Herramientas para emprender

El enfoque en el emprendimiento y el componente internacional del MBA de la Universidad de Lima fueron factores decisivos para que Sandro Vásquez se animase a seguir este programa de estudios. Tras ello, ha abierto una cafetería en San Isidro llamada Bunn Roasters Coffee. Asegura que el MBA le dio las herramientas para emprender esta nueva aventura y estima que dentro de un año podrá abrir dos locales más.

¿Qué factores te animaron a estudiar el MBA de la Universidad de Lima?
Lo que me interesó especialmente es que el MBA de la Universidad de Lima era uno de los pocos programas que se enfocaba en el emprendimiento. Yo vengo emprendiendo algunos negocios desde el 2014 y quería estudiar una maestría que le diera importancia a este tema y que me ofreciera herramientas para mejorar mi emprendimiento.

Ya que terminaste tus estudios, ¿dirías que cubrió tus expectativas?
Sí, por supuesto. Me gustó la Universidad, la calidad de los profesores y ese componente internacional que es tan fuerte en la Ulima. De hecho, eso me interesó mucho antes de tomar la decisión; pero lo que me terminó por convencer fue la presentación del MBA Ulima, pues se percibía la cantidad de herramientas prácticas y de fácil uso que uno podía aprender para desarrollar un modelo de negocio. Estos fueron los factores que me impulsaron a elegir la Ulima.

¿Qué te pareció la malla curricular?
Me pareció muy buena. Tenía temas financieros, que son muy importantes, y los profesores explicaban muy bien toda la teoría y cómo se podía aplicar en la práctica. Yo empecé a estudiar en octubre del 2019, y hasta marzo pudimos llevarla de manera presencial. Luego llegó la pandemia al Perú y continuamos de manera virtual. Tuvimos la Semana Internacional de manera virtual con el Tecnológico de Monterrey. Me pareció excelente. Recuerdo que tuvimos una profesora de la Universidad de Harvard que manejaba conceptos muy interesantes sobre experiencia del cliente, que es en lo que yo trabajo. Asimismo, los profesores de emprendimiento e innovación fueron bastante buenos. Todo fue muy interesante.

Tú has emprendido un negocio de café. ¿Esto fue antes o después de la maestría?
Abrí mi negocio antes de la maestría. Inicialmente, estaba enfocado en la venta de café para empresas y se trataba de alquilar las máquinas a las compañías y abastecerlas de café de Rodríguez de Mendoza, del departamento de Amazonas. Lo interesante del modelo es que permite una compra mensual estable y un flujo constante de dinero; pero, más adelante, la maestría me impulsó a innovar y probar nuevos modelos de negocio. Así, abrí una cafetería hace un par de meses, junto con mis dos socios, con quienes comparto el gusto por el café. La cafetería se llama Bunn Roasters Coffee y queda en San Isidro. Nos encontramos en una etapa de aprendizaje, estamos avanzando, innovando y probando. Luego de realizar la evaluación de nuestras oportunidades, hemos incluido pizzas y sándwiches.

¿En qué medida te ayudó la maestría con este nuevo modelo de negocio?
Precisamente, la idea de innovar, arriesgar y pensar en otros modelos, así como las herramientas utilizadas en la evaluación de la viabilidad del negocio, provienen de la maestría.

¿Consideras que el contexto en que has abierto la cafetería te favorece o te juega en contra?
Me parece un buen momento para abrir la cafetería y generar oportunidades. Sabemos que, a raíz de la pandemia, las ventas no son muy buenas en restaurantes y cafeterías. Muchos negocios han quebrado inclusive, pero ahora hay más movimiento que el año pasado. Hemos apostado por este emprendimiento y consideramos que en este momento estamos en un proceso de aprendizaje. Esta etapa nos conviene mucho para prepararnos y, poco a poco, generar rentabilidad. Nos asociamos con un chef para que hiciera unos platos especiales y con eso logramos incrementar nuestra venta casi en un cincuenta por ciento. Poco a poco, la idea es que esto se convierta en un modelo de negocios escalable.

¿Tienen claro cuándo podrían abrir otro local?
El plan es que dentro de un año podamos abrir, por lo menos, un par de locales más. El siguiente paso es muy importante. Nos toca estudiar el tema de los proveedores, la logística, el control, la facturación, etcétera, de manera que el negocio pueda replicarse rápidamente.

¿Trabajas en otro lugar aparte de tu negocio?
Soy subgerente de Aseguramiento de la Calidad en Pacífico Seguros. Ahí también la maestría ha tenido un impacto positivo. El tema de la experiencia del cliente ha sido muy bien tratado en la maestría. Por otro lado, recuerdo que en la Semana Internacional que tuvimos con el Tecnológico de Monterrey vimos el tema de los indicadores de gestión para generar mayor impacto, el manejo de data analytics y tuvimos presentaciones de alto nivel.

¿Cómo lograste manejar tus horarios y organizarte para llevar la maestría, trabajar e incluso llevar tu negocio al mismo tiempo?
Ya tenía definido un tiempo para la maestría, que incluía algunas amanecidas para estudiar y hacer trabajos grupales. Un MBA implica una cuota de esfuerzo importante, tener poco tiempo libre, leer, presentar muchos trabajos, investigar. Es cuestión de organizarse. Sin embargo, hay que reconocer que la virtualidad ayudó mucho en el sentido de que ya no es necesario trasladarse de un punto de la ciudad a otro, lo cual puede tomar mucho tiempo.