Tantas veces nuestro graduado de Ingeniería Industrial Pedro Castre Ibarra vio una oportunidad de negocio como las aprovechó, aunque eso a veces significara aprender de las derrotas. Hoy, a sus 31 años y gracias a la confianza que siempre se tuvo, es gerente general de Granavida, empresa que fundó y que se especializa en el sembrado, cosecha, envasado y distribución de granadilla. Ya ha colocado su producto en los principales supermercados del país y el siguiente paso es ingresar al mercado europeo.
Los inicios
Al salir del colegio, Pedro le comentó a su padre que quería seguir la carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima, pero este le dijo que no podía pagarla. “Yo siempre me he caracterizado por la confianza que tengo en mí mismo –nos revela–, así que le propuse que pagara la primera cuota de la Pre Lima y que yo me encargaría del resto”. Comenzó vendiendo entradas para fiestas universitarias y luego promoviendo la asistencia a una discoteca, al mismo tiempo que trabajaba como profesor en una academia. Una vez que adquirió algo de experiencia en el negocio de las fiestas, decidió organizarlas él mismo. En una ocasión, cuando montaba una fiesta de cachimbos, se le acercaron dos personas que también estaban organizando una fiesta y le propusieron hacer una sola gran fiesta. Pedro aceptó y la experiencia resultó tan exitosa que los tres decidieron asociarse y formar una empresa: Kandavu Producciones.
A veces se gana, a veces se pierde
En Kandavu todo marchó bien hasta que organizaron el Primer Festival Internacional Cultural de Reggae. Un día antes del evento ocurrió el incendio en la discoteca Utopía y eso hizo que la venta de entradas de su evento se derrumbara, por lo que perdieron mucho dinero. Sin embargo, decidieron seguir adelante y su siguiente movida fue organizar una gira a nivel nacional con Axe Bahía. Luego trajeron a grandes artistas como Fito Páez, Charly García, Arjona, Jarabe de Palo, Luis Miguel, Paulina Rubio y Diego Torres. Ya habiendo egresado de la Universidad, decide separarse de Kandavu y vende sus acciones. Su siguiente paso fue, junto a un inversionista, organizar el Asia Decor, un proyecto similar a Casacor pero en Asia. Se trataba de una exposición de arquitectura, decoración y diseño de casas de playa, pero no resultó como lo esperaban. Después de aquel emprendimiento, Pedro había acumulado deudas por cuarenta mil dólares y la pasó muy mal por un tiempo.
De vuelta al ruedo
Pedro tenía claro que trabajando para una empresa iba a demorarse demasiado en pagar sus deudas, así que vio una nueva oportunidad cuando le ofrecieron participar en una red de mercadeo y la aprovechó. Logró tanto éxito que pasó a ganar cien mil dólares al año. Con el dinero que había ahorrado compró trece hectáreas y media en Oxapampa y decidió dedicarlas todas a cultivar granadilla. Así nació Granavida, empresa proveedora de Vivanda. Además, debido a las características especiales de su cultivo, sometidos a estudios de SGS que certifican que están libres de pesticidas, herbicidas y cualquier tipo de metales pesados, se ha propuesto incursionar en mercados internacionales.