Aproximaciones al trastorno por déficit de atención con hiperactividad

Alexandra Grieve, graduada de la Facultad de Psicología de la Universidad de Lima y psicóloga cognitivo-conductual con experiencia en evaluaciones psicológicas y psicoterapias con niños y adolescentes, brindó la ponencia “Depresión y tolerancia a la frustración en niños con TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad)”, en una nueva edición de los Jueves de Psicología de nuestra Casa de Estudios. La charla se desarrolló virtualmente el 11 de noviembre.

La expositora indicó que entre los principales síntomas del TDAH figuran la hiperactividad, la falta de atención y la impulsividad. En la hiperactividad, la persona se mueve en momentos en los que no resulta oportuno, habla en exceso y hace ruidos constantemente. En la falta de atención, el niño o adolescente tiene dificultades para finalizar sus tareas, le cuesta escuchar y seguir instrucciones y se distrae con facilidad. En la impulsividad, la persona se muestra impaciente, interrumpe a los demás con frecuencia y tiene problemas para esperar su turno o respetar una fila.

Grieve también se refirió a un estudio de su autoría, en el que se fijó estos objetivos: comparar las puntuaciones promedio de los síntomas depresivos y la tolerancia a la frustración en niños con TDAH según el sexo y la toma de medicación, e indagar en la relación entre la presencia de sintomatología depresiva y la tolerancia a la frustración en niños con TDAH. 

En cuanto a los hallazgos de la investigación, la psicóloga mencionó que los niños con TDAH tienden a ser más intolerantes (54%) que depresivos (24%), y que esta diferencia entre los síntomas relacionados con la intolerancia y la depresión puede deberse a la educación especializada que reciben. Añadió que los fármacos presentan efectos neurobiológicos, pero que no tienen un impacto moderado o grande en la emocionalidad, y que una característica del TDAH es la baja capacidad de autorregulación emocional, la cual dificulta la tolerancia a la frustración y se asocia con sentimientos de inadecuación y disforia debido a los errores que se cometen en los espacios académicos y socioemocionales, entre otros resultados.

En otro momento, Grieve recomendó que, en el ámbito escolar, se brinde soporte emocional a los niños con TDAH, se refuerce su autoestima de manera constante y se realicen talleres de tolerancia e integración en el aula. Del mismo modo, sugirió que, en el entorno familiar, se busque el apoyo de especialistas que acompañen el proceso escolar de las personas con TDAH y prevengan la intensificación de los síntomas emocionales, además de encontrar el colegio adecuado que se ajuste a las necesidades educativas del niño, y evaluar el costo y el beneficio en caso de que se indique la toma de una medicación.