Claudia Oliveros veía con mucho interés las campañas publicitarias que se desarrollaban en Argentina desde que estudiaba Comunicación en la Universidad de Lima. Un día, luego de reunir experiencia profesional en nuestro país, decidió emigrar y viajó a Buenos Aires. Allí trabajó en algunas agencias de publicidad y, luego de ocho años, se fue a Uruguay, donde actualmente se desempeña como responsable de Marketing y Transformación Digital en la cadena de supermercados El Dorado.
¿Podrías comentar en qué trabajabas antes de salir del país?
Mis primeros trabajos fueron en agencias de publicidad. Estuve en tres muy reconocidas internacionalmente. Siempre he trabajado en el área de cuentas, donde he manejado una diversa y amplia cartera de clientes en diferentes rubros, orientada a potenciar la imagen de las empresas. Algunas empresas con las que empecé a trabajar en el Perú fueron Alicorp, Rokys en sus distintas unidades de negocio (no solo la pollería, sino también el restaurante Rodizio), los karaokes Sopranos, los hoteles Los Portales, el centro comercial Jockey Plaza y Topitop, entre otras marcas nacionales. Asimismo, llevé la cuenta de Falabella, no solo para el Perú, sino también para Colombia y Chile, que tenía centralizadas las estrategias de la región. Había que interactuar mucho con otros países. Con los conocimientos adquiridos en la Universidad de Lima y con la experiencia laboral que tuve, me forjé una base sólida para cuando decidí emprender mi camino hacia el exterior.
¿Cuándo decidiste migrar?
En el 2013 me fui a Buenos Aires. Yo había terminado la carrera en el 2010. Quise adquirir más conocimientos y aprender de otras culturas, justamente en Argentina, que en ese momento era muy importante en la publicidad. Fue así que continué mi trayectoria laboral en ese país. A las dos semanas de llegar, me inserté en el mundo laboral. Llegué a una agencia de publicidad boutique con una buena base de conocimientos y de experiencia. Haber trabajado en agencias internacionales y haber manejado cuentas de distinta índole, con un abanico de clientes de diferentes ámbitos, me ayudó a comunicarme y relacionarme exitosamente con los clientes, con los proveedores externos, con otras productoras y diseñadores, e incluso con otras agencias del medio. Mi experiencia en el Perú, tanto académica como profesional, me sirvió muchísimo para insertarme en un nuevo ámbito sociocultural.
¿Cuánto tiempo viviste en Argentina?
Estuve ocho años en Buenos Aires específicamente. Trabajé en tres agencias de publicidad. Acompañaba a lograr distintos objetivos de empresas como Falabella, Natura, Toyota, entre muchas otras. Recuerdo que trabajé también con una de las principales cadenas de supermercados de la capital y con una marca mexicana. En el 2020 nos cayó la pandemia y se dio una situación compleja para todos, pero yo lo sentí especialmente así en Argentina, porque en ese momento tenía una situación sociopolítica bastante complicada. De pronto, tuve la oportunidad de emigrar a otro país, donde vivo actualmente, Uruguay. Este país tiene una economía muy estable y ofrece muchas oportunidades. A mí me contactaron de un supermercado nacional, El Dorado, donde trabajo desde hace casi tres años, en Punta del Este. Yo siempre había vivido en las capitales, donde hay un movimiento distinto que en el interior del país. De manera que ese fue un desafío que asumí al mudarme. Pasé por un proceso de adaptación y entendimiento de las reglas de juego, y me va muy bien.
¿Qué características podrías destacar de El Dorado?
Esta es una marca de supermercados de gran trayectoria. He encontrado aquí un comportamiento distinto entre los consumidores, lo que me obligó a aplicar estrategias mucho más específicas.
¿Qué diferencias podrías detallar entre el trabajo que hacías en ciudades capitales y este que realizas en el interior?
