El reto de generar lugares de trabajo saludables

La Facultad de Psicología de la Universidad de Lima realizó la charla “Generando lugares de trabajo saludables”, dirigida a los estudiantes de la carrera, así como a estudiantes de otras especialidades interesados en las prácticas que siguen las empresas para promover el bienestar familiar y social, estimular la autoestima y preocuparse por la salud de sus empleados.

La charla estuvo a cargo del docente de nuestra Casa de Estudios, Harry Thornberry, quien es licenciado en Psicología por la Universidad de Lima y cuenta con un máster en Aprendizaje y Cambio Organizacional por la Northwestern University de los Estados Unidos. En su exposición, señaló que, si bien hoy las compañías no tienen una oficina llamada “salud laboral”, sí cuentan con un área de recursos humanos que se encarga de la selección y la capacitación del personal. No obstante, el tratamiento del clima laboral queda de lado. Thornbery indicó:

“Hoy el reto es buscar espacios para la introducción de una serie de políticas, procedimientos y acciones que nos permitan desarrollar un espacio saludable para el trabajador”.

El experto sostuvo que, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental implica un estado de bienestar por el que el individuo explota su potencial, afronta tensiones y aporta a la comunidad.

¿Y cuáles son los beneficios de un entorno de trabajo saludable? Nuestro docente refirió que este entorno aumenta el compromiso de los trabajadores con la empresa, aumenta el nivel de satisfacción de la persona y, por tanto, incrementa su productividad. A su vez, invertir en un clima laboral saludable reduce el estrés y reduce el caso de que los trabajadores se sobrecarguen, por lo que evitaría faltas por cansancio.

Bajo esa premisa, el expositor dio a conocer veinte lecciones prácticas, en base a su experiencia laboral en distintas empresas, para lograr que una compañía impulse un ambiente de trabajo saludable: fomentar la actividad física, promover una cultura de equilibrio, integrar políticas de flexibilidad laboral, incentivar factores motivadores en el trabajo, brindar oportunidades de desarrollo, y ofrecer reconocimiento.

Asimismo, brindar los recursos adecuados, fomentar el empoderamiento, trabajar con líderes (asignación de tareas interesantes y desafiantes), brindar retroalimentación, conectar el trabajo con un impacto más amplio, crear un sentido de propósito en el trabajo, y promover la salud emocional.

Entre estas lecciones también figuran, la comunicación abierta y transparente, un ambiente colaborativo, la equidad interna, el desarrollo del sentido de orgullo, la medición y seguimiento de los resultados, y la conexión de todas las lecciones.

Thornberry concluyó:

“Cada lección es la pieza de un rompecabezas. No podemos proponer acciones aisladas, todas deben estar interconectadas. Como gestión estratégica de recursos humanos y para lograr un lugar de trabajo saludable, debemos armar un plan estructurado y en todo momento preocuparnos por el empleado”.