El Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima (RespondeUL) organizó, el viernes 25 de marzo, el webinar “La empresa BIC en el Perú. Innovación temática para la formación en desarrollo sostenible”, un evento realizado en el marco del proyecto Change The Climate: Assuring the Quality of Environmental Strategies in Latin-American Higher Education de Erasmus+, proyecto en el que participa nuestra Universidad, que promueve la implementación de estrategias de educación superior para el desarrollo sostenible.
Alfredo Estrada, director de RespondeUL, estuvo a cargo de la inauguración del evento y resaltó la importancia de inculcar en los alumnos la idea del desarrollo sostenible. El director dijo:
“Este es el inicio de una serie de actividades impulsadas por el Centro de Sostenibilidad, pero realmente protagonizadas por toda la comunidad universitaria. Nos parece muy interesante, cuando hablamos de formación en desarrollo sostenible, hablar de los procesos nuevos de formación que ponen al centro al estudiante. Pero, en este particular espacio en el que el desarrollo sostenible cobra un rol más visible y de mayor impacto, dadas las necesidades locales, regionales y mundiales que tenemos, estamos convencidos de que el rol del docente es clave: sin un docente convencido, motivado, culturizado en el desarrollo sostenible dentro de los ejes de la Agenda 2030, transmitir conocimiento a los estudiantes nos parecería más retador”.
Juan Diego Mujica, jefe (e) del área de Responsabilidad Corporativa del Centro de Sostenibilidad de la Universidad de Lima, estuvo a cargo de la ponencia “Las empresas BIC en el Perú: impacto académico”, un nuevo modelo empresarial que promueve que las empresas privadas tengan un impacto económico, social y ambiental en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Mujica, quien fomentó la promulgación de la Ley BIC en nuestro país, señaló que la promulgación de esta ley ha fortalecido el desarrollo del cuarto sector en el Perú –integrado por empresas que, buscando rentabilidad y repartiendo utilidades a sus socios, otorgan la misma importancia a solucionar problemas públicos sociales y ambientales desde la actividad privada–, lo que ha tenido como consecuencia directa el reconocimiento legal a las empresas con propósito.
El expositor señaló que son elementos esenciales la inclusión de un propósito de beneficios social y ambiental en el estatuto, la ampliación de los deberes y protecciones de los directores y administradores, y la transparencia de información a través de un reporte de gestión.