En el cambiante entorno laboral de estos tiempos, ya no resulta extraño encontrar instituciones que organizan su estructura laboral de formas poco convencionales. Una de esas formas es el teletrabajo, o trabajo a distancia, tema que Xavier Baraza, docente de la Universidad Abierta de Cataluña (Universitat Oberta de Catalunya, UOC) y de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima, abordó en su conferencia “Teletrabajo, productividad versus riesgos. Estrategias de implantación”, realizada el 5 de julio en el Aula Magna A y organizada por la Escuela de Posgrado.
Baraza, quien tiene una formación en disciplinas tan disímiles como la biotecnología ambiental y la administración de empresas, conoce el teletrabajo no solo desde la teoría: su universidad está deslocalizada y sus más de 60.000 estudiantes, sus docentes y su personal administrativo realizan la mayoría de sus labores a distancia.
El profesor explicó que la decisión de su institución de organizarse de esta manera tuvo un impacto en todos los aspectos de la vida de sus miembros, debido a la trascendencia que tiene cada ventaja y desventaja del teletrabajo, al que definió de la siguiente forma: “La actividad laboral que se desarrolla fuera de las instalaciones de la empresa contratante, haciendo uso de las TIC para poder desarrollar las funciones asignadas”.
Entre las ventajas, enumeró algunas de las siguientes: la inserción laboral de personas con discapacidad, horarios flexibles que permiten conciliar la vida personal con la profesional, ahorro de tiempos y costos de traslado. Y mencionó algunas de las siguientes desventajas: el posible aumento de problemas relacionados con el uso de la tecnología, como estrés, ansiedad, intoxicación de información, y el incremento de la posibilidad de adicción al trabajo, debido a la proximidad del espacio de labores.
Finalmente, Baraza evitó hacer un juicio de valor contundente acerca del teletrabajo, pues consideró que es un tipo de organización que puede funcionar bien para ciertas organizaciones y mal para otras, dependiendo de factores como qué tan bien se haga la implementación de este tipo de estructura, la cantidad de trabajadores o el tipo de industria en la que se desarrolle la actividad. No obstante, señaló que hay características indispensables que deben poseer quienes empiecen a trabajar de esta manera: gran autodisciplina, conocimiento informático, capacidad de soportar el aislamiento, disponer de un espacio dedicado solo al trabajo y la posibilidad de invertir en el hardware adecuado para la realización de sus labores.