En un contexto en el que las empresas latinoamericanas buscan adoptar estándares internacionales, resulta fundamental escuchar a profesionales que trabajan en distintas partes del mundo. Por ello, la Carrera de Administración organizó la conferencia “Directorios que agregan valor. La experiencia global”, realizada el 17 de mayo en el Aula Magna A.
La charla contó con la presencia de Oliver Orton, gerente regional de Gobierno Corporativo para Latinoamérica y el Caribe de la Corporación Financiera Internacional (International Finance Corporation, IFC), organismo privado del Banco Mundial. Antes de dar paso a su exposición, Patricia Stuart, directora de la Carrera de Administración, destacó la amplia trayectoria de Orton, quien además de trabajar en el ámbito jurídico desde hace 15 años, está a cargo de diversos proyectos de IFC desde hace 6 años, especialmente en Europa, Asia central y Latinoamérica.
Orton empezó clarificando el concepto de gobierno corporativo, al que definió como “un sistema por el que las compañías son administradas y controladas”. Esto, explicó, también tiene una dimensión que va más allá del negocio, pues lo que buscan los directorios, que ejercen el gobierno corporativo, es diseñar estrategias que alineen “intereses humanos con los de la compañía, y satisfaciendo las expectativas de los accionistas”.
Para él, estas funciones son tan cruciales que cree que “las compañías no fallan, sino los directorios. Porque estos deberían hacer tres cosas: planear la estrategia a largo plazo del negocio, supervisar el trabajo de la administración y manejar un correcto flujo de información”.
En el caso de nuestro país y la región, Orton dijo haber conocido miembros de directorio “amigables, exitosos, experimentados y con buenos contactos” que, sin embargo, “no conformaban un buen directorio”. Esto debido a que era común que se rehusaran al cambio y tuvieran una sola manera de ver el mundo, producto de provenir de los mismos círculos sociales. En ese ambiente de familiaridad, es difícil que suceda una discusión que produzca verdadera innovación en la empresa, puntualizó.
Sin embargo, aunque aún percibe que persisten algunos vicios de antaño, como la disparidad de género en la composición de los directorios, falta de transparencia y conflictos de intereses, concluyó que la situación está cambiando. Poco a poco, las empresas están entendiendo la importancia de implementar directorios —si es que la escala de la empresa lo amerita— y de conformarlos de manera balanceada, ya que del desempeño de sus miembros depende el buen funcionamiento de sus compañías.