La Universidad de Lima lamenta profundamente el fallecimiento de Ilse Wisotzki, su rectora emérita

El 2 de noviembre de este año, falleció la doctora Ilse Wisotzki, quien fue docente y rectora de la Universidad de Lima. La doctora Wisotzki fue gestora, académica y educadora de excepcionales dotes. Dedicó más de 48 años al desarrollo de esta Casa de Estudios y fue ejemplo de integridad, esmero, dedicación, transparencia, disciplina y sobriedad.

Ilse Wisotzki realizó sus estudios escolares en el Colegio Santa Úrsula. Luego estudió Filosofía y Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) donde también obtuvo el grado académico de doctora en Educación. Después, siguió estudios de posgrado en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Colonia y en el Instituto de Psicología de la Universidad de Bonn, gracias a una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico. Asimismo, estudió en la Facultad de Filosofía de la Universidad de Múnich gracias a una beca del Instituto Goethe.

Se inició en la docencia en el Colegio Santa Úrsula, donde llegó al cargo de directora. Luego ejerció la enseñanza universitaria en la PUCP y en la Universidad de Lima.

La doctora Wisotzki comenzó sus funciones en nuestra Casa de Estudios en 1967, cuando se encargó de las cátedras de Psicología General, Psicología Social, Propedéutica y Filosofía. También fue directora universitaria de Bienestar, directora del Programa de Estudios Generales y directora universitaria de Economía y Servicios Administrativos. Durante el ejercicio de sus labores, siempre sobresalieron su visión humanista y científica de la educación y su liderazgo, valores que contribuyeron de manera trascendental al desarrollo de la Universidad.

Fue rectora de la Universidad de Lima en los períodos 1977-1989 y 1994-2014. “Si no hay autonomía, si no hay libertad, si no hay pensamiento crítico, si no hay investigación, no hay Universidad”, señaló en su discurso inaugural el 29 de octubre de 1977. Esta elección la convirtió en la primera mujer en el Perú en lograr el cargo de rectora de una universidad.

Al término de su segundo período fue reconocida como rectora emérita de la Universidad de Lima en una ceremonia en la que el rector Óscar Quezada manifestó que “a una educadora excepcional corresponde un reconocimiento también excepcional. En ese sentido, es justo y necesario conceder por primera vez el título de rectora emérita a quien ha entregado gran parte de su vida a esta Casa de Estudios”.

A lo largo de su carrera, la doctora Wisotzki recibió más de un reconocimiento por sus méritos intelectuales y por su labor en la educación. Entre esas distinciones, resaltan las Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta otorgadas por el Ministerio de Educación del Perú y el Doctorado Honoris Causa en Letras otorgado por Saint Thomas University (Minnesota, Estados Unidos). Las municipalidades de Lima Metropolitana, San Isidro y San Borja reconocieron el aporte de la doctora Wisotzki a la comunidad, por lo que le otorgaron medallas cívicas y diplomas de honor. Por otro lado, el Consejo Nacional de Mujeres del Perú la distinguió con su medalla en el año 2000.

En la ceremonia de nombramiento de Ilse Wisotzki como rectora emérita, el doctor Quezada dijo:

“La impronta de la brillante gestión de Ilse Wisotzki nos rodea por todas partes, tanto en lo que se refiere al orden eficiente y eficaz de nuestro funcionamiento institucional, como en lo que respecta a la óptima calidad académica de las carreras y a la solidez de la infraestructura expresada en nuestro bello campus, llamado a convertirse en una verdadera ciudadela universitaria”.

En esa misma ceremonia, la doctora Wisotzki manifestó su vocación docente y su entrañable cariño por la Universidad de Lima en su discurso de aceptación, en el cual dijo:

“Los profesores que nos hemos ido incorporando a esta hermosa empresa de cultura tuvimos siempre la clara convicción de haber venido a continuar una tarea que entraña, sobre todo, vocación de servicio. Llegamos con la ilusión de entregar a nuestros jóvenes estudiantes lo más valioso que teníamos: el conocimiento y la experiencia. A cambio de esta entrega, los profesores hemos recibido, con creces, más de lo que dimos: prestigio, amistad, respeto y un reconfortante sentimiento de pertenencia a una comunidad digna, sana, vigorosa y estimulante, a la que podemos sentirnos cada día más unidos”.

La Universidad de Lima lamenta esta irreparable pérdida y agradece profundamente a su maestra por su gentileza y dedicación. Ella estará siempre presente en el quehacer diario de la comunidad universitaria y en los frutos que están por venir.