Uno de los primeros grandes desafíos que Maricarmen Fedalto enfrentó en su vida fue ingresar a la Universidad de Lima con tan solo 15 años de edad, para estudiar la Carrera de Ingeniería Industrial. Ella venía de Huacho, de un estilo de vida y una educación completamente diferentes, pero supo adaptarse muy rápido a su nueva vida, gracias a la flexibilidad de su carácter y a las ganas enormes que siempre ha demostrado de saber más.
A lo largo de su vida laboral, se ha enfrentado a diversos retos, que ha superado sin inconvenientes y con gran satisfacción por el aprendizaje alcanzado. Ahora es presidenta ejecutiva para el Perú y Bolivia de la empresa transnacional G4S, líder en el mercado mundial de seguridad.
¿Cuáles han sido tus experiencias de trabajo previas a G4S?
Estoy aquí desde hace cuatro años, pero empecé mi carrera en DHL, con un programa de high potential. Ahí pasé por varios puestos, fui desde vendedora hasta gerente comercial. Estuve encargada del desarrollo de la alianza de DHL-Western Union, luego pasé al área de Operaciones y después nuevamente a la Gerencia Comercial. Finalmente, asumí la Gerencia General. Después de cinco años en este cargo, pasé al Grupo Romero, como gerente general del Centro de Servicios Compartidos. Me quedé ahí cuatro años y luego regresé a las transnacionales con G4S.
¿Consideras que el programa de DHL ha sido importante para tu experiencia profesional?
Sí, por supuesto. Me preparaban constantemente, apostaron por mí y también me exigieron bastante. Todos los días tenía que presentar resultados para seguir en el programa e ir escalando. Fue una experiencia muy buena y satisfactoria, me ha servido mucho, incluso para mi actual trabajo, donde hay un componente logístico altísimo.
¿En qué sentido?
En el sentido de que debemos tener a los guardias donde el cliente los pide y cuando los solicita. Eso implica un componente extremadamente logístico. Además, porque en cada rubro, sea minorista, minero, de salud, o algún otro, se solicita que el guardia tenga una preparación específica.
¿Qué implica ser presidenta ejecutiva en esta empresa?
Mi labor consiste en ser una facilitadora, ayudar a mis gerentes en lo que necesiten y hacer que su vida sea más fácil. Claro que hay momentos en los que debo enfocarme más en un área que en otras, según las necesidades que haya en cada momento.
¿Cómo es el desarrollo de tecnología en el tema de seguridad?
El componente tecnológico es cada vez más importante en seguridad y nosotros queremos tener uno fuerte, es parte importante de nuestro plan estratégico a futuro. Buscamos combinar la seguridad física, es decir, el guardia, con todos los desarrollos de tecnología que hoy existen y que nos pueden ayudar a ser más efectivos. Por ejemplo, hay cámaras con sensores especiales que detectan los movimientos y también drones que ayudan a resguardar zonas muy alejadas, como minas. En pesquería utilizamos otro tipo de tecnología, pues ese rubro es más complicado. Hay limitaciones en cuanto a comunicación, licencias, etcétera. Nosotros buscamos una solución tecnológica ideal para cada tipo de trabajo.
¿Cómo funciona el negocio? ¿Se acerca un cliente, explica cómo es su trabajo y ustedes le presentan una propuesta de acuerdo con sus necesidades?
Eso sería lo ideal. Pero, por lo general, el cliente viene con una idea de lo que quiere. Puede pedir, por ejemplo, la presencia de veinte guardias y nada más, porque no conoce todas las alternativas que ofrece el mercado.
¿Cómo te sientes trabajando aquí?
Feliz. Pasamos por un proceso de reorganización muy importante en los dos primeros años. Esta empresa estaba en transición de ser comprada: antes era Wackenhut y la compró G4S para consolidar su liderazgo a nivel de cobertura. G4S ya era líder en el mundo en seguridad, pero no tenía mucha presencia en América. Yo estuve en todo el proceso de corporativizar la compañía, cambiar sistemas, formas de trabajo e implementar una nueva cultura organizacional. Nos tomó buen tiempo y mucha energía, ha sido un proceso bastante retador. Ahora estamos entre el primer y el segundo puesto en el mercado, y esperamos ser los líderes indiscutibles muy pronto. Nuestro competidor es una compañía local.
¿Qué es lo más gratificante que te ha pasado a lo largo de tu vida profesional?
Cuando entré a DHL siempre estuve del lado comercial, de servicio al cliente. Pero de pronto pasé al área de Operaciones, para ocuparme de back office y la parte de distribución nacional. Creí que iba a ser difícil, pero no fue así. Empecé a aplicar todos mis conocimientos de Ingeniera Industrial y resultó muy interesante, porque DHL había sido comprada por el Deutsche Post, una empresa alemana de correo, que comenzó a realizar una serie de implementaciones. Yo disfruté mucho esa etapa, apliqué muchas cosas que había estudiado en Ingeniería Industrial, pues me vi en la necesidad de implementar programas nuevos y enfrentarme a situaciones diferentes. Tuvimos muchas mejoras, no solo en el tema de gastos, sino también en la calidad de vida de nuestra gente.
¿Qué podrías mencionar sobre tu paso por la Universidad de Lima?
De la Universidad de Lima tengo los mejores recuerdos, tanto de los profesores y la infraestructura como de mis amigos. Fue una etapa muy importante para mí, porque yo venía de Huacho y me costó adaptarme a la gran ciudad, a nivel personal y educativo. En provincia todo se toma con más calma, sin demasiado apuro, y aquí todo es diferente. Lo bueno fue que siempre conté con el apoyo de mis profesores, que fueron muy buenos. Los alumnos a veces creíamos que estudiábamos determinado curso que, aparentemente, no tenía que ver con la Carrera. Pero no era cierto. Con el pasar del tiempo notamos que todo lo que aprendimos en la Universidad lo hemos tenido que aplicar en algún momento de la vida y todo nos ha servido para desarrollar distintas habilidades. Para mí, la etapa universitaria fue absolutamente valiosa.