Estimada comunidad universitaria:
Nada es más constante que el cambio. Posiblemente, entre las actividades humanas, una de las que han cambiado de forma cada vez más acelerada son las tecnologías digitales. Varias de estas innovaciones e inventos han producido transformaciones en la sociedad, la economía, la cultura; y, por supuesto, la educación. Desde la computadora personal hasta el teléfono móvil, o internet, estos objetos y recursos se han incorporado a las prácticas educativas de forma usualmente progresiva y paulatina.
En este contexto, las instituciones educativas tenemos la responsabilidad de incorporar crítica y estratégicamente los nuevos productos o aplicaciones que se unen al presente para dar nuevas formas al futuro de nuestra sociedad y el mundo.
Entre esas tecnologías están las inteligencias artificiales generativas, en particular la aplicación ChatGPT y sus derivados, que ya han afectado muchas prácticas cotidianas, en parte debido a su acceso gratuito y simplificado a modo de conversación. También es notorio que ya está produciendo cambios en varios dominios profesionales, empresariales y comerciales.
Nuestra Universidad reconoce que estas aplicaciones ofrecen grandes oportunidades de desarrollo e innovación, pero que también presentan riesgos en su uso irreflexivo, o en su aplicación sin mirada crítica y, sobre todo, ética. Bajo estas consideraciones, la Universidad de Lima busca reconocer las mejores formas de aprovechar esta tecnología en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Como comunidad, docentes y estudiantes experimentamos e incorporamos nuevas tecnologías. Como institución, definimos y verificamos las formas apropiadas de uso de estas nuevas herramientas; asimismo, evaluamos su impacto en el aprendizaje y futuro profesional de nuestros estudiantes.
Bajo las premisas de responsabilidad y uso ético, estudiantes y profesores deben reportar y citar cualquier uso que se haga del ChatGPT o cualquier otra aplicación de inteligencia artificial en la ejecución de trabajos artísticos, académicos y científicos. No se trata solo de incorporar el uso de las últimas tecnologías, se trata de usarlas en la formación del pensamiento crítico y creativo, como habilidades cognitivas claves.
La Universidad de Lima busca crear espacios para la experimentación, reflexión y discusión sobre los modos de incorporar las innovaciones tecnológicas. Para este fin ya existe la Oficina de Innovación y Calidad Educativa y, ahora, el Observatorio Tecnológico. Estas acciones no pierden de vista que formamos profesionales orientados a la excelencia, aún más, ciudadanos plenos, capaces de crear un futuro con integridad y honestidad para el bien común.
