Todo lo que se necesita saber acerca del negocio del cine, la distribución de las películas, cómo participar en festivales, los costos de las producciones y su exhibición en diferentes plataformas se encuentra en el libro Financiamiento, distribución y marketing del cine peruano (segunda edición), de Augusto Tamayo y Nathalie Hendrickx, profesores de Comunicación de la Universidad de Lima.
En este trabajo, los docentes realizan también una recopilación de datos interesantes sobre las producciones cinematográficas peruanas en los últimos 20 años. Presentan muchos datos numéricos y estadísticas en una publicación que resulta muy útil e interesante para autoridades del mundo del cine y la cultura, productores, estudiantes de Comunicación y todo el público interesado en este fascinante tema.
El libro se presentará en la Feria del Libro, el sábado 28 de julio a las 20.00 horas en el Auditorio Clorinda Matto de Turner.
Este es el segundo libro sobre cine que escriben juntos.
Nathalie Hendrickx: Así es. Esta es una nueva edición, la primera se publicó en el 2008 y tenía que ver con el proceso de hacer cine en celuloide, con la complejidad que ello implica y la inversión necesaria. Ahora que ha cambiado tanto la forma como se produce cine, pensamos que había que ampliar la información.
¿Qué tipo de información brinda el libro?
Nathalie Hendrickx: Es una información viva de la historia de la ejecución de una película. El libro muestra la parte más funcional del cine, indica cómo se encara el proyecto, desde el guion hasta buscar el financiamiento, ver el tema de distribución y abrirse hacia afuera.
Augusto Tamayo: Tratamos de precisar qué piden exactamente las instituciones públicas que brindan apoyo al cine, cómo se trabaja en distintos países, qué mecanismos tiene el Estado peruano para fomentar el apoyo, etcétera.
Es como una guía.
Augusto Tamayo: Cumple una función de guía también, pero no solo es eso. Incluye información para el historiador y para quien quiera diseñar políticas.
¿Todo lo que se menciona es exclusivamente sobre el Perú?
Nathalie Hendrickx: No, hacemos una comparación con otros países muy interesante. El Perú es el cuarto país que más ha crecido en los últimos 20 años en participación del mercado y en asistencia de espectadores en América Latina. Esto debido a una serie de coyunturas, como la construcción de más salas de cine y más gente que tiene posibilidades de ver películas. En esa coyuntura, el productor peruano debe establecer una estrategia de marketing para hacer más conocida su película.
Augusto Tamayo: Consideramos que esta información es importante para que los productores sepan cuántas copias sacar, dónde colocarlas, en que épocas, de qué manera, etcétera.
Algunos cineastas lamentan el hecho de competir con grandes producciones estadounidenses.
Augusto Tamayo: Sucede que hay libertad comercial y uno debe entender esa lógica y adecuarse. El cine debe entenderse dentro del marco en el cual se desarrolla, es un negocio como cualquier otro y hay libertad de mercado. En cualquier momento puede venir una película con más potencial de venta que una peruana o de otro país y hay que tener en cuenta eso. De todas maneras, hay una enorme cantidad de producciones peruanas que han competido frente a las películas de grandes estudios estadounidenses y les ha ido muy bien.
Nathalie Hendrickx: El libro ofrece una serie de herramientas para saber cómo moverse en este mercado. Por ejemplo, si hay 630 pantallas en el Perú y en 300 se exhibe La Mujer Maravilla, el productor peruano debe pensar que tal vez le conviene enfocarse en un nicho y no en el gran público. La Casa Rosada entra en esta lógica, ya que es para un público más reducido, es decir, no va a competir con Avengers, pero debe manejarse lo mejor posible dentro de sus posibilidades. Se puede enfocar en algunas salas donde se piensa que va a tener éxito, no en un público inmenso, porque la película no está pensada para un público masivo.
¿Cuál es la mayor dificultad que enfrentan las producciones nacionales?
Nathalie Hendrickx: La duración en cartelera es siempre un problema y el mercado está más duro cada vez. A lo largo de 365 días se estrenan cerca de 260 películas, cada jueves entran 5 películas nuevas.
Augusto Tamayo: Los cineastas pedimos que nos dejen más tiempo, pero las salas quieren poner una nueva película para tener la sala más llena; este es un negocio y los dueños de las salas quieren optimizar el uso de la sala para obtener más ganancias.
¿Eso sucede solo aquí o también en otros países?
Nathalie Hendrickx: En todas partes. En Estados Unidos no solo los grandes estudios producen películas, también está el cine independiente, que sufre igualmente para ingresar al mercado. Están, por ejemplo, Tully, Juno y otras producciones que pasan por esas dificultades.
¿Qué se hace en estos casos?
Augusto Tamayo: El productor tiene que hacer su tarea. La película no va a andar por sí sola, debe trabajar los afiches, tráileres, redes sociales, todo lo necesario para que el filme tenga visibilidad. Este es un negocio complicado, el productor debe hacer un trabajo serio, dedicado y esforzado para lograr su objetivo. Por eso este libro tiene como propósito ser una herramienta para diseñar la forma de alcanzar ese objetivo.
Nathalie Hendrickx: Ahora hay tanta producción de películas que el problema es la distribución. Además, hay que probar suerte en los festivales, se proyectan solo 12 películas en un festival, pero las candidatas son muchas más. A Cannes, por ejemplo, van películas de todo el planeta.
Como mencionaron, el tiempo en cartelera es muy corto y a veces no se logra el éxito esperado. ¿Qué opciones tienen los productores en este caso?
Augusto Tamayo: Se puede recurrir a otras plataformas, si la película no funcionó en cines. Se puede intentar en Netflix, HBO o Fox. Esas son buenas ventanas, pero hay que conocer su funcionamiento. Hay una variedad grande de mercados fuera de las salas de cine, donde si uno trabaja bien puede tener rentabilidad. Incluso es importante presentar la película en concursos: los premios son plataformas de marketing, son un mecanismo de presencia e inserción.
Nathalie Hendrickx: Además, los productores necesitan saber cuánto se invierte en una estrategia de marketing para lanzamientos, cuánta pauta se debe comprar, si vale la pena o no, etcétera.
¿Qué producciones peruanas han sido las más taquilleras de la historia?
Nathalie Hendrickx: Entre las peruanas, Once machos fue la más taquillera el año pasado. Asu mare 2 fue la más vendida en el Perú, incluyendo a las extranjeras, duplicó en taquilla a las americanas, inclusive. En la historia del cine peruano, las cinco películas más taquilleras son: Asu mare 2, Asu mare 1, A los 40, Locos de amor y La fuga del Chacal.
La mayoría son comedias.
Nathalie Hendrickx: Sí. No se hacen tantas películas de acción, porque son caras, aquí funciona mucho la comedia.
¿Y cuáles han sido las películas peruanas más costosas?
Augusto Tamayo: Algunas de las películas peruanas caras han sido La teta asustada, Asu Mare 2 y Siete semillas. En su momento, Pantaleón y las visitadoras fue muy costosa, se invirtieron como 700.000 dólares, lo cual sigue siendo un gran presupuesto hoy en día. Aunque para Argentina eso no es mucho.
¿Y cuál es el promedio de costos para una producción?
Augusto Tamayo: En promedio, una película peruana puede costar 300.000 dólares. El Estado da 170.000 dólares como premio a la producción de una película, más o menos. Pero hay costos que se ejecutan en cash, hay cosas que no se cobran. Incluso, hay gente que hace películas con 5.000 soles, con la ayuda de todos sus amigos. Todo esto también se menciona en el libro.