31 de Julio de 2015
Cómo prevenir el suicidio en adolescentes
La adolescencia representa una etapa clave en la formación de cada individuo, ya que durante este período se consolida la personalidad y se desarrolla un sistema de juicios propios, creencias y valores; además se afrontan crisis cuya resolución fortalece a la persona. Pero también es una etapa llena de riesgos, pues aparecen nuevas relaciones interpersonales y los jóvenes afrontan el concepto del éxito personal, que muchas veces está asociado al éxito económico. Todas estas presiones pueden hacer que el adolescente no encuentre los canales apropiados para adaptarse a los cambios y que se generen emociones y valoraciones negativas que puedan llevar a decisiones radicales, como el suicidio. Acerca de este tema giró el último Jueves de Psicología del período académico 2015-1, bajo el título “Suicidio en adolescentes, ¿cómo estar prevenidos?”, a cargo de Juan José Tan Martínez, psicoterapeuta cognitivo-conductual, coordinador del Departamento Psicopedagógico del Tercer Nivel del Colegio Antares y psicólogo del Instituto de Diagnóstico y Tratamiento del CPAL.
Números sin vida
El expositor empezó compartiendo su preocupación por las estadísticas respecto al suicidio y aseguró que la prevención era la mejor estrategia para su resolución. Desarrolló su afirmación recordando que de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS) más de 800.000 personas se suicidan anualmente, y el 75 % corresponde a países de bajos y medios ingresos; el informe precisa que cada 40 segundos una persona se quita la vida, siendo aún mayor la cifra de las personas que lo intentan sin lograrlo. Además, precisó que en el Perú la tasa de suicidios pasó de 0,5 por 100.000 habitantes a 4 por 100.000 habitantes en los últimos 20 años, un incremento considerable; y que el rango de mayor incidencia va entre los 18 y 33 años de edad. “Es preocupante que entre los menores de 18 años haya un aumento de suicidios, porque de todos los suicidios el 17 % corresponde a menores de 18 años, afectando al género femenino 2 a 1 frente al masculino”, complementó el ponente.
Pretextos y manipulación
Tan Martínez aseguró que “hablar de suicidio es hablar de una dinámica que puede partir por una ideación pasiva, algo que de pronto surge en la mente de las personas, y eso va evolucionando hasta visualizar el propio acto, a planificar, preparar, ejecutar”. A continuación enfatizó que “hay un estigma cuando se habla de suicidio”. Lo ejemplificó hablando de aquellos casos en que los padres van a consulta pero les da mucho temor hablar del tema, simplemente sostienen que su hijo se siente un poco mal o está desorientado. Además, reconoció que se trata de temas dolorosos y que inclusive en consultas de institutos de salud pública suelen dar otros pretextos para encuadrar el problema.
Más adelante el psicólogo se refirió a la “manipulación suicida”, afirmando que hay quienes quieren hacerse la víctima para llamar la atención de la pareja, la familia o para negociar algo. Dijo:
“Los adolescentes todo el tiempo intentan negociar algo: permisos o dinero. El padre debe saberlo para que analice e interprete el límite que la familia estructura para el joven y el vínculo. El problema es cuando dentro de los valores que tiene el joven pone a su vida como un mecanismo de negociación. Ahí estamos mal”.
Prevención como factor clave
El expositor también se refirió al bajo protagonismo del Estado y de las autoridades públicas al momento de enfrentar temas tan delicados que tienen que ver con la salud mental de sus ciudadanos. Lamentó que como los proyectos de educación y salud no se pueden cuantificar, ya que no son como las obras que quedan visibles, entonces nadie se involucra en eso. “La factura —aseguró— la representan todos aquellos chicos que sufren, más allá del suicidio, diversos trastornos, problemas de autoestima por un tema que se puede prevenir si hacemos cambios contextuales, familiares”.
El psicólogo insistió en que la prevención es una estrategia que reduce los riesgos o disminuye el impacto negativo de ciertas condiciones o conductas. “El objetivo de la prevención debe fijarse en la atención de diversas manifestaciones del comportamiento suicida. Reducir factores de riesgo y reforzar factores de protección; enfocarse en el contexto familiar y educativo”, resaltó. Por otro lado, aseguró:
“En la adolescencia va a haber factores predisponentes, condiciones que se iniciaron en la infancia, un recrudecimiento de problemas previos o la incorporación de los propios de la edad y los factores precipitantes. La etapa previa al intento suicida que se caracteriza por ruptura inesperada de las relaciones interpersonales”.
Finalmente, dedicó un momento al ciberacoso, tema que afirmó puede llevar al suicidio y que ve continuamente en los adolescentes. El especialista sostuvo que para los jóvenes las redes sociales son hoy en día su realidad, aunque presentan muchos riesgos como la presencia de personajes anónimos y situaciones con mayor alcance y poder destructivo. A modo de conclusión, llamó la atención sobre cómo hoy en día los gimnasios están llenos de gente que quiere fortalecer o trabajar su cuerpo, pero no nos preguntamos qué hacemos en concreto por nuestra condición mental. Así que exhortó a los presentes a empezar a pensar un plan para trabajar este ámbito y tomar conciencia de la importancia de la salud mental.