Después de reunir una buena experiencia en la industria de productos de limpieza y desinfección industrial, en una empresa familiar, Bruno Jácobo decidió abrir su propio negocio de productos de limpieza, bajo la marca Sanimax. Durante la pandemia, tuvo un éxito especial un desinfectante con base en amonio cuaternario que lanzó al mercado. Fue por este negocio que ingresó a la lista de Forbes de las 100 mejores startups peruanas.
Bruno es comunicador por la Universidad de Lima y actualmente vive en Colombia, donde es director de Expansión de la empresa, y está en una etapa de investigación de mercado y de integración de nuevos miembros que aporten al negocio. Además, ha abierto una agencia de marketing para el desarrollo de contenidos, del marketing digital y de la marca personal.
¿Podrías comentar cómo te ha ido con Sanimax y el producto desinfectante que vendiste durante la pandemia?
Sanimax tiene ya tres años en el mercado. Durante la pandemia, logramos posicionar muy bien uno de los productos de Sanimax, el desinfectante. Luego, cuando se abrió el mercado, se eliminaron las restricciones y se volvieron a abrir las tiendas, tuvimos un bajón en ventas y por eso adoptamos otras estrategias. En el 2022, decidimos entrar al mercado masivo, ya que los restaurantes estaban muy golpeados y muchos habían cerrado. Así, ingresamos al mercado doméstico a través del mercado online. Desarrollamos una web que trabajamos con la ayuda de una agencia y, el año pasado, en los últimos seis meses, tuvimos un crecimiento bastante interesante.
En paralelo, teníamos varios proyectos corporativos grandes y logramos cerrar un par de negocios importantes con el grupo Primax, en las tiendas Listo, que actualmente usan nuestro desengrasante y otro producto. Además, hace poco logramos cerrar un convenio con la marca Coolbox para que comercialice una marca blanca de ellos fabricada por nosotros.
Dicho esto, hicimos una reestructuración en la empresa porque ahora vivo en Colombia y mi socia asumió la gerencia general, ya que ella está en Lima. Yo vine a Colombia con la intención de abrir el negocio aquí. Estamos en la etapa de investigación de mercado y de ver qué productos son más apropiados en este país.
Hasta el momento, ¿cómo ves las posibilidades en Colombia?
Estoy trabajando en la integración de personas que sumen sus conocimientos al negocio. Ayer, por ejemplo, estuve en Cali y vi una gran posibilidad de que se una al negocio un ingeniero químico colombiano que tiene unas patentes y desarrollos en productos con el formato de pastillas efervescentes orgánicas. Incluso, tenemos un potencial socio que ha trabajado en el desarrollo de productos de limpieza. Espero que podamos entrar al mercado en un par de meses, más o menos.
El producto desinfectante de Sanimax tuvo una utilidad especial en la pandemia, pero no deja de ser útil ahora mismo, ¿verdad?
No, claro que no. En la pandemia nos enfocamos mucho en el desinfectante, porque era lo que la gente necesitaba, pero ahora Sanimax tiene una línea completa de productos de limpieza (sacagrasa, multiusos, sacasarro, etcétera). Y se lanzará al mercado un desengrasante pensado para limpiar parrillas, que es el que se consume en la cadena Listo —en casi 250 locales— para el desengrasado de sus hornos y planchas. Una de las ventajas de este producto es que, al tenerlo en sachets, se puede dividir la dosis y repartir los sachets entre todas las tiendas, con lo que se evita transportar galones a cada punto de venta.
¿Qué posibilidades ves en el mercado colombiano?
Las posibilidades son muy grandes. Colombia es mucho más grande que el Perú desde el punto de vista digital. La penetración del e-commerce, el pago con tarjeta y la venta minorista retail son muy significativos aquí. Hace tres semanas, estuve en Medellín, en la feria de e-commerce más grande de Latinoamérica, y encontré nuevas tecnologías y herramientas. La gente busca productos, y la categoría de limpieza en retail es mucho más amplia aquí que en el mercado peruano. A diferencia de nuestro país, en Colombia esta categoría se vende en gran medida a través del canal digital. Además, en el Perú hay muchos desafíos logísticos para llegar a provincias, y solíamos utilizar el pago a contra entrega, que es común en Latinoamérica debido al temor de pagar con tarjeta de crédito. En Colombia, los costos logísticos son mucho más bajos, y hay más operadores, hubs logísticos y empresas de última milla, lo que genera una mayor competencia y costos más bajos.
¿Cuáles fueron tus trabajos anteriores?
Trabajé en una empresa familiar dedicada a productos de limpieza industrial durante casi quince años. Llegué a ser gerente comercial regional, y abrí el mercado colombiano hace unos seis o siete años, además del ecuatoriano. Mientras estuve en esa empresa, reestructuré el área comercial, que tenía más de setenta personas y facturaba más de tres millones de dólares al año. Esta experiencia me sirvió para entender la formulación y el desarrollo de productos, y para penetrar en el mercado con un nuevo artículo.
Sanimax representó un nuevo reto en su momento, ya que no tenía experiencia en el mercado de consumo masivo. Sin embargo, a través de la identificación de necesidades, me enfoqué en la concepción y el desarrollo de productos , y me centré en temas de impacto y de rendimiento. Dejé la empresa familiar en 2019 o 2020 para fundar Sanimax, que tiene tres años en el mercado y con la que ingresé a la lista de Forbes de las 100 mejores startups peruanas. Hemos alcanzado estabilidad como pequeña empresa, lo que nos brinda tranquilidad. El equipo en Lima consta de cinco personas y mi rol actual es el de director de Expansión.
Además, gestiono una consultora de marketing digital, una pequeña agencia que trabaja en desarrollo de contenidos, redes, marketing digital y marca personal. En los últimos dos o tres meses, hemos tenido una buena aceptación en la comunidad peruana en Colombia, donde trabajo con restaurantes peruanos. Hay un mercado considerable, y estoy contento porque esta labor me ayuda a avanzar en lo que ya hacía en Sanimax, tanto para la empresa como para otros clientes.
¿Cómo fue tu experiencia en la Universidad de Lima y qué te pareció tu carrera?
Estoy muy agradecido con la Universidad de Lima. Sin la base que me dio, no podría tener un orden para hacer las cosas. Yo estudié la Carrera de Comunicación hace más de diez o quince años y, aunque las comunicaciones han evolucionado, ya que la tecnología y el marketing han avanzado rápidamente con la aparición de nuevas tecnologías, la base que me dio la Universidad de Lima fue muy buena y me da la posibilidad de seguir aprendiendo. Yo me especialicé en Publicidad y Marketing, y he aplicado mucho de lo que aprendí en mi viaje emprendedor.
