Una idea de negocio que derivó en un puesto de trabajo

Antes de la pandemia, Carlos Izaguirre tenía la idea de brindar cursos virtuales a profesionales que tuvieran poco tiempo para trasladarse de un lugar a otro en el tráfico limeño. Seguro de su proyecto, estructuró una propuesta y la presentó a Praxisnet Consulting.

Como resultado de ello, Carlos es jefe comercial en la consultora y coordina desde ahí los cursos SAP. Estos han tenido gran éxito a partir de la emergencia sanitaria que empezó en el 2020. Carlos es ingeniero industrial por la Universidad de Lima, y en las siguientes líneas comenta su experiencia.

¿Cómo nació la idea de los cursos de capacitación?
Hace más o menos tres años, vi la convocatoria al Concurso Primer Paso de la Universidad de Lima y decidí postular. Entonces decidí aterrizar una idea que tenía en mente hacía mucho tiempo: dictar cursos técnicos virtuales. Para ello, analicé el mercado y las necesidades del público. Por un lado, pensaba que los factores tiempo y distancia eran determinantes para decidir hacer algunas cosas en el Perú. Muchas veces, las personas tienen el presupuesto necesario para estudiar y capacitarse, pero no pueden hacerlo por falta de tiempo, porque no se les acomoda un determinado horario de clases, porque las distancias son largas o porque el traslado de un lugar a otro toma mucho tiempo. Por ello, decidí generar talleres virtuales que no solamente fueran clases grabadas, sino que tuvieran una parte de interacción entre alumnos y capacitador. En ese momento, todavía no tenía claro qué cursos ofrecer, pero quería diferenciarme de lo que ya se ofrecía en el mercado, y fue así que me enfoqué en el tema de SAP y en brindar talleres o cursos para usuarios, a fin de que puedan trabajar en corporaciones que tienen este sistema; también para capacitar a quienes deseen trabajar haciendo consultoría, que hoy en día es muy demandada y está bien cotizada.

¿Cómo llevaste esta idea a la práctica?
Durante la pandemia, logré hacer una alianza en la consultora donde trabajo actualmente, la cual se dedica a brindar diversas soluciones SAP a clientes con un prestigio en el mercado, como mineras, petroleras, retailers, empresas de la industria química y manufactura, etcétera. Vimos factible que sus consultores dictaran estos cursos de capacitación de manera virtual. Y eso es lo que venimos haciendo ahora como una unidad nueva de negocio. La empresa que apostó por este proyecto es Praxisnet Consulting, consultora de SAP y de otros servicios de IT para las empresas. Tuvimos varias reuniones para determinar el alcance de los cursos y hasta dónde queríamos llegar y, una vez definido esto, lanzamos los cursos virtuales. Esta alianza con Praxisnet fue muy importante porque para brindar los cursos de SAP es necesario tener el soporte de una consultora conocida en el rubro, pues así el cliente siente que su certificado tiene el peso necesario, que invierte no solo por un curso de calidad, sino por el prestigio que le otorga una consultora con buenos clientes y con profesores expertos en la materia.

Entonces ahora trabajas en Praxisnet y ofreces los cursos como parte de tus responsabilidades.
Exactamente. La negociación implicó que, dentro de la posición que ocupo, yo pudiera manejar los cursos. A la consultora le interesó mucho este nuevo giro de negocio y fue así que asumí la jefatura comercial.

¿Desde cuándo estás en Praxisnet?
Desde hace más o menos tres años. Al hacer el proyecto, me pidieron estar en la empresa de manera estable. Me encargo de toda la parte comercial y de marketing, la estrategia de precios, realizo el estudio del mercado para obtener una correcta segmentación e investigo al público objetivo, los contenidos por publicar y la competencia, a fin de proponer nuevas cosas. Todo es facturado por Praxisnet, que brinda los cursos a través de sus consultores. Armamos el plan de trabajo y lo promocionamos en las redes sociales de Praxisnet. Buscamos proponer temas prácticos, dar en el clavo de lo que quieren los usuarios. En los cursos se cuentan experiencias y se aterriza la teoría a la realidad, con el objetivo de conseguir un enfoque práctico. Nuestra capacitación consiste no solo en formar a las personas teóricamente, sino que se les brinda herramientas para que tomen decisiones y lideren equipos.

