Al primer contacto con el mundo audiovisual, Carlos Noriega sintió una atracción enorme y decidió dedicarse a ello profesionalmente. Por eso, estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Luego, unió a esta vocación su gran sensibilidad por la protección del planeta y fundó Brandstories junto con su socia Ximena Wong.
Ahora se dedican a contar sus historias de marca de empresas social y ambientalmente responsables. Su objetivo es contribuir a promover un cambio en la mentalidad de las personas y crear un futuro más sostenible.
¿Cómo surgió la idea de Brandsotiers?
Como un proyecto de cortometrajes sociales, mientras estudiaba en la Universidad de Lima. Luego, evolucionó para convertirse en un proyecto de licenciatura que trabajé junto con mi compañera de estudios y cofundadora de este proyecto, Ximena Wong. Cuando nos pusimos el objetivo de monetizarlo, surgió la idea de crear la empresa. En 2019, postulamos al Concurso Primer Paso de la Universidad de Lima y quedamos finalistas. Además, realizamos un video para una universidad y salió muy bien. Con todo esto, confirmamos que era factible contar historias sociales poderosas, y eso nos animó aún más a crear la empresa. Además, hay un trasfondo en todo esto. Rescatamos una historia muy motivadora que contó la política y ecologista keniana Wangari Maathai, ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2004. Este relato se inicia con un incendio enorme que amenazaba destruir la selva de un continente entero. Todos los animales estaban aterrados y trataban de escapar de las llamas, excepto el colibrí. Él iba y venía presuroso desde el río hasta el incendio, llevando agua en su pico. De pronto, un orangután se detuvo sorprendido y le preguntó al colibrí si realmente creía que podría apagar un incendio tan grande con un pico tan pequeño. El colibrí lo miró y le respondió: "Yo estoy haciendo mi parte". Y este es el origen del logotipo de nuestra empresa: un colibrí. Creemos que, en este contexto de crisis climática y corrupción, las empresas tienen un inmenso potencial para promover un cambio positivo a través de sus comunicaciones. Queremos ser coherentes al buscar nuestra identidad como empresa.
¿Cuál es el servicio que brindan?
Principalmente, ayudamos a empresas con conciencia social y ambiental a contar sus historias de marca para promover el cambio y contribuir a la creación de un futuro más sostenible. Hasta ahora, hemos trabajado con tres empresas que comparten este enfoque: Libélula, Climetría y el Equipo de Todos. Estamos en la búsqueda de más empresas, sin importar su tamaño. Aunque en el Perú el número de empresas con enfoque socioambiental es limitado, nos parece alentador ver que poco a poco todos toman conciencia de la necesidad de adaptarse al cambio, y se implementan hábitos de producción y consumo cada vez más sostenibles. Tenemos la convicción de trabajar en este nicho y creemos que esta apuesta dará sus frutos.
¿Solo trabajan con empresas social y ambientalmente responsables? ¿Qué pasa si otras compañías se acercan a ustedes y les solicitan sus servicios
No necesariamente aceptamos todas las propuestas. De hecho, hubo un caso en el que una empresa con octógonos nos contactó y decidimos no aceptar. Queremos mantener una coherencia con nuestros valores y enfoque. En un cortometraje que hicimos recientemente, Una colibrí, protagonizado por Mario Velásquez y Yamile Caparó, mostramos los valores de nuestra empresa. Lo presentamos el 21 de septiembre en un conversatorio en la Sala Ventana Indiscreta de la Ulima. Ahí comenté que nuestro objetivo es promover la competencia para que más personas se unan a este tipo de mensajes y luchemos juntos contra la crisis climática.
¿Qué sucede si un fabricante de muebles, por ejemplo, se acerca y les pide realizar un video promocional?
Estaríamos dispuestos a considerarlo, con la condición de que la fuente de la madera sea sostenible. Si no pueden garantizar que proviene de una fuente sostenible, asumiríamos que podría provenir de la tala ilegal de bosques primarios. La idea es trabajar, en la medida de lo posible, solo con empresas que no dañen la salud ni la naturaleza. Estamos enfocados en llegar a las empresas medianas, que tienen la capacidad de costear servicios audiovisuales profesionales. Nos podemos adaptar a las necesidades de cada cliente, pero siempre manteniendo nuestros ideales. Hasta el momento, hemos tenido la oportunidad de trabajar con varias empresas que comparten nuestros valores.
Además de tu trabajo en la agencia, ¿tienes otras ocupaciones o proyectos en marcha?
Sí, soy guionista y cineasta. Actualmente, tengo dos proyectos de largometrajes en desarrollo. Tuve la suerte de ganar dos concursos del Ministerio de Cultura que me permitieron estudiar en la Escuela de Cine de Cuba, donde participé en tres talleres internacionales. No es fácil hacer cine en el Perú. El presupuesto para hacer una película en otros países puede ser de cinco a diez millones de dólares, mientras que en el Perú esta cifra puede ser setecientos mil dólares aproximadamente. Sin embargo, conseguir ese financiamiento es complicado. El apoyo del Ministerio de Cultura, que aporta alrededor del treinta por ciento de ese presupuesto, es muy necesario y bienvenido.
¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
Yo ingresé a la Universidad de Lima para estudiar Administración, luego me pasé a Comunicación. Mi carrera fue un proceso muy enriquecedor y bonito. Encontré profesores muy inspiradores que fomentan el trabajo en equipo, lo cual ha sido fundamental en mi vida profesional. Tener acceso a diversas perspectivas, tanto de profesores como de compañeros, me formó como persona y profesional. Recuerdo que llevé un taller de teatro con Leonardo Torres Vilar en la Universidad y actué en muchos cortometrajes. Me gustó mucho la carrera. Dirigí y escribí varios cortometrajes durante mis estudios y gané la décima edición de Corto de Boleto en 2014, de entre cuarenta grupos participantes. Eso me impulsó a creer que podía contar historias que impacten positivamente en la sociedad. Desde entonces, no he parado de hacer cortometrajes y tengo proyectos de largometrajes en desarrollo.