“Los logros de mis equipos me hacen sentir muy orgulloso”

El mayor reto profesional de David Rosazza fue establecer y consolidar Ogilvy hace cuatro años, junto con los demás directores de esta agencia de publicidad. Desde entonces, ha desempeñado varios roles, desde director de Planning hasta chief strategy & growth officer, su cargo actual. Se ocupa de elaborar estrategias, coordinar con el equipo creativo y explorar nuevas oportunidades de negocio. Él estudió la Carrera de Comunicación en la Universidad de Lima.

Llevas cuatro años en Ogilvy, ¿podrías comentar qué roles has asumido en este tiempo?
Era director de Planning de la oficina del Perú y de Ecuador, luego fui promovido a Chief Strategy & Growth Officer, el puesto que tengo actualmente. Soy la cabeza del equipo de Estrategia. Este nuevo puesto implica también que me involucre en la gestión de crecimiento de la compañía, en robustecer los negocios que tenemos y en fijarme en potenciales emprendimientos del mercado. Tengo ese doble rol de estrategia y de negocio, y también soy líder del área digital de la agencia. Vemos toda la parte de e-commerce, social media, CRM, etcétera.

Son bastantes ocupaciones.
Sí, asumo varios roles en la oficina, pero tengo un equipo que me ayuda a cumplir todas las tareas de manera exitosa.

¿Cómo se organizan para elaborar una estrategia para una marca?
Todo se inicia con reuniones con nuestros clientes, con el fin de entender cuáles son las razones por las que desean hacer una campaña y los problemas que tienen en ese momento. Nuestro objetivo es ayudarlos con una visión estratégica y dirigir la comunicación de manera adecuada.

Asimismo, les ofrecemos recomendaciones sobre todo en el negocio en general, para entender cuál es la situación de la marca, el contexto competitivo en el que se desenvuelve y el target al que se dirige. Trabajamos eso con el equipo interno de la agencia, tanto de Cuentas como de Creatividad y de Estrategia. Luego, este equipo elabora un documento estratégico sobre la campaña, lo reviso, discutimos al respecto y, finalmente, pasa al área de Creatividad.

Una vez en el área de Creatividad, ¿se termina tu responsabilidad o coordinas este aspecto?
Nosotros seguimos todo el tiempo el trabajo de Creatividad para que el proceso vaya de acuerdo con la estrategia.

¿Qué haces en tu rol vinculado a las nuevas oportunidades de negocio?
Trato de identificar las perspectivas comerciales que hay con cada uno de nuestros clientes, dónde podemos mejorar y dónde podemos crecer. Estoy atento a lo que pasa en el mercado y a las nuevas tendencias, para que la agencia nunca se quede atrás, sea siempre moderna e innovadora y esté presente en los nuevos negocios por los que transita la comunicación.

¿Cómo ves la competencia actualmente?
Hay muchas agencias independientes. Ogilvy es una agencia de red global, una de las más grandes del mundo y una marca muy reconocida. Eso nos ayuda mucho cuando se presentan nuevos proyectos. Sin embargo, debo reconocer que la competencia es muy fuerte.

Hay agencias de personas que antes trabajaron en organizaciones globales y que ahora han abierto sus propias empresas. También, hay agencias pequeñas que solucionan ciertos problemas de negocio con presupuestos mucho menores que los de las agencias globales. No obstante, lo que a nosotros nos diferencia es formar parte de una red de comunicación. Somos parte del holding WPP y, por eso, tenemos acceso a muchas herramientas, estudios y perfiles en otros países, y a diversas disciplinas que no están en el Perú. El entorno de las agencias es muy competitivo, pero tenemos el beneficio de ser Ogilvy y de formar parte de WPP, lo que nos da una gran solidez.

¿Qué ha sido lo más retador que has tenido que afrontar en esta agencia?
El desafío más grande, básicamente, ha consistido en crear una agencia, porque en un principio no estaba establecida completamente y, hoy, ya tenemos una organización sólida, consolidada, con una cultura corporativa y con gente comprometida. Cuando yo entré, esto no existía. Esa fue mi meta y la de los otros directores: establecer lo que no teníamos, crearlo desde cero, pensarlo y defenderlo.