¿Cuál es la respuesta que han tenido estos cursos?
Cobraron fuerza al inicio de la pandemia. Antes de eso, lanzábamos los cursos de manera esporádica, pero no había mucha disposición a tomar el curso virtual, el ochenta por ciento del mercado estaba enfocado en los cursos presenciales. Como producto de la pandemia, el mercado cambió y se volcó hacia la virtualidad. El uso de plataformas se volvió necesario para los usuarios, quienes optaron por cursos de este tipo. Si bien al inicio teníamos solamente de cinco a diez alumnos, con el confinamiento llegamos a más de cien, entre ellos alumnos de México, Ecuador y Bolivia.

¿Cuánto tiempo duran los cursos?
Los cursos de capacitación en el uso de SAP duran un mes y medio, se dictan dos veces por semana, tres horas cada vez. Los cursos para ser consultor son intensivos, duran más o menos tres meses y se dictan por niveles: consultor júnior, consultor pleno y consultor sénior.

Otras empresas brindan el mismo servicio. ¿En qué se distinguen ustedes?
Nuestro producto está enfocado en la parte práctica y en la toma de decisiones. Los módulos que dictamos son logísticos (MM), financieros (FI), inteligencia de negocio (BI) o programación en SAP (ABAP). Las casuísticas que manejamos son reales, pertenecen a los consultores que han trabajado en diversas empresas y distintos giros de negocios y, como máximo, tienen dos años de antigüedad. Hemos visto que muchos alumnos, en su lugar de trabajo, tenían el ERP SAP, pero para tomar alguna decisión o presentar un informe seguían usando Excel como base para ordenar la información, pese a que el SAP es una herramienta que ofrece una trazabilidad total del negocio, de una manera rápida y exacta. Muchos de los alumnos no lo estaban utilizando al máximo. Lo que buscamos nosotros es gestionar la información, optimizando el tiempo del trabajador. Con nuestras capacitaciones, los alumnos aprenden realmente a manejar el programa y ven su utilidad.

¿A qué te dedicabas en Cencosud antes de tu ocupación actual?
Pasé por distintas unidades negocio y procesos, tuve la oportunidad de efectuar negociaciones importantes a nivel local y regional, logrando grandes beneficios para la empresa. Estuve diez años en Cencosud, cinco años en el Área Comercial y otros cinco en el Área de Procurement. Luego decidí tener un negocio propio paralelo al trabajo que desempeño como jefe comercial en la consultora Praxisnet, que me abrió las puertas para poner en marcha mi emprendimiento. Estudié una Maestría en Marketing y emprendí. Pero, sin duda, en Cencosud adquirí bastante experiencia, en donde se manejan distintos giros de negocio a nivel local y regional, no solamente retail. En su momento, tuvo tiendas por departamentos a nivel nacional o el Banco Cencosud, que ahora está fusionado con Scotiabank, como Caja Cencosud Scotiabank.

¿Dirías que desarrollaste ahí la habilidad de la negociación?
Sí, y es una habilidad que me sirve ahora, en mi vida personal, en el trabajo y en el emprendimiento. Sé cómo tener llegada a un proveedor bajo el esquema win to win, conozco los mecanismos de negociación a todo nivel. Puedo decir, también, que la Universidad de Lima me ofreció las herramientas necesarias para poder diagramar los procesos y los flujos de un negocio, esquematizar y armar un proyecto con escenarios donde pueda evaluar y mitigar los riesgos. Siento que cuento con una sólida formación y liderazgo de equipos. Son muchas las herramientas que la Universidad te da para sacar adelante un negocio. Por eso, no me resultó muy complicado armar un negocio considerando diversos factores a la vez. Varios cursos que llevé en la Universidad los sigo aplicando hoy en la parte de operación. Los temas de calidad, organización de la empresa, diseño y evaluación de proyectos son algunos de ellos, como también las herramientas que aprendí para realizar la investigación del público para conocer sus necesidades y, sobre esa base, enfocar un producto.

¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
Me pareció una gran experiencia, sobre todo por la calidad humana y la experiencia de los docentes, los grandes amigos que hasta ahora frecuento. Recuerdo gratamente mis vivencias en la Universidad. A nivel de infraestructura, la Ulima es, sin duda, la mejor universidad que hay en el Perú. Por otro lado, valoro mucho que forje a sus estudiantes en los valores de responsabilidad, ética, respeto, trabajo en equipo, comunicación y liderazgo. La Universidad, incluso, entrena a sus estudiantes para liderar, desenvolverse y tener la confianza necesaria para abordar cualquier dificultad y salir adelante. Todo eso ayuda mucho cuando uno llega a trabajar a una empresa.