Pasión por el deporte

Como jefe polideportivo del Club Universitario de Deportes, Fabrizio Acerbi Medicina es responsable de la dirección estratégica de tres disciplinas: vóley, fútbol sala y fútbol femenino. Se encarga de la contratación de los deportistas, del comando técnico, de la evaluación de jugadores, de elaborar presupuestos, gestionar las operaciones logísticas de cada disciplina y coordinar con las áreas de comunicaciones, finanzas, y administración del club para brindar las mejores condiciones de entrenamiento a los deportistas.

El trabajo es bastante arduo, pero se siente muy bien por cumplir sus responsabilidades, obtener buenos resultados y dedicarse a lo que le apasiona. Él es comunicador por la Universidad de Lima y magíster en Gestión Deportiva por la Universidad Autónoma de Barcelona.

¿Cuáles son los logros que has obtenido junto con todo tu equipo, como jefe polideportivo del Club Universitario de Deportes?
En el vóley, volvimos a primera división después de 12 años, e hicimos una buena temporada. En fútbol femenino, venimos de ser campeones nacionales el año pasado y de batir el récord de asistencia en fútbol femenino a nivel sudamericano, con 44 000 personas en la final, en el Estadio Monumental. Gracias a que salimos campeones, fuimos a la Copa Libertadores, que se llevó a cabo en Colombia. En futsal, hemos llegado dos años seguidos a la final, algo que el club no conseguía desde hace 16 años. Aunque perdimos las dos finales, hemos conseguido resultados importantes, lo que ha demandado bastante trabajo con el equipo.

¿De qué manera apoyas en la consecución de estos logros deportivos?
Para empezar, lo más importante es la conformación de un plantel. Elegir jugadores que estén dentro del presupuesto y que cumplan con ciertas características y valores que el club busca en cada disciplina. No se trata solo de contar con buenos jugadores, sino que también deben ser buenas personas y profesionales. No siempre es fácil que ambas cosas coincidan. Lo mismo aplica para el comando técnico; necesitamos grupos que hayan conseguido logros importantes o que tengan potencial para lograrlos, y que estén alineados con el proyecto del club. Todo esto, por supuesto, dentro de un orden estructural, financiero y administrativo.

¿Cómo es tu labor de coordinación con otras áreas del club?
Siempre estoy en comunicación con los gerentes del club. Por ejemplo, con el gerente de comunicaciones, para cualquier tipo de publicación o entrevista que vayan a tener los deportistas. También debo mantener la línea para las entrevistas que yo mismo doy a medios, que deben ser aprobadas por el área de Prensa. Además, con Marketing gestionamos los patrocinios de cada una de las disciplinas, revisamos cómo van y cómo se gestionan. Necesito proporcionar los requerimientos para que el área de Marketing pueda conseguir esos patrocinios, tanto en lo económico como en lo logístico. Un ejemplo son los convenios que llevamos a cabo con aerolíneas, a fin de que las integrantes del fútbol femenino puedan viajar y el equipo tenga una mejor calidad de traslado. Todo esto se realiza con un presupuesto definido y aprobado.

¿Cómo fue tu experiencia de estudios en gestión deportiva, en España?
Me fue muy bien en la Universidad Autónoma de Barcelona. Tuve la suerte de hacer prácticas en la Asociación de Clubes (ACB), que es la entidad más importante de baloncesto en ese país, y una de las más importantes en el mundo. Eso me dio un primer acercamiento a la gestión deportiva. Tuve la oportunidad de participar en la organización de un evento internacional, la Copa del Rey de Baloncesto en el País Vasco. Me encargué de todos los patrocinios. Fue una experiencia muy buena.

Después de esa práctica volviste al Perú. ¿Qué oportunidad se te presentó aquí?
Regresé al Perú, efectivamente, porque siempre soñé, y todavía lo hago, con aportar al sistema deportivo peruano para que el país crezca en la gestión deportiva y se apoye a nuestros deportistas. En el Perú, recién despegamos en este tema y es muy necesaria la gestión deportiva en todas las disciplinas. A mi retorno al país, en cuanto llegué, comencé a trabajar en IdeaSport, una agencia dedicada a la gestión deportiva. Manejaba la parte comercial, conseguía patrocinios para los canales y los programas. Luego, trabajé en la Liga Deportiva, una empresa que organiza eventos corporativos como olimpiadas para empresas. Ahí ya veía un poco más de gestión deportiva. 

Después, pasé a trabajar en la Municipalidad de Miraflores como gestor deportivo, hasta que recibí la propuesta del administrador de la 'U', en septiembre del 2021, para encargarme del polideportivo. Acepté sin pensarlo dos veces, porque era el mayor reto de mi carrera hasta ese momento y una oportunidad para avanzar en mi sueño de aportar al sistema deportivo peruano. Desde el Club Universitario, aporto con un grano de arena en las tres disciplinas que mencioné anteriormente y propicio mejores condiciones laborales y de entrenamiento para los deportistas. Mi objetivo es que cada vez sean más los profesionales y que las condiciones para las futbolistas se parezcan más a las del fútbol masculino, que cuenta con muchos recursos.

¿Qué tipo de mejoras has implementado?
Para empezar, me preocupo por que las chicas tengan un buen campo donde entrenar, ropa deportiva adecuada y una retribución económica recibida puntualmente, todo esto en coordinación con las respectivas instancias del club. Si más adelante una deportista ingresa a la selección peruana, está bien entrenada, descansada, nutrida y económicamente respaldada, entonces rendirá más y la organización crecerá.

¿Cuánta presión supone tu trabajo?
No recuerdo cuándo fue la última vez que me fui de vacaciones y apagué mi celular (risas). Trabajo hasta en Fiestas Patrias, porque necesito estar al tanto de todo. Y me encanta. Este no es un trabajo con horario de oficina. Estar en un club como el de la 'U' es muy bonito, y quiero conseguir resultados deportivos. De mi trabajo dependen muchas otras personas, cualquier mala decisión tiene un costo alto. Es una presión que disfruto, que yo mismo me impongo, porque amo lo que hago. Soy un apasionado del deporte. Disfruto estar en un club que crece constantemente y es uno de los más grandes del país y de Sudamérica. Me gusta venir a ver los entrenamientos, estar en cada parte del proceso, hacer los fichajes, etcétera.

¿Cómo te ayuda tu carrera de Comunicación en este trabajo?
Elegí la Universidad de Lima para estudiar Comunicación porque es la mejor universidad para llevar esta carrera en nuestro país. Y lo hice con miras a especializarme en un campo vinculado con la gestión deportiva, lo que hice en la Universidad Autónoma de Barcelona, en España. Entré y, año y medio después, terminé con el grado de magíster en Gestión Deportiva.

Siempre digo que estoy muy agradecido con la Universidad de Lima porque me dio una formación integral. No dejo de ser un comunicador dentro de mi trabajo. Cuando salgo a declarar a un medio de prensa, sé cómo funciona y puedo proyectar por donde van a ir las preguntas, porque adquirí ese conocimiento durante mis estudios.

En la Universidad viví muchas experiencias que me enriquecieron, me desvelé para hacer trabajos y estudiar, y tuve una muy buena relación con profesores y alumnos. La Ulima es responsable en gran parte de mi formación integral como persona y como gestor. Además, recuerdo que fui parte de la selección de fútbol durante dos años y medio. Fue muy gratificante representar a mi universidad en este deporte.