Aprendizaje que perdura

Julio Wissar es comunicador, cineasta, realizador transmedia, creador de contenidos para diversas plataformas, profesor de la Facultad de Comunicación y, actualmente, director del Centro de Creación Audiovisual de la Universidad de Lima. El graduado de la Maestría en Dirección Estratégica de Contenidos se encuentra próximo a estrenar un gran proyecto en salas de cine, El corazón de la luna, y en la siguiente entrevista comenta acerca de sus nuevos proyectos y lo que significó la Maestría en su carrera profesional.

¿Cómo te animaste a estudiar la Maestría en Dirección Estratégica de Contenidos en la Universidad de Lima?
Soy comunicador audiovisual y, por lo general, es muy difícil encontrar una maestría que empate con el perfil. Es bastante común para los que trabajan en nuestro rubro no contar con una maestría, o contar con una en un área que no necesariamente complementa el trabajo que hacemos. Si bien existen maestrías en el extranjero para creativos, no muchos pueden acceder a ellas por motivos de trabajo y familia. La Maestría en Dirección Estratégica de Contenidos llena ese vacío del mercado local ofreciendo algo que realmente complementa y mejora el trabajo de un creativo audiovisual. Me animé porque el programa que ofrece es similar a aquellos que encuentras en el extranjero, incluso con algunos de los mismos profesionales que enseñan allá. Tener eso en tu alma mater es una gran ventaja. Fui parte de la primera promoción MDEC.

¿Cómo impactó en tu carrera profesional el llevar la Maestría?
Impactó mucho. Primero, al permitirme ordenar nuevamente conceptos que yo daba por sentados, para aplicarlos de forma innovadora a las nuevas tendencias de hoy. Reaprendí a diseñar proyectos creativos de manera más eficiente, utilizando el mínimo de recursos para reestructurar aquello que no funciona y llevarlo a una siguiente fase, sin perder mucho tiempo o dinero. Es decir, te prepara para no lanzarte al vacío con una campaña, película, serie, o cualquier otro emprendimiento creativo sin haber pasado antes por una serie de procesos y dinámicas que te facilitan una mejor toma de decisiones en todas las etapas de ejecución.

¿Cómo fue el proceso de pasar de ser docente a estudiante de nuevo?
Fue un proceso muy feliz, diría yo. Como docente, uno nunca termina de aprender, así que me sentí muy a gusto de volver a las carpetas y tener nuevamente compañeros de clase a mi alrededor. La gente tiende a decir que sus años en la universidad son los mejores, porque además del aprendizaje (o gracias a éste) se forjan amistades de por vida. Sentí algo similar con mis compañeros de clase MDEC… ¡Un déjà vu de mis años de pregrado, solo que ahora con profesionales! Muy bonita y recomendable experiencia.  

¿Por qué es importante conocer el contenido de valor segmentado para diferentes públicos?
Porque es el factor clave para definir el éxito o fracaso de una campaña, negocio o emprendimiento audiovisual, sea cual fuere el medio de distribución. Entender que hay diferentes públicos para diferentes cosas define diferentes estrategias y medios. Un contenido para adolescentes no tendrá el mismo impacto para adultos mayores, y no tendría por qué tenerlo. Esos adultos mayores necesitan otro contenido especialmente formulado para ellos y otros canales para captarlos. Entonces, tu estrategia de cómo llegar a cada uno será diferente: no usan los mismos dispositivos de la misma forma ni las mismas plataformas, ni manejan los mismos horarios de uso de las anteriores. Hay un sinnúmero de variables que debes tener en cuenta al generar cualquier contenido, ya que saber reconocer la variedad de públicos y cómo llegar a ellos definirá el éxito o el fracaso de tu campaña.

¿Qué parte consideras que es la mejor del proceso de creación de contenido, sea para redes sociales, cine o televisión?
Todo es importante en lo relacionado con la creación de contenidos, sea para cine, tv, streaming o redes sociales; no hay ninguna parte del proceso que sea menos importante que la otra. Pero, para responder a la pregunta, no podemos hablar de contenidos sin el por qué, para qué y para quién: ¿qué queremos contar?, ¿por qué lo contamos así?, ¿quién será el público? Esas interrogantes, que uno se hacía desde los inicios de pregrado, siguen siendo fundamentales en el mundo profesional. Una vez que realmente (y sinceramente) puedes responderlas con facilidad, el resto del proceso se hace mucho más ligero y desarrollarás estrategias con mayor seguridad. Y ya con esa seguridad, viene la parte que más me gusta a nivel personal: la realización de proyectos audiovisuales, es decir, todo el lado creativo. Particularmente, me gusta la dirección, producción y edición de contenidos para diversas plataformas.

Actualmente, ¿estás trabajando en algún proyecto audiovisual?
Felizmente hay muchos. Este año estrenamos El corazón de la luna en salas peruanas. La película se encuentra haciendo su gira por festivales internacionales y estamos muy contentos con las nominaciones y premios que hemos recibido. También cosecha laureles Hatun phaqcha, un documental sobre los superalimentos que tenemos en el Perú. Otro proyecto importante que se viene es la versión cinematográfica de “La pena máxima”, basada en el libro de Santiago Roncagliolo. Estamos coproduciéndola a través de Crea Ulima, y estoy seguro de que será una película importante dentro de la cartelera del próximo año. Además, me encuentro trabajando en otro proyecto cinematográfico para la Universidad de Lima, del cual no puedo hablar mucho todavía, pero me motiva bastante, y pronto podré dar más información. Como pasatiempo personal, me encuentro buscando canciones de nuevos artistas para dirigir y producir videos musicales junto con mi equipo de Crea. El último que dirigí fue hace poco, para una talentosa artista local llamada Nina Bosa.  

¿Qué es lo que más te gustó de la Maestría?
Hay muchas cosas, se me haría imposible mencionar solo una. Es una maestría de comunicación, y, como tal, existe una cercanía genuina con muchos de los profesores que también son comunicadores de diversas áreas, y eso la hizo mucho más llevadera. Aprender con un profesional que admiras o que respetas por su trabajo permite elevar la calidad de los proyectos que trabajamos en conjunto. Yo, por ejemplo, llegué al programa con un emprendimiento personal, al cual tuve la oportunidad de mejorar curso tras curso gracias al feedback constante de los profesores. Ahora, ese emprendimiento se está convirtiendo en una realidad, y definitivamente no lo hubiera logrado sin mi paso por MDEC. Y, por supuesto, están los alumnos. La Maestría te permite generar vínculos profesionales, pero, sobre todo, una amistad que perdura más allá del tiempo del programa.

¿Qué mensaje les dejarías a los estudiantes de la Maestría?
La Maestría es una inversión para el futuro. Parece eslogan publicitario, pero es la verdad. Muchas de las cosas que uno ve durante el tiempo en que está ahí son un reflejo de los cambios que están sucediendo en el mundo de las comunicaciones en tiempo real. Es importante no solo estar un paso adelante de las tendencias, sino también conocer qué hay detrás de estas. Es un programa que se adapta a las necesidades del alumno, venga del sector audiovisual, publicitario, de marketing, corporativo, de desarrollo, privado o estatal. Hay algo que se adapta a las necesidades de cada cual, pero, como todo en la vida, dependerá del empeño que el estudiante ponga durante el tiempo que esté ahí para aprovechar al máximo todo lo que la Maestría ofrece.