No es lo mismo hablar de una comunicación para las grandes urbes que para el interior del país. Me encontré con un comportamiento distinto de los consumidores, con hábitos de consumo diferentes y donde era necesario aplicar estrategias más específicas. Tal vez este es un público un poco más reservado, pero hay que entenderlo y acompañarlo. Para nosotros es una necesidad acercarnos al consumidor. Acá hay cierta desconfianza respecto de las compras por internet, por eso hay que darle un buen servicio al cliente, estar atentos a cualquier reclamo o ver si requiere una asesoría, y esto por diferentes vías, a fin de tener un contacto seguro con el cliente y hacerle ver que puede confiar en la empresa.
¿Qué hiciste desde que llegaste a esta compañía hasta el día de hoy?
Soy responsable de Marketing y Transformación Digital. Desde que empecé aquí, he buscado contacto con el cliente porque quería entender sus necesidades y transmitírselas al equipo creativo. Sigo con ese enfoque hoy en día, y además desarrollo piezas de comunicación para la televisión, la radio y catálogos. Aquí ya no estoy en una agencia de publicidad, sino en una empresa, y trabajo directamente con las distintas áreas para generar estrategias que sirvan para atraer a las personas y generar un mayor volumen de ventas. Nosotros apuntamos al consumidor final, diseñamos estrategias de comunicación y nos adaptamos a sus hábitos de consumo, además de generar novedades y contenido atractivo. Yo uso mucho las redes sociales y la página web.
¿Qué es lo más destacado que has podido lograr en transformación digital?
En los últimos años, hemos elevado mucho las ventas online. Este ha sido un trabajo grande, que se ha conseguido con una propuesta llamativa que nos ha permitido llegar a las personas para mostrarles que es práctico y fácil ingresar a una página web, hacer clic y esperar a que los productos lleguen a la puerta de su casa. Es importante que los usuarios sepan que detrás de una página web hay una persona a la que se puede llamar para que les ayude y despeje cualquier duda. Cuando ingresé a la empresa, el supermercado no tenía página web. Tuvimos que desarrollarla y hacer los procesos seguros.
¿Cómo van las ventas online ahora?
Todo ese trabajo se refleja en las ventas definitivamente. El primer año fue prácticamente nulo, pero fue un año para acercarnos a las personas, hacerles cambiar el hábito de consumo y demostrarles que la solución está cerca de ellos. Actualmente, las ventas online no tienen la misma magnitud que las ventas realizadas en la tienda física, pero cada vez aumenta el número de personas que confía y adquiere la costumbre de comprar virtualmente, en un canal donde a veces encuentra mejores promociones o se beneficia por la diversidad de productos.
¿Qué características tuyas facilitan tu trabajo?
Tengo una gran facilidad para adaptarme a diferentes situaciones y ámbitos socioculturales. Por otro lado, siempre me ha gustado aprender por mi cuenta. Le agradezco a la Universidad de Lima porque me formó para aceptar desafíos, tener autonomía, tomar decisiones y enfrentar los problemas.
¿Qué haces cuando no trabajas?
Uruguay es un país donde uno puede equilibrar mucho la vida personal con la laboral. La gente disfruta el contacto con la naturaleza y esos placeres que te da la vida, como estar en el campo, ver el mar y contemplar un atardecer. Me gusta mucho hacer yoga al aire libre, salir a caminar por la playa, montar a caballo. Aquí tengo sierra, playa y ciudad. Todo eso me gusta.
¿Cómo te fue como estudiante en la Universidad de Lima?
Recuerdo la etapa universitaria con mucho cariño. Mi historia en la Universidad comenzó en la Pre Lima. Luego estudié la Carrera de Comunicación y me especialicé en Publicidad y Marketing. Cuando estaba en el último año me puse a trabajar en agencias de publicidad. En la Ulima siempre me sentí bastante respaldada, porque la Universidad me brindó todas las herramientas necesarias para desarrollarme en cualquier ámbito y me ayudó a trabajar para empresas de distintos rubros, e incluso fuera del país. Más allá de lo profesional, siento que también me inculcó valores y estoy muy agradecida por eso. Además, lo veo reflejado en la maravillosa red de amigos que hice en la Universidad. Ahí pude desarrollar habilidades sociales y siento que gracias a eso hoy puedo desenvolverme en cualquier ámbito cultural.