Bibliotecóloga Ulima expone en la Universidad de Buenos Aires

Nelva Quevedo, jefa del Departamento de Gestión de Servicios al Usuario de la Biblioteca Ulima, expuso el 30 de mayo en el Instituto de Investigaciones Bibliotecológicas (INIBI), adscrita a la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (UBA), el modelo de formación de usuarios que desarrollamos y aplicamos en las capacitaciones dirigidas a nuestros estudiantes, docentes e investigadores. La exposición fue en respuesta a una invitación de Elsa Barber, directora del INIBI, para dar continuidad a una jornada de intercambio académico realizada en 2019 entre el equipo de la Biblioteca de la Universidad de Lima y el profesor Ignacio Mancini, del Departamento de Bibliotecología y Ciencia de la Información de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.

Durante su exposición, Quevedo destacó la importancia de la lectura crítica en un contexto marcado por el fenómeno de la desinformación. Para eso, se refirió al estudioso Daniel Cassany, quien afirma que leer críticamente no es solo comprender lo que se lee, sino, además, leer el contexto, la ideología, el punto de vista, la intención y la argumentación que apunta el autor. La expositora remarcó que, en este mundo digital tan complejo, la lectura crítica en los procesos de localización, búsqueda, evaluación, etc., de fuentes de información fiables cobra un rol fundamental.

En tal sentido, enfrentar este escenario, enfatizó Quevedo, es un reto para los profesionales de la información en el modo de abordar su actividad formadora.  Debido a eso, destacó la necesidad de que la formación de usuarios en las bibliotecas requiera que se apele a la pedagogía universitaria moderna, que implica “saber conocer”, “saber hacer” y “saber ser”.

Quevedo también se refirió a la integración del modelo de formación de usuarios con el modelo educativo y el plan estratégico de la Universidad de Lima. Igualmente, trazó una línea del tiempo de la implementación del plan de formación de usuarios desde el 2010 hasta la fecha. En ese sentido, se han realizado estudios para medir el uso de las bases de datos y la percepción de los servicios y productos de la biblioteca, así como las tendencias de lectura en soporte impreso y digital.

Asimismo, Quevedo manifestó que, como resultado de los diagnósticos realizados, se incrementó notablemente el uso de las bases de datos, y la demanda de talleres y cursos de capacitación. Sin embargo, reveló que el planeamiento de las capacitaciones, la metodología y las estrategias aplicadas no respondían a los criterios educativos de la Universidad, por lo que era necesaria la conexión de la Biblioteca con el sistema académico, a través de los instrumentos propios de la enseñanza-aprendizaje en la educación superior.

Seguidamente, describió el modelo a través de la explicación del enfoque por competencias y la teoría que la acompaña, e indicó que en el modelo la actividad es la formación de usuarios y la competencia por desarrollar se denomina gestión de la información. La competencia se logra de manera gradual desde que el estudiante ingresa hasta su egreso. Quevedo indicó que el propósito del modelo es que al final el usuario, de manera autónoma, aplique un conjunto de conocimientos, habilidades y disposición personal para un desempeño efectivo en actividades relacionadas con la planificación, localización, búsqueda, evaluación, selección y organización de la información ante cualquier situación que se presente en contextos variados y reales de la vida cotidiana y académica. A estos aspectos se le suma la responsabilidad en el manejo de la información.

Finalmente, luego de explicar los diversos pasos del modelo, enfatizó, a modo de reflexión, que la conexión de la biblioteca universitaria con el sistema académico implica dejar atrás la formación de usuarios a través de charlas masivas expositivas centradas solo en lo procedimental. Igualmente, destacó que es necesario que cualquier modelo que se aplique en la actividad formadora de usuarios esté comprometido con el desarrollo de competencias en la gestión de la información que integre, además del “saber hacer”, el “saber conocer” y el “saber ser”.

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