¿Qué tipo de vínculo existe entre el cerebro y la conciencia? Si uno desaparece, ¿la otra también se desvanece? Es decir, si la persona muere, ¿se apaga igualmente la conciencia, que es la parte espiritual del ser? A lo largo de la historia, se pueden distinguir pensadores inmanentistas, quienes creen que el alma desaparece con la muerte; y trascendentalistas, que afirman que el alma es inmortal y que se separa de su parte carnal cuando muere el individuo.
Jean-Paul Lafrance explora esta cuestión fundamental a través de la neurociencia, la filosofía, los mitos seculares de creación del mundo y del hombre, las religiones, la física cuántica y los viajes astrales de los más iluminados experientes. Según Spinoza, el filósofo de la alegría, todos somos atributos de Dios y en nuestra muerte volvemos al logos divino.
2022, 224 pp.
ISBN: 978-9972-45-585-8