En el 2022, con la idea de reducir los altos costos operativos y las emisiones nocivas de las motos, Yahir Alcázar Allen, abogado por la Universidad de Lima, fundó Motobros. Esta es una tienda de motos eléctricas, con la que Yahir contribuye a brindar una solución sostenible para conductores de estos vehículos, desde usuarios particulares hasta mototaxistas y repartidores.
En su camino, ha encontrado cierta resistencia al cambio, además de falta de incentivos para la compra de estos vehículos más amigables con el ambiente. No obstante, va por buen camino gracias a las alianzas estratégicas que ha forjado.
¿Qué te inspiró a fundar una tienda de motos eléctricas?
Me inspiró la necesidad de ofrecer una solución sostenible a los conductores de motos en general, ya sean conductores que usan una moto como medio de transporte particular o quienes la utilizan como herramienta de trabajo, como los mototaxistas y los conductores de reparto. Este último grupo es el más afectado por los altos costos operativos de los vehículos que en la actualidad utilizan combustible, lubricantes, mantenimientos y repuestos. Fundé la empresa a inicios del 2022, con la visión de mejorar la calidad de vida de estos conductores y contribuir al cuidado del medioambiente, mediante la comercialización de motos de alta calidad que no producen emisiones nocivas.
¿Cuál es tu visión sobre el futuro de la movilidad eléctrica?
Mi visión es que la movilidad eléctrica se convierta en la norma, y proporcione alternativas innovadoras y sostenibles para que accedan a ella todos los sectores, y la condición económica no sea una barrera de entrada. Espero ver un futuro donde las motos eléctricas sean predominantes, y se reduzcan la contaminación y los costos operativos de los conductores.
¿Cuáles son los mayores desafíos que has enfrentado al introducir motos eléctricas en el mercado y cómo los has superado?
El mayor desafío que hemos enfrentado es la resistencia al cambio de los conductores que están acostumbrados a los vehículos de combustión interna. En segundo término, la falta de incentivo estatal para incrementar la movilidad eléctrica en el Perú. En países más desarrollados, el gobierno subsidia la compra de estos vehículos, y en otros países de la región se han exonerado algunos impuestos para fomentar este tipo de transporte. Debido a esas medidas, hoy esos países nos llevan una ventaja importante respecto a una movilidad cada vez más sostenible. En comparación, el Perú es uno de los países más atrasados en la región en este tema.
Para superar este desafío, abordamos a las empresas y no a los conductores directamente. Nos enfocamos en transmitir a las organizaciones que poseen alguna flota de motos que la movilidad eléctrica les trae grandes ahorros y les ayuda a cumplir sus métricas de sostenibilidad. Obtenemos una mejor respuesta si lo planteamos de ese modo. Creemos que esa es la forma de abordarlo en un primer momento hasta que se comiencen a ver más motos eléctricas circular por la ciudad. Eso hará que las personas tengan un mayor contacto con ellas y que cada vez más gente opte por un vehículo eléctrico.
¿Qué ventajas ofrecen tus motos eléctricas en comparación con las tradicionales de gasolina y otras alternativas eléctricas disponibles?
Las ventajas que tiene una moto eléctrica en comparación con una moto de gasolina son diversas. A los conductores les ofrecen grandes ahorros operativos. Por ejemplo, las motos que hemos traído se cargan completamente con menos de un sol y tienen una autonomía de 80 kilómetros de distancia. Recorrerla en una moto de gasolina supone un costo en combustible de entre seis y ocho soles.
Además, las motos eléctricas tienen aproximadamente 2000 piezas menos que una moto de gasolina; en ese sentido, el costo en mantenimientos y repuestos disminuye de manera considerable. No llevan aceite, lo que también tiene un impacto importante en el costo operativo de los vehículos.
Finalmente, nuestras motos son de cero emisiones. Una moto de similares características a las nuestras, pero de gasolina, genera más de cuatro toneladas métricas de CO₂ al año. Respecto a otras motos eléctricas del mercado, las nuestras son las primeras que no son de procedencia China, provienen de India. Son confiables, resistentes y duraderas. Tienen una batería de litio con 2000 ciclos de carga y son removibles para que puedan cargarse donde más se acomode.
¿Cómo te va con este negocio?
Las motos tienen cada vez más acogida en el mercado. Hemos logrado establecer importantes alianzas y programas de incentivos que han facilitado la adopción de nuestras motos eléctricas. La respuesta de las empresas con las que trabajamos va cada vez mejor, y vemos un crecimiento sostenido en nuestra comunidad de usuarios.
Aparte de tu negocio propio, ¿en dónde has trabajado?
Estudié Derecho en la Universidad de Lima, profesión que ejercí por más de doce años en empresas transnacionales y en el estudio más importante del país. He visto derecho administrativo, corporativo, contratos, entre varias otras ramas del derecho. Creo que he tenido diversas experiencias significativas a lo largo de mi carrera, pero si tuviese que escoger una, sería la de implementar una norma que era transversal para toda la compañía con más de 3000 empleados. Para eso, se conformó un comité con participantes de cada una de las diferentes áreas de la compañía; yo lideré el proceso, a pesar de que no tenía mucho tiempo en la profesión. Al final, se implementó correctamente y lo que aprendí fue la importancia de ser empático con las personas y de entender sus motivaciones y los diferentes puntos de vista. Considero que eso fue crucial para llevar a cabo un proyecto minucioso que implicaba muchas áreas y personas.
¿Qué ventajas te dio estudiar derecho para abrir este negocio?
Estudiar esta carrera me proporcionó una sólida base en derecho administrativo, en particular en temas relacionados a municipios, que sigo de cerca para fomentar la movilidad eléctrica también por esa vía. En cuanto a temas contractuales, he firmado un acuerdo de exclusividad con la marca de las motos y diversas alianzas que le traen beneficios a nuestra comunidad de conductores. También, me ayudan las estrategias de negociación que aprendí, por ejemplo, para resolver temas de aduanas y otros. Pero, sobre todo, la carrera me ayudó a comunicarme con diferentes tipos de personas. Considero que eso ha sido lo más significativo e invaluable en la gestión y expansión de Motobros.
¿Qué recuerdos tienes presentes de la Universidad de Lima?
Guardo recuerdos muy gratos de la Universidad, donde no solo adquirí conocimientos académicos, sino que también forjé amistades y redes profesionales que han sido valiosas a lo largo de mi carrera. En general, mi etapa universitaria fue enriquecedora y formativa, me brindó las herramientas y la confianza para emprender. El año pasado, tuve la oportunidad de participar en el concurso de emprendimiento organizado por Innova Ulima, y quedé finalista.