Emprendiendo con un restaurante digital

Alan Llanos, cofundador de FoodCasa, está por lanzar al mercado una plataforma multipedidos y multicategoría de comida, en la modalidad de cocina oculta sostenible. Él estudió Administración en la Universidad de Lima y además forma parte de Cirkula App, una aplicación que permite a los restaurantes vender sus excedentes del día, mientras que el cliente final obtiene alimentos de calidad a precios de promoción. 

¿Cómo empezó FoodCasa?
La idea del modelo de negocio surgió en el 2020, en compañía de dos amigos. Al inicio se planteó como una plataforma de restaurantes multipedidos, pero con la llegada de la pandemia y el cierre de los restaurantes no se pudo implementar el concepto y decidimos modelar algo diferente. Realizamos estudios de mercado y entrevistas a consumidores de pedidos por delivery de restaurantes, con la idea de conocer sus preferencias y por qué harían sus pedidos en una nueva plataforma. Encontramos que muchos consumidores estaban bastante incómodos con el tiempo de entrega de los pedidos, que en algunos restaurantes pasaban de una hora.

¿Encontraron alguna otra incomodidad?
Sí, identificamos que los clientes querían hacer pedidos en diferentes restaurantes o categorías, pero a través de un solo canal. Si cada miembro de la familia quería comer algo distinto, necesitaban hacer pedidos en dos o tres establecimientos, lo cual generaba que los pedidos llegaran en diferentes horarios y con tíquets de venta distintos, asumiendo costos adicionales por delivery. Nuestra intención era resolver ese tipo de problemas. 

¿Cuánta gente participó en el estudio?
Participaron 500 personas y lo validamos con 200 personas adicionales. El estudio nos mostró también las categorías más pedidas y el tíquet promedio que los clientes estaban dispuestos a pagar. Nos dimos con la sorpresa de que estaban dispuestos a aumentar el número de pedidos por semana hasta tres veces. Eso nos mostraba un mercado potencial de crecimiento. Además, el cliente estaba dispuesto a pagar un adicional si recibía sus pedidos juntos. Con esta información comenzamos a incubar la idea de FoodCasa. Si bien el concepto inicial fue un marketplace de restaurantes, hoy es un e-commerce

¿Qué tipos de comidas se encuentran en FoodCasa?
Somos una plataforma alternativa de multicategoría con la figura de restaurante digital con cocina oculta sostenible. La idea es ofrecer hasta 12 categorías, pero vamos a iniciar operaciones solo con dos: brasa y criolla-fusión. El objetivo es llegar en 40 minutos aproximadamente, al punto de entrega, desde el momento en que se genera el pedido. 

¿En qué consiste tener una cocina oculta sostenible en este negocio?
Hoy en día, decir que un negocio busca ser sostenible parece un cliché, pero para nosotros significa un compromiso importante con el medio ambiente y con la sociedad. Buscamos tener cero excedentes de alimentos, cero desperdicios y usar empaques ecoamigables. Si generamos excedentes de comida, residuos orgánicos o desechos de aceite, planeamos reciclarlos y convertirlos en un compuesto amigable con el medio ambiente. Esto lo venimos planificando trabajar en convenio con algunas startups peruanas que tratan el tema de excedentes de alimentos, como Cirkula App, que es un aplicativo con el cual puedes vender tus excedentes de alimentos comibles en buen estado con un descuento especial, o Lima Compost, que trabaja en la transformación de los desechos orgánicos. 

¿FoodCasa es una aplicación?
No. Estamos desarrollando una web responsive, es decir que se adapta a cualquier dispositivo. El canal digital propio es nuestro primer canal por lanzar. Pero estamos planificando trabajar con los foodtech que operan en el mercado peruano.  

Comentaste que van a iniciar con criolla fusión; ¿con qué fusionan la comida criolla?
Por dar un ejemplo, tendremos fetuccini con salsa a la huancaína, trabajaremos con fusiones con lomo saltado, entre otras.

¿Cuándo arrancará el negocio?
Nuestro objetivo es iniciar operaciones en 30 a 45 días. Estamos afinando algunos temas de cocina con nuestro partner gastronómico, terminando de hacer pruebas de la plataforma y afinando algunos temas adicionales para iniciar nuestra marcha blanca. Necesitamos una cocina que albergue no solo las dos primeras categorías, sino que esté preparada para aumentar su capacidad instalada rápidamente y generar nuevas líneas de producción.

