaba la idea de iniciar algunas cosas, como implementar el área de Finanzas, establecer las políticas y realizar un reporting. Además, yo debía reportar no solo localmente, sino también al extranjero. Todo eso me resultó muy atractivo y vine encantado a trabajar aquí, a fines del 2013. Mi experiencia es en finanzas. Me inicié como planner, que es lo más duro dentro de las finanzas, para terminar como controller.
¿Cómo fue el proceso de implementación de temas y áreas?
Fue muy interesante. Primero me dediqué a entender cómo funcionaba todo y cómo era el modelo de Baker McKenzie. Debía adaptar nuestras políticas locales a lo que necesitaba la firma internacional. Por otro lado, quería motivar a nuestros abogados a leer información financiera y a ser más eficientes en el manejo de sus tiempos. Nuestros abogados son time keepers, es decir, son profesionales que contabilizan tiempos y cada tiempo tiene que facturarse. La idea es que cada uno de ellos escanee sus tiempos para distribuirlos entre las necesidades de las áreas de trabajo, los asuntos, los clientes o los proyectos en los cuales puedan aportar. Toda esa información se mide a través de reportes. También implementamos SAP, lo cual nos resulta muy útil, porque tenemos datos que automáticamente salen del sistema, y los abogados están abiertos a recibir información. Es más, la reciben de manera automática de la firma. Ellos pueden analizar los resultados, pueden ver si están con sobrecarga de trabajo, si han llegado a cobrar sobretiempo, etcétera. Finalmente, me di cuenta de que este tipo de negocios no era tan diferente de otros, solamente había que abrir la mente.
¿Fue difícil al inicio?
Obviamente, fue una experiencia nueva para mí, en varios sentidos. Estaba acostumbrado a reportar a una persona localmente y a otra persona fuera del país, pero de pronto aquí reportaba ya no solamente al gerente general, sino también a un comité directivo y a cada uno de los socios principales del estudio, cada uno con una visión determinada del negocio. Además, había que mantener los indicadores y tratar de mantener la relación laboral. Paralelamente, aprendí mucho: cosas del mercado, movimientos, fusiones y adquisiciones, temas tributarios, etcétera.
¿Qué es lo que más valoras de trabajar en el estudio?
Lo primordial y aquello que hizo que me mantuviera son los valores y los principios de los socios. Eso es muy importante para mí. Creo en la transparencia y la ética, y eso es fundamental en este estudio. Asimismo, valoro la calidad humana. He pasado por varias empresas. En todas ellas me he llevado muy bien con mucha gente y he aprendido muchísimo. Pero considero que aquí hay algo distinto. Aquí vivimos un sentimiento de ser parte de una familia. Somos muy cercanos a los socios y todos aprendemos un poco de los demás. A nivel gerencial, tengo un equipo muy bueno con el cual me llevo muy bien. Quien era mi jefe cuando yo ingresé pasó a ser director regional y él me delegó la posición de gerente general.
¿Qué piensas hacer a corto y mediano plazo?
Con el background que tengo en finanzas, quisiera apoyar la estrategia para captar clientes o para fidelizarlos. También me interesa hacer mucho más eficiente el trabajo a nivel del estudio, a nivel del manejo de capital de trabajo y de inventarios, entre otras cosas.
¿Dónde has trabajado antes?
Estuve en una empresa de petróleo y energía que ofrece sus servicios en la extracción de crudo y la construcción de plataformas petroleras. Estuve un año ahí, y en ese tiempo también estudié un MBA en la Escuela Europea de Negocios, así que tuve que viajar en ocasiones. Antes de eso, estuve como manager de Presupuestos y Costos en Orica Mining Services, una empresa australiana dedicada a la distribución y venta de explosivos y a los servicios de voladura a nivel nacional. Permanecí ahí dos años, reportando localmente al financiero de Perú y Bolivia, y regionalmente al hub de Chile, al director financiero. Y antes estuve en Sony Ericsson, como controller de Perú y Ecuador. Supervisaba los procesos financieros y de planeamiento, la contabilidad, etcétera. El puesto de controller es como el de un gerente financiero júnior. Y previamente estuve en el sector farmacéutico en Quintiles, compañía encargada del proceso de investigación farmacéutica. Me tocaba realizar las tareas de investigación en diversas fases antes de la salida del producto al mercado. Estuve casi tres años y medio, y después entré a Bristol-Myers Squibb como analista sénior.
¿Hay alguna actividad que realices paralelamente a tu trabajo?
Me encanta la música y soy coleccionista de juguetes antiguos, tipo Star Wars y otros. Tengo un negocio de venta de juguetes vintage que maneja mi esposa actualmente. La marca es Ouch! Duele no Tenerlo. Siempre me interesó este tipo de juguetes. Hace muchos años tenía una colección grande en cajas, pero no tenía espacio para guardarla, así que le pedí a mi enamorada, hoy mi esposa, que me ayudara a venderla. Ella lo hizo y ahora el negocio continúa. Me encanta este negocio: para mí es un pasatiempo, algo muy distinto a todo lo que hago. Me relaja ir al Centro de Lima a buscar figuras. Hay un youtuber que le llama a esto arqueología moderna. Es divertido buscar cosas en tiendas, algunas casi desconocidas, y en todo tipo de lugares. De pronto, encontrar una maravilla de los años ochenta o setenta es la felicidad total.