La responsabilidad social del psicólogo en el siglo XXI

En el Jueves de Psicología del pasado 9 de junio, se desarrolló el tema de “La responsabilidad social del psicólogo en el siglo XXI”. En la charla participaron Mariela Dejo, docente de la Carrera de Psicología; Cristina Lara, directora de Gestión del Talento en Crea+, y Andrea Mesones, presidenta de Tabra. 

La profesora Mariela Dejo ofreció alcances sobre cómo la Universidad, y en especial la Carrera de Psicología, forma en responsabilidad social a sus alumnos a través, por ejemplo, de los proyectos en marcha en las instituciones Héroes del Cenepa, San Luis Gonzaga y Pebal, donde los alumnos realizan un voluntariado.

Asimismo, indicó que el perfil del egresado y la malla curricular de la carrera tienen como factor fundamental la responsabilidad social. Dejo le llama responsabilidad social universitaria, que “debe influir efusivamente en la vida, tanto de la institución como de sus miembros”. También se busca generar la conciencia crítica que ayudará al alumno a realizar mejoras, no solamente como personas, sino también a nivel de la sociedad. Los proyectos sociales se consideran muy importantes, porque permiten que los alumnos trabajen a nivel integral, como personas, como profesionales y como seres sociales.

“Esto sensibiliza al alumno. Es una forma de conocer la realidad social de nuestro país y los vuelve más sensibles. Y eso es lo que necesitamos: personas sensibles frente a la realidad. No podemos permanecer ajenos a lo que nos rodea”, resaltó la docente de Psicología, quien también puso en claro que la conciencia crítica que se forma a partir de estos proyectos debe aportar a una transformación social.

Mariela Dejo explicó también el proceso que lleva la carrera para contar con proyectos sociales como parte de su plan curricular: desde coordinaciones con las instituciones a las que se apoyará con el voluntariado hasta la implementación de una historia de cada alumno que lo lleve a cabo. Como parte final de su exposición, la psicóloga quiso ilustrar cómo es el trabajo al interior de los proyectos sociales que llevan a cabo estudiantes de la carrera. Para ello, invitó a dos alumnas y voluntarias. Las invitadas destacaron el hecho de que cada persona tiene un contexto diferente de vida y, a partir de ello, hay que saber organizarse y plantearse objetivos. Asimismo, resaltaron la importancia de comprometerse y de tomar conciencia de que sí se puede realizar un cambio, aun apoyando con tan poco.

Por su parte, la directora de Gestión del Talento en Crea+, Cristina Lara, habló de la responsabilidad social individual, que es lo que se trabaja en la organización a la que pertenece. Esta responsabilidad social individual engloba dos conceptos clave, como son la conciencia y la acción. El primer concepto tiene que ver con saber dónde y cómo estamos ubicados en el mundo y estar conscientes de lo que sucede. Tomar acción significa que, a partir de esa toma de conciencia, en la que sabemos que hay algo por mejorar, llevemos a cabo una acción que permita solucionar el problema.

Crea+ nace a partir de la responsabilidad social individual: ante la problemática de la educación en el país, un grupo de personas decidió realizar actividades para mejorarla. Dijo Lara:

“Es un voluntariado profesional, donde un 'creando' asiste con compromiso y responsabilidad. Es importante estar en una empresa, pero que facilite el cambio social y propicie un impacto en mi país. Este es el contexto donde nace Crea+ como voluntariado profesional. ¿Nuestro sueño? Que cada niño crea en los suyos”.

Hasta el momento, Crea+ ha logrado un cambio social en más de 10.000 niños y cuenta con más de 3.000 creandos, que se encargan de realizar talleres de matemática y de diversas actividades en las que enseñan a los niños danza, deportes, arte e idiomas. La institución cuenta con profesionales de distintas áreas, quienes, de acuerdo con sus conocimientos y habilidades, imparten clases y talleres a los niños más necesitados con el único propósito de hacer un cambio.

Dijo Lara:

“Si tú te quieres comprometer con algo, no te comprometas con tu organización, sino con un problema. Yo hace muchísimos años me casé con el problema de la educación y me voy a dedicar, probablemente, toda mi vida a batallar hasta que vea que es posible el cambio”.

A su turno, Daniela Macher, coordinadora de Alianzas Estratégicas en Crea+, contó su experiencia en la institución y destacó el compromiso como un importante factor en el voluntariado. También describió cómo, en esta etapa de su vida, esta labor la llevó a generar un impacto transformador.

Ambas participantes de Crea+ invitaron al público asistente a formar parte del cambio, sea integrándose a su organización o, simplemente, realizando pequeñas acciones desde casa.

“Cuando tú entregas algo sin esperar nada a cambio, lo que recibes resulta muchísimo más de lo que entregas, y ese es un tesoro escondido”, finalizó Cristina Lara.

La conferencia culminó con la ponencia de Andrea Mesones, presidenta y fundadora de Tabra, institución sin fines de lucro que ofrece clases de surfeo a niños con problemas cognitivos y de audición, a fin de fomentar su inclusión en la sociedad y su independencia. La estudiante de Psicología contó cómo nació Tabra y cómo hace su organización para lograr los objetivos planteados. Se refirió al trabajo social como parte de su proyecto, donde la búsqueda del cambio tiene mucho que ver con el impacto que se genera y con el compromiso con las personas que se benefician de esta labor. Dijo:

“Lo más importante de un proyecto social es que la persona que trabaje en esto sienta pasión por lo que hace y compromiso por lograr el cambio, por hacer que su sueño máximo se logre. Todo trabajo social tiene objetivos que no se van a lograr si es que la sociedad en general no se compromete”.

Andrea Mesones concluyó su participación exhortando a sus compañeros de Psicología a trazarse como objetivo un cambio en el que la realización de un proyecto social sea el inicio para lograrlo.