Empezarán, entonces, tercerizando el servicio de cocina...
Inicialmente es tercerizado a través de una compañía que maneja su propia cocina, gestionada por nuestro partner, con más de 15 años de experiencia en el mercado peruano. Sin embargo, el objetivo es poder desarrollar una nueva cocina, que esté bajo la gestión de FoodCasa, pero que siga siendo dirigida por nuestro partner. Eso nos permitiría estandarizar la calidad de nuestros productos. Buscamos mantener la calidad tanto de los insumos –que lleguen desde los proveedores bajo un mismo estándar– como también de su preparación. Para nosotros, es muy importante estandarizar la calidad, aunque muchos especialistas consideran que es complicado, porque parte del plan de crecimiento es desarrollar otras cocinas en diferentes puntos de la ciudad, e incluso fuera del país. Por eso necesitamos una estandarización, un manual de procesos en cocina, para tener todo bajo control.

¿Cómo se te ocurrió emprender un negocio de cocina?
Cuando se inició la pandemia, con mis amigos Fabrizio Pizarro y Gino Ojeda, buscábamos emprender en el sector alimentos. La idea inicial fue desarrollar packs de alimentos refrigerados, pero vimos que Lima no estaba preparada para este concepto al 100%. Realizamos estudios de mercado para determinar qué buscaba el cliente final y qué problema podíamos resolver. En ese entonces comenzaban a aparecer los primeros conceptos de dark kitchen. El concepto de patio de comidas funcionaba a nivel físico, pero no a un nivel digital. Vimos, entonces, una oportunidad, y así surgió FoodCasa.

¿En qué trabajabas antes?
He trabajado en compañías ligadas al sector salud y aseguramiento, pasé por Rimac Seguros, Oncosalud y Auna. En estas últimas, en áreas comerciales y en desarrollo de nuevos productos.  

¿FoodCasa es tu primer emprendimiento?
No. Yo soy parte de Cirkula APP, entré como apoyo a la estrategia gerencial. Esta es una iniciativa de los cofundadores. Se trata de un aplicativo con poco más de un año en el mercado, que se dedica a vender los excedentes de comida en buen estado de los restaurantes o tiendas comerciales al consumidor final, a través de un aplicativo. En este momento estamos en etapa de crecimiento, pasando por todas las experiencias que atraviesa una startup, como levantamiento de capital. 

¿Cómo les está yendo con Cirkula App?
Bastante bien. Ya levantamos nuestra primera ronda y ahora estamos generando la métrica necesaria para llegar a la segunda. Ha tenido más de 70.000 descargas. El año pasado, ganó el Desafío Kunan en la categoría Economía Circular. Hemos tenido crecimientos de 15% a 17% mensual en los últimos seis meses. Esto se ve reflejado en las ventas, las métricas y las descargas. Tenemos aproximadamente 130 establecimientos que confían en Cirkula para vender sus excedentes de alimentos.

¿Cómo funciona Cirkula en cuanto al manejo de los excedentes de comida?
Los excedentes de alimentos son un problema que siempre ha existido y que no se sabía cómo afrontar. Los excedentes en buen estado, si no se consumen, se convierten en desechos orgánicos a los pocos días y se eliminan, lo que genera su descomposición y emisión de CO2. Bajo ese concepto nació Cirkula, una app que apuesta por la venta de excedentes de comida en buen estado de restaurantes, cafeterías y demás establecimientos, con grandes descuentos. Los productos que entran a Cirkula tienen un descuento mínimo de 40%.  

¿Cirkula es una web o un aplicativo?
Es una app, y puedes descargarla de manera gratuita en Apple Store y Google Play. Loguearse es sencillo y puedes consumir con cualquier tarjeta de crédito o débito. La oferta es variada y puedes consumir productos desde la apertura o cierre del establecimiento, dependiendo de su disponibilidad. Te permite consumir un producto de buena calidad a un precio de promoción; comes bien, ahorras y ayudas al planeta. 

Por último, ¿cómo fue tu experiencia de estudiar en la Universidad de Lima?
Fue excelente. El campus está bastante adaptado a las necesidades académicas. Yo egresé en el 2002, pero he vuelto en varias oportunidades para realizar distintos trámites, consultas o para tener reuniones. He visto que el campus ha mejorado bastante, en beneficio de los estudiantes. La Universidad me dio las bases necesarias para aplicarlas tanto a nivel laboral como personal. Estoy muy agradecido con la Ulima por todo lo que aprendí y por la oportunidad de que FoodCasa sea parte de la incubación 2022. Nos presentamos en la convocatoria del concurso Primer Paso en el 2021, con un proyecto sólido y fuerte, y quedamos seleccionados entre los diez mejores proyectos. Estamos contentos y con muchas ganas de desarrollar el modelo de negocio y aplicarlo en el mercado.