Mariella Infante se dedica al mundo de la belleza y la higiene personal, desde el punto de vista del marketing y desde su visión de ingeniera industrial. Nunca pierde de vista los objetivos de la empresa, los cuales logra gracias a una buena coordinación entre todas las áreas y al buen liderazgo que la caracteriza.
Ella trabaja como marketing manager de la marca Nivea, en México. Y hoy, con seis años desarrollando estrategias para posicionar productos, afirma sentirse orgullosa de haber estudiado su profesión en la Universidad de Lima.
¿Qué experiencias previas a Nivea has tenido?
Estuve en L’Oréal durante dos años, como analista de marca. En el 2010 entré a Beiersdorf como gerente de marca y, después de dos años y medio, en el 2012, me ofrecieron trabajar en México, en el área de Marketing, como parte de un proceso de expansión. Estuve tres años ahí, manejando Eucerin, y después pasé a Nivea como gerente de marca. Permanecí dos años en ese cargo y, desde hace dos meses, soy marketing manager.
¿Cuáles son tus funciones actualmente?
Básicamente, me ocupo del diseño de las estrategias que se aplican en México, y a otros países les damos soporte en la definición de estrategias de marca, lo cual incluye resultados de marcas, activación en puntos de venta y planes a cinco años.
¿Cómo ves el mercado?
El mercado es dinámico en cuanto a precios. Puedes definir una estrategia que responda a las necesidades, pero en el ámbito minorista se juega mucho con los precios, de manera que estos se deben ajustar y es necesario definir una estrategia que no tenga que depender tanto de las variables.
¿Dependes mucho de las investigaciones de mercado?
Sí, mi área está muy vinculada a la investigación de mercados. Toda innovación que planteamos pasa antes por diferentes estudios acerca de la creación del concepto, estudios del producto, pruebas con las consumidoras y, con todo eso, se define una campaña de comunicación.
¿Qué cualidades consideras que has desarrollado a lo largo de tu carrera?
Me parece que una cualidad importante es el liderazgo. Aquí no se trata solo de decir qué hacer a las demás personas, sino sobre todo de entender cómo funcionan las otras áreas para conseguir que respondan a la estrategia, a modo de engranaje y a fin de que se haga lo que el consumidor está buscando.
Por más estratégica que sea tu iniciativa, si no consigues que los demás equipos la ejecuten como debe ser, va a ser difícil alcanzar resultados. En ese sentido, comunicación, liderazgo, ser colaborativa y empática son cualidades muy importantes para mi trabajo. Todas las iniciativas y estrategias que he definido en mi experiencia, en diferentes empresas, me han permitido consolidar mi liderazgo y otras fortalezas que aplico en el día a día.
¿Cuál consideras que es el mayor reto que se te ha presentado en el ejercicio de tu profesión?
En el Perú, el principal reto fue pasar de analista de marca a gerente, porque tenía que entender las marcas y diseñar estrategias que respondieran a las necesidades del consumidor. En cambio, en México, creo que el mayor reto ha sido el cambio cultural. Adaptarme a la cultura mexicana a nivel laboral ha sido un proceso. Por otro lado, el mercado es cuatro o cinco veces más grande que el peruano, lo cual implica tener más responsabilidad con mis marcas.
¿Cómo te sientes viviendo lejos de tu país?
Me acostumbré a vivir acá. Llevo cinco años y, a lo largo de este tiempo, he llevado a cabo un cambio personal. Antes nunca había vivido fuera de Lima. Sin embargo, ha sido un proceso en el que he aprendido mucho de mí misma y de otras personas. Estoy adaptada y muy contenta, porque he crecido a nivel personal y profesional.
¿Has seguido otros estudios aparte del pregrado?
Sí, acabo de terminar y de graduarme en una maestría en Dirección Estratégica en Moda y Belleza, que hice en el ESDEN Business School, que tiene oficinas acá. Toda la vida me he dedicado a empresas de higiene personal y de belleza, temas que me han interesado mucho y por eso decidí estudiar esta maestría.
¿Qué has aprendido en esta maestría?
Estudiar y especializarte tiene que ver con recibir puntos de vista e información de otras personas; es enriquecedor abrir tu mente a cosas nuevas. De eso saqué provecho, de escuchar puntos de vista, conocer otras experiencias y otra industria, que es la moda.
¿Cómo valoras lo aprendido en la Universidad de Lima?
Para mí, estudiar Ingeniería Industrial ha sido un reto y me llena de orgullo haber estudiado esta carrera, lo mismo que trabajar en marketing. A veces me preguntan por qué no trabajo en una planta industrial y mi respuesta es que la Universidad de Lima me dio una visión mucho más estratégica y eso me permitió desarrollarme en diferentes ámbitos. No limito mis oportunidades.