Si tuvieras que elegir un logro obtenido en estos años, ¿cuál sería?
Los logros de mis equipos me hacen sentir muy orgulloso. Muchas personas de mis equipos han crecido profesionalmente dentro de la organización. Hay por lo menos cinco colaboradores que en estos últimos años han ascendido y se han desarrollado también en relación con otros clientes. Ver el crecimiento de las personas me da mucha satisfacción.

¿Puedes mencionar una campaña en la que hayas trabajado y que te haya resultado especialmente gratificante?
Hemos trabajado muchísimas campañas en estos años, pero hay una en especial que nació como un pedido de social media. Se trataba de un post para Halloween para Cerveza Arequipeña. Identificamos que a los arequipeños no les era tan relevante Halloween, pero sí el Día de los Muertos. Entonces transformamos un post de Halloween, que cualquier marca podría hacer, en una campaña muy buena por el Día de los Muertos, en honor a los que partieron por la pandemia. Utilizamos una canción muy potente y conmovedora, y fue un éxito. No fue una campaña grande ni mucho menos, pero el equipo de Planning fue más allá del pedido, y la campaña ganó un Clio, que es un premio internacional.

¿Qué es lo que los clientes demandan de una agencia?
Muchos buscan, más que una agencia, un partner de negocios que los ayude. Las marcas tienen muchos retos y pocas manos dentro de sus compañías. Allí es donde nosotros encontramos una oportunidad desde Ogilvy, porque no solo les brindamos comunicación, sino también soluciones integrales, sea de comunicación interna o externa. Los ayudamos en la creación de un producto, en el entendimiento del consumidor, en la manera de contestar y de hacer la posventa. Desde la agencia, tenemos la capacidad de colaborar en lo que necesiten y hasta donde nos dejen involucrarnos.

¿Qué otros trabajos has tenido antes?
Empecé mi carrera en Young & Rubicam —hoy VML—, donde trabajé como redactor creativo por año y medio. Luego, me fui a estudiar planning a Buenos Aires y, al volver, trabajé en McCann Erickson por año y medio. Después, pasé a una agencia independiente llamada Volver d6, que tenía dos filiales, una en Madrid y otra en Lima. En el 2020, entré a Ogilvy.

¿Qué cualidad consideras que ha sido clave para tu desempeño laboral y para los puestos que has logrado?
Algo que me ha funcionado muy bien es ser empático y entender a las personas con las que trabajo. Así como he contribuido al crecimiento de las personas, ellas han contribuido al mío. Siempre he creído que un líder empodera a la gente con la que trabaja y creo que lo he hecho de una manera correcta.

Pienso que la gente que trabaja conmigo está feliz, y cuando una persona trabaja así, pone el 150 % de su esfuerzo. Eso es muy importante, facilita las cosas y es lo que me ha impulsado a desarrollarme en mi carrera. La empatía es fundamental, no se debe tratar a cada persona de igual manera, porque cada uno tiene problemas y motivaciones diferentes. También, hay que estar siempre preparado, por supuesto. He llevado muchas especializaciones y muchos cursos que me han servido.

¿Qué recuerdos guardas de la Universidad de Lima?
Mi experiencia en la Universidad de Lima fue muy buena. Tuve muy buenos profesores y valoro mucho el conocimiento audiovisual que adquirí y que hasta hoy utilizo para opinar y dar mi punto de vista en los procesos de producción.

Recuerdo que jugaba básquet por la Universidad. Ese deporte fue siempre mi pasión. Lo dejé en el 2019 porque me lesioné la rodilla y me tuvieron que operar. El ambiente deportivo era muy bonito y agotador al mismo tiempo, porque yo estudiaba en las mañanas en la Universidad; después, trabajaba como profesor de básquet en mi colegio, en Miraflores, y luego volvía a la Universidad para seguir estudiando. Finalmente, en las noches me iba al Complejo Deportivo de Mayorazgo a entrenar.

Era un ritmo muy fuerte, pero me sirvió mucho, porque conocí diferentes tipos de líderes. Según los capitanes y entrenadores, aprendí a trabajar en equipo y a organizarme, ya que necesitaba ser muy ordenado para que me vaya bien en todo. Considero que las actividades que realicé en mi época universitaria han sido muy buenas para mi vida.