El desafío de aprovechar espacios en pequeñas viviendas

Para Jorge Velásquez y Carlos Melgarejo estudiar el MBA de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima ha sido una de las mejores experiencias académicas que han atravesado en sus vidas. Ambos obtuvieron el grado académico de maestros tras la exitosa sustentación de su trabajo de investigación “Plan de negocio para la implementación de una empresa comercializadora de muebles multifuncionales”.

En la siguiente entrevista, tanto Jorge como Carlos brindan mayores pautas sobre su indagación y comentan algunas de las vivencias que han atravesado como alumnos de nuestra Casa de Estudios.

¿De qué trata su trabajo de investigación?

Carlos: La tesis aborda la generación de un plan de negocios para la implementación de una empresa de muebles multifuncionales llamada Beflex. El plan considera que el aprovechamiento del espacio es muy importante para las familias modernas, quienes deben afrontar el desafío de organizar una vivienda reducida en espacio y en la que se pueda vivir con orden, armonía y minimalismo.

Jorge: El mercado objetivo de la empresa (alrededor de 66.000 hogares) se enfoca en la Lima moderna, segmentando aquellos hogares que compran por internet, de un nivel socioeconómico A, B y C, y que viven en viviendas alquiladas o propias que miden hasta 120 metros cuadrados.

¿Cuáles fueron los objetivos de su trabajo de investigación?

Carlos: Los objetivos, a corto plazo, fueron validar nuestra hipótesis: “Existen personas interesadas en optimizar espacio, tiempo y esfuerzo a través de muebles multifuncionales”, modelo que es cien por ciento digital y que se enfoca en un nicho de mercado en el que la optimización de espacio es muy valorada.

Jorge: Luego de validar la hipótesis, el otro objetivo fue confirmar el nivel de aceptación del proyecto en el mercado, comprendiendo qué necesidades y molestias tienen las personas o familias que viven en un espacio reducido.

¿Cuáles fueron las motivaciones que los impulsaron a realizar este trabajo de Investigación?

Carlos: El constante contacto con publicidad inmobiliaria donde uno ve que cada vez se ofrecen departamentos más pequeños, ofertados especialmente a millennials que están por independizarse. Por otro lado, las motivaciones estadísticas como el incremento poblacional en Lima y el déficit inmobiliario se sumó con gran fuerza. Asimismo, nuestro público objetivo fueron los millennials, nativos digitales, quienes representan el 75 % de la fuerza laboral en el mundo. Ellos guardan costumbres y personalidades diferentes como la independencia temprana en zonas céntricas y la reinversión en bienes inmobiliarios. Otro factor importante dentro de la investigación son las nuevas tendencias inmobiliarias. Ahora, este sector maximiza el espacio y oferta viviendas de menor metraje a un precio alcanzable. El monto es captado por las entidades financieras como un valor intrínseco, ya que la rotación de los préstamos hipotecarios es más ágil, con menos tasas y son pagados en menor tiempo. Si analizamos las tendencias mundiales, hay grandes promotores de tipos de espacios como los edificios coliving, boutique, coworking. Todos focalizados en el aprovechamiento del espacio con un nivel social alto. En grandes ciudades como Tokio, Nueva York y París, estos tipos de muebles multifunción son una realidad.

Jorge: También, nos motivaron los videos extranjeros que uno ve por las redes sociales donde se muestran formas muy creativas de aprovechar hasta el último centímetro cuadrado de una vivienda; la falta de oferta focalizada en dar solución a los problemas de espacio en viviendas pequeñas; y, finalmente, la experiencia propia de ir a visitar a un amigo o pariente que vive en un departamento pequeño y ver que ni siquiera tienen espacio para un escritorio.

¿Cuáles son los principales retos que se les presentaron al elaborar el trabajo de investigación?

Carlos: El trabajo de investigación requirió de mucha robustez para sustentar la viabilidad. Existían muchas aristas de donde se podían extraer y analizar información. Los principales retos fueron dos: la investigación de mercado, que requirió de analizar múltiples fuentes de información para acotar correctamente nuestro mercado, y el trabajo de campo para la obtención de información cualitativa. Gracias a que la Universidad cuenta con una biblioteca muy rica en herramientas digitales, estadísticas y de análisis, y con el apoyo de los profesores, elaboramos una proyección bastante realista. Otro reto fue comprender las privaciones que pasan las personas que viven en espacios reducidos. Por eso, nos aventuramos a realizar entrevistas personales, hacer encuestas y conversar con profesionales del rubro manufacturero. Todos estos aportes nos enseñaron que el espacio familiar de una vivienda es único y conlleva a muchas emociones y sentimientos alrededor de ella. El equilibrio dentro del espacio familiar es un factor psicológico positivo.

Jorge: Nosotros tuvimos la motivación de hacer el proyecto. Sin embargo, al pasar al campo, nos dimos cuenta de que no necesariamente lo que uno piensa es la realidad. Al hacer la investigación cualitativa con entrevistas a expertos, entrevistas a profundidad y encuestas, pudimos tener una idea más clara de cómo funciona realmente el mercado, cómo funcionan los usuarios que desean ser atendidos. Eso también fue un gran reto.

¿Qué le depara a su trabajo de investigación en el futuro?

Carlos: Hemos analizado el proyecto con demanda probable y real, reforzada con indicadores financieros positivos y nos da un buen pie para la inversión y puesta en marca del negocio.

Jorge: El proyecto es rentable, sin duda alguna. A futuro esperamos que la situación económica mejore para empezar el negocio a una menor escala, de forma que represente un menor riesgo para el inversionista. Quisiera hacer un minilanzamiento del proyecto y con eso me refiero a compras minoristas para tener una rotación rápida. También me gustaría que podamos comprar y tener una cantidad pequeña, y no tener mucho stock porque cuesta. Lo que podríamos hacer es empezar con un mini-Beflex, aunque la contraparte es que lo ganado va a ser menor, pero los riesgos también serán menores. Debemos ir, poco a poco, subiendo la inversión.

¿Qué mensaje les gustaría decirles a sus compañeros del MBA?

Jorge: Que aprovechen al máximo la Maestría, a pesar de la penosa coyuntura que se vive actualmente. Depende de uno mismo tomar la iniciativa para comenzar a hacer cambios positivos. Mi consejo es que entre todos los compañeros de clase piensen cómo hacer más amenas las clases, no solo durante, sino también antes y después porque en el MBA se aprende bastante de nosotros mismos.

¿Recomendarías a tus colegas estudiar el MBA de la Escuela de Posgrado de la Universidad de Lima?

Carlos: Por supuesto, básicamente por la malla curricular, la cual suma materia en innovación y emprendimiento, lo que te hace salir de la caja. Asimismo, te inspiran a pensar en nuevos y mejores sueños. El MBA te da las habilidades y seguridad para alcanzarlos. Otra importante razón es la diversidad de profesionales en el salón de clases. Cada uno viene con experiencia en cierta área competente. Esto ayudar a ganar experiencia para todos los demás estudiantes. Por otro lado, el training program en Silicon Valley nos unió como personas y nos inculcó una realidad totalmente distinta de la que se vive en el Perú. Las visitas a empresas como Google, Salesforce y Red Hat ayudaron a cambiar la visión y a darnos mejores patrones para implementarlos en nuestro país.

Jorge: Por supuesto, personalmente es la malla curricular que más me gusta del resto de opciones. Además, hay muy buenos profesores, existe buena comunicación con los gestores de la Escuela de Posgrado y la semana internacional es toda una experiencia de vida.