En la actualidad, lamentablemente muchas organizaciones no están llevando a cabo la debida diligencia con respecto a terceros, tanto en la etapa de incorporación como en la de monitoreo. Debido a la coyuntura por la COVID-19, se han vuelto más frágiles las relaciones que las organizaciones mantienen con sus partes interesadas (colaboradores, proveedores, clientes, trabajadores, entre otros). Por ello, es importante el rol que la debida diligencia desempeña en la identificación y gestión de riesgos como parte integral de la toma de decisiones.