En el séptimo Jueves de Psicología del ciclo 2015-1, la psicóloga argentina y directora del Instituto Peruano de Logoterapia, Sandra Barbero Sereno, ofreció la charla “Logoterapia: buscando el sentido en el lugar de trabajo”.
La ponente recordó que la logoterapia (del griego logos, ‘razonamiento’, pero también ‘significado, sentido’) es una escuela de psicoterapia creada por el neurólogo y psiquiatra vienés Viktor Frankl (1905-1997), quien fue un sobreviviente de los campos de concentración nazis y cuya propuesta de “sanar a través del sentido” subraya la dimensión proyectiva del ser humano. En efecto, frente a otras escuelas que indagan en las causas de los traumas o de las patologías que padece una persona, la logoterapia hace énfasis en las motivaciones, en el sentido o en la falta de sentido que una persona le encuentra a su vida, de modo que la terapia se orienta a ayudar al paciente a enrumbarse a metas que le sean significativas. “La logoterapia trae la filosofía al consultorio”, anotó Barbero.
Durante la charla, la ponente planteó algunos ejercicios a los asistentes en los que debían considerar cinco preguntas: ¿qué huella quiero dejar?, ¿qué me atrae?, ¿adónde quiero ir?, ¿qué me gusta hacer? y ¿en qué soy bueno? Esas preguntas hicieron reflexionar al público sobre sus habilidades, su grado de satisfacción con su vida actual, la finitud de la experiencia humana y la posibilidad de dejar un legado trascendente.
A continuación, Barbero proyectó un video sobre cómo las diversas generaciones del siglo XX han afrontado el mundo del trabajo. En él se apreció que antes el objetivo era trabajar muy duro, incluso haciendo sacrificios personales, para lograr éxito al final, ya en la jubilación (baby boomers), ya a muy corto plazo (Generación X); mientras que ahora, en cambio, los paradigmas del mundo laboral y de la nueva economía demandan flexibilidad, especialización e inmediatez, demandas que los jóvenes millennials pueden satisfacer con facilidad por su conocimiento de los medios digitales y su tendencia a trabajar en aquello que disfrutan más que aceptar trabajos que no los motiven.
La ponente señaló que, lamentablemente, hoy muchas veces las empresas se preocupan por capacitar a su personal en una serie de habilidades técnicas que los hagan más productivos, pero descuidando al individuo, a su realización como persona a través del trabajo que desempeña. Afirmó que la frustración en el trabajo viene justamente por la falta de sentido y de realización personal en lo que se hace. Ahí es donde la logoterapia puede ayudar a las personas a descubrir o redescubrir lo que les apasiona para vivir y trabajar en concordancia con las habilidades y metas personales de cada uno.