Una vida dedicada al bádminton

Daniela Macías, estudiante de la Carrera de Administración en la Universidad de Lima, practicaba natación y gimnasia hasta que conoció el bádminton, a los siete años; desde entonces, no se ha despegado de su raqueta. Hizo bien. Este deporte le ha permitido reunir una hermosa colección de medallas nacionales e internacionales. Hoy su mayor deseo es clasificar a las Olimpiadas Tokio 2020 durante los Juegos Panamericanos Lima 2019, y ya es una de las favoritas para lograrlo.

Acabas de volver de un viaje por algunos países, donde has podido entrenar y competir. Cuéntanos con detalles qué cosas has hecho, por favor.
Todo el viaje duró poco más de un mes. Primero fuimos a Cuba y Jamaica, donde participamos en competencias. También estuvimos en Dinamarca, un país muy bueno en bádminton, donde entrenamos en un centro de alto rendimiento con jugadores de otros países. Aprendimos muchísimo. También competimos en Finlandia y Polonia. Finalmente, estamos regreso, y ahora necesito ponerme al día en la Universidad y seguir entrenando.

¿Quién te incentivaba a practicar deporte desde pequeña?
Mis padres siempre nos han incentivado a mí y a mis dos hermanos a practicar deportes desde chicos. Mi familia siempre ha sido muy deportista: mi papá jugaba básquet y béisbol en la Universidad; mi mamá era nadadora y compitió en los Juegos Olímpicos Los Ángeles 1984. En un principio, mi mamá nos inscribió en natación a los tres; luego yo empecé a hacer bádminton y mis hermanos me siguieron. El mayor de ellos, Sebastián, también estaba en la selección nacional, junto conmigo; de hecho, él llegó a ser campeón nacional y sudamericano, pero se retiró porque se dedicó de lleno a los estudios y ahora ya trabaja. Él estudió en la Universidad de Lima, donde sacó la doble titulación con la Universidad de Londres; también hizo prácticas profesionales, así que ya no le quedó tiempo para practicar un deporte de alto rendimiento. Mi hermano menor, Nicolás, también juega bádminton y ha llegado a ser campeón nacional, sudamericano y panamericano. Entrena conmigo en la selección, pero ahora mismo está entrenando en España. Él también estudia en la Universidad de Lima, pues incluso mis papás estudiaron aquí. Todos somos Ulima.

¡Qué casualidad!
¡Sí, increíble! Los 5 deportistas y los 5 de la Universidad de Lima. También muchos de los integrantes de la selección nacional de bádminton son Ulima. ¡Increíble!

¿Desde cuándo estás en la selección nacional de bádminton?
Ingresé en el 2007. Antes de eso yo hacía natación y gimnasia, y estaba en la selección de natación del Club Regatas y en la de gimnasia de mi colegio. Pero en el 2007 me invitaron a participar en un campeonato de bádminton en la categoría de menores en Puerto Vallarta, México. Acepté porque me encantó ese deporte desde la primera vez que lo practiqué; y resulta que fui campeona sudamericana en las categorías individual, mixta y doble. Tenía 9 años en ese entonces y no dudé en hacerme badmintonista y practicar ese deporte exclusivamente.

¿Qué países tienen buenas selecciones de bádminton?
A nivel mundial, los países de Asia son muy fuertes. Allá el bádminton se practica muchísimo y la gente va a los estadios a ver los torneos con la misma intensidad con que se ve fútbol acá. También en Dinamarca hay muy buenos jugadores, y en América destaca Canadá y luego Estados Unidos; después estamos Perú, Brasil, México y Guatemala. El nivel de los Panamericanos es muy alto: Canadá y Estados Unidos son muy fuertes, pero confiamos en que se puede lograr un triunfo, pues vamos a dar nuestro máximo esfuerzo para ganar medallas. A mí me toca competir en las categorías individual damas y doble damas, incluso hay posibilidades de que juegue en mixta.

¿Qué habilidades se desarrollan con este deporte?
Se trabaja mucho la fuerza, la rapidez y la técnica. Hay que pensar la jugada muy rápidamente porque la pluma va a más de 400 km por hora, más rápido que el ping-pong, inclusive. Eso te da muy poco tiempo para pensar qué hacer. En la parte mental se trabajan mucho los nervios y la presión. Qué tan nervioso te pongas depende mucho de con quién te toque jugar. Por otro lado, cuando vamos a lugares de mucha altura, la pluma vuela rapidísimo y sale fuera de la cancha con facilidad; esas son fuerzas exteriores que juegan en tu contra y tienes que tener confianza en ti mismo y estar tranquilo para lograr precisión tratando de no sentir la presión. Si estás muy nerviosa, no te sale bien la técnica, y en bádminton, si mueves un centímetro más la muñeca, la pluma se va afuera. Todo esto tiene que ver con un trabajo mental y se trabaja con el psicólogo. El Instituto Peruano del Deporte nos pone uno y también un nutricionista.

¿Qué te parece el hecho de que los Panamericanos se jueguen en Lima?
Excelente, es una gran oportunidad para todos los deportistas peruanos y para el país. Hay muchas expectativas para este torneo; los mismos deportistas tenemos nuestras expectativas y eso nos genera cierta presión. Personalmente, manejo bien la presión, pero para algunas personas no es igual. Quienes ven los partidos no se imaginan la preparación que necesitan los deportistas ni cuán agotadores pueden ser los viajes deportivos, que implican un trabajo muy fuerte de concentración mental, mucha presión y nervios.

¿Cómo es tu alimentación?
Seguimos las indicaciones de la nutricionista y la dieta va cambiando según el momento. Por ejemplo, durante las competencias nos dan más fideos y arroz para soportar bien el esfuerzo. Siempre comemos ensaladas y proteínas, aunque claro que también nos escapamos de la dieta de vez en cuando y comemos comida rápida.

¿Cómo es un día en tu vida?
Me levanto a las 5.15 horas y entreno de las 6.00 a las 10.00 horas de lunes a viernes; luego, generalmente, me voy a la universidad, pero depende del horario de cada día. Trato que mis clases sean entre las 11.00 y las 17.00 horas porque luego vuelvo a entrenar, de las 18.00 a las 20.00, y de ahí me voy a mi casa a estudiar. Los sábados entreno de 8.00 a 11:00 horas. Termino muerta los días de semana, pero ya me acostumbré. Desde que estaba en el colegio solía llegar tarde a casa para estudiar y hacer trabajos. Nunca suelo dejar las cosas “para más tarde” porque no tengo un “más tarde”, no tengo ese tiempo libre. Cuando viajo mucho, aprovecho para estudiar en el avión con mi linterna mientras todos duermen, pues sé que voy a llegar a Lima de frente a dar exámenes.

¿Cuántos cursos llevas en la Universidad?
He estado llevando cuatro cursos por ciclo, alguna vez cinco, pero eso cuando no viajo. Este ciclo tenía que decidir entre dejar de estudiar o llevar pocos cursos, y decidí llevar solo dos porque mi intención es clasificar a las Olimpiadas de Tokio, y eso va a implicar que viaje mucho, así que tal vez el próximo ciclo no lleve ni un curso.

¿Te gusta tu carrera?
Me encanta. Siempre me han interesado los negocios. Desde que entré a la Universidad me gustó todo lo relacionado con economía, recursos humanos y negocios internacionales, y elegí la carrera de Administración porque incluía todo eso que me gustaba. Estoy muy contenta con mi carrera y con mi Universidad.