Jaime Miranda es un abogado especializado en derecho de los contratos, derecho civil patrimonial, transacciones inmobiliarias y arbitraje. Es magíster en Derecho Empresarial por la Universidad de Lima. Actualmente es socio del estudio Amprimo & Flury Abogados, donde colidera el área de Derecho Civil y Contractual. Asimismo, se desempeña como docente en la Universidad de Lima, una actividad que encuentra sumamente interesante, entre otras cosas, porque es una manera de generar diferentes puntos de vista.
¿Qué trabajos has tenido desde que terminaste la Maestría en Derecho Empresarial en la Universidad de Lima?
Terminada la Maestría, ingresé al Estudio Echecopar, donde formé parte del área de Derecho Civil y Real Estate por casi diez años. Luego me incorporé como socio en Amprimo & Flury Abogados.
¿Podrías comentar algunos casos de tu práctica profesional?
Los casos que atiendo con recurrencia son transacciones inmobiliarias, que implican la adquisición de inmuebles o terrenos para construir, desarrollar y operar edificios, plantas industriales, centros comerciales y, en general, proyectos inmobiliarios de diversa naturaleza. Cada transacción tiene características e implicancias muy particulares y difícilmente se encuentran dos operaciones iguales, por lo que el trabajo siempre es muy retador. También veo muchos temas sobre interpretación contractual, que es un trabajo muy interesante, pues se trata de descubrir la real voluntad de las partes al emitir sus declaraciones en tal o cual contrato. Al respecto, he podido trabajar en varios informes de experto para controversias nacionales e internacionales. Estos informes de experto son opiniones técnicas que emitimos los abogados y que se utilizan en procesos en los que el juez o árbitro requiere análisis especializados sobre un tema legal específico.
Mencionaste los centros comerciales. Han cobrado mucho dinamismo últimamente, ¿verdad? Verás muchos casos de esos.
Así es. Los centros comerciales forman parte mi expertise, sin duda. Asesoramos a clientes en la adquisición, construcción e incluso en lo que respecta a la misma operación de centros comerciales. Con ocasión de esto, advertimos que en los últimos años los temas de la seguridad y prevención de siniestros en los malls se han vuelto muy importantes. Y es que, lamentablemente, algunos clientes se han visto afectados con algún siniestro, sobre todo incendios, y nos ha tocado apoyarlos desde la perspectiva legal, lo que nos ha generado una expertise muy particular. Es más, actualmente muchas empresas nos buscan por este tema y nosotros las orientamos acerca de la prevención y sus alcances, como, por ejemplo, el sentido de las comunicaciones entre el administrador y los distintos operadores del centro comercial, lo que también depende de la estructura de cada centro.
¿Es muy complejo el trabajo que se hace ante un siniestro?
Lo es. Intervienen distintas áreas del derecho, como la penal, laboral, regulatoria y administrativa, entre otras. También, por supuesto, el derecho de contratos y el derecho civil patrimonial, ya que hay obligaciones contractuales de las partes involucradas en el siniestro y todo un conjunto de responsabilidades que pueden derivar en indemnizaciones. Es muy complejo, en efecto. Pero, como mencioné, tenemos un know how que no es muy común en el mercado.
¿Actualmente, el derecho está dividido en muchas especialidades?
En estos días, hay especialidades y muchas subespecialidades; los temas del derecho están demasiado focalizados y eso es necesario. Para un abogado es muy importante tener una especialización, pero también tener nociones generales acerca de otras áreas para retroalimentar y complementar dicha especialización.
¿Cuál es el caso más complejo que te ha tocado atender?
Ha habido varios. Las transacciones inmobiliarias siempre son complejas. Recuerdo un cliente que quería comprar como diez propiedades contiguas, ubicadas en una importante avenida comercial de Lima, y había que negociar y cerrar contratos con distintos propietarios, cada uno con un carácter y un temperamento distintos. Lo más complicado era que si uno solo de los propietarios se arrepentía de vender, el cliente cancelaba toda la operación. Hubo que estructurar un esquema y una estrategia para que todos los propietarios, sin excepción, vendieran simultáneamente. Esa y otras experiencias en temas de siniestros han sido retos importantes.
En el caso de siniestros, el factor emocional debe ser muy importante.
Sí, definitivamente. Son casos delicados, más aún si hay daños personales o incluso muertes que lamentar. Muchos clientes constituyen actualmente comités de crisis, que son equipos multidisciplinarios de profesionales, integrados por funcionarios de diversas áreas de la empresa, arquitectos, técnicos en seguridad, abogados, entre otros. Lo que se busca con esto es preparar a la organización para atender debidamente estas situaciones y todas las aristas que se derivan de un siniestro. Incluso varias veces, dependiendo de la magnitud del siniestro, hemos recomendado al cliente conseguir un comunicador o un community manager que no solo esté muy sintonizado con la cultura de la empresa, sino que sea capaz de brindar respuestas adecuadas a los medios de comunicación y en redes sociales, ya que a partir de ahí se empiezan a generar ciertas percepciones sobre el siniestro.
¿Qué te pareció la Maestría en Derecho Empresarial de la Universidad de Lima?
Yo la evalúo con la más alta puntuación. Además del conocimiento que se adquiere, la verdad es que uno gana buenos amigos y hace un networking sin intención. Tomé la decisión de hacer la Maestría porque sentía la necesidad de tener una visión más completa, un panorama más amplio del derecho empresarial. Con ese objetivo claro, empecé a analizar distintas alternativas y la malla de estudios que me pareció mejor fue la de la Universidad de Lima. Y fue una buena decisión. Los cursos me parecieron muy útiles y prácticos. Creo que en la Maestría la idea es darle al alumno herramientas y un panorama completo, y eso es lo que obtuve. Fue una capacitación general en distintas ramas del derecho empresarial. Quedé muy satisfecho con la Maestría.
¿Qué tal tu experiencia como docente en la Universidad de Lima?
La docencia en la Universidad de Lima es una actividad particularmente satisfactoria, por el prestigio de esta Casa de Estudios y porque es una forma de mantenerse actualizado. Además, se aprende muchísimo de los mismos alumnos. Desde hace casi cinco años dicto cursos de derecho civil. He descubierto que es una actividad que me gusta, tanto el contacto con los alumnos, la discusión de los temas y la posibilidad de motivar la formación de nuevos puntos de vista.