Almudena Pérez Tello, psicóloga clínica especializada en salud mental de adultos y adolescentes, fue la expositora a cargo de la ponencia "La efectividad de la teleasistencia psicológica, una nueva demanda", organizada el 19 de noviembre por la Facultad de Psicología de la Universidad de Lima como parte de los Jueves de Psicología.
La ponente señaló que, si bien ya se empleaba la teleasistencia, esta se impuso a raíz de la pandemia. Entre sus ventajas mencionó la accesibilidad para todo aquel que cuente con conexión, la variedad de tecnologías para emplearla y el incremento de la disposición de los usuarios.
Sin embargo, indicó que entre sus desventajas se encuentra la imposibilidad de su aplicación en pacientes con psicopatologías psiquiátricas o trastornos profundos, o con discapacidad visual o auditiva. Asimismo, manifestó que la conducta clínica del paciente no es del todo observable. Otras desventajas son la poca experiencia de los terapeutas en esta modalidad y la fatiga que puede sufrir el terapeuta al estar conectado a una pantalla todo el tiempo.
Pérez Tello mencionó que para evitar la fatiga del terapeuta es importante poner límites, como evitar agendar a dos pacientes en sesiones distintas sin un período de descanso, disponer de un espacio en casa para las sesiones diferente del que se asignó para la relajación y no realizar actividad física en el día para disminuir el sedentarismo.