“Industria alimentaria 4.0, ¿moda, necesidad o un recurso más?” es el nombre de la conferencia que organizó la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima el 28 de mayo. Como expositora participó Esther Vázquez, directora de EV Consultoría Alimentaria (España) y máster en Gestión de Empresas Agroalimentarias, y en Prevención de Riesgos Laborales, Calidad y Medioambiente.
Las primeras palabras de este encuentro virtual fueron de Ruth Vázquez, directora de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima. Ella manifestó que la industria alimentaria ha evolucionado mucho en los últimos años y que todos los sectores se encuentran inmersos en procesos de digitalización, de inteligencia artificial y aplicaciones de la industria alimentaria, todo lo cual llamamos industria 4.0. Y afirmó:
“Este desarrollo tecnológico conlleva sistemas de producción inteligentes y eficientes. La eficiencia se ve reflejada en toda la cadena de valor alimentaria y permite que las empresas se vuelvan más competitivas”.
Tras su presentación, tomó la palabra la expositora Esther Vázquez, quien comenzó con un breve recuento de las revoluciones industriales que ha habido hasta el día de hoy. La primera, alrededor del año 1784, caracterizada por la mecanización de maquinaria accionada por vapor. Desde el punto vista de empresarial, Vázquez indicó que incentivó mucho la mano de obra, pero que el mercado era principalmente local.
Luego, en 1870 aproximadamente, sucedió la segunda Revolución Industrial, marcada por la aparición de la electricidad y el teléfono. Se empezó a producir de forma masiva y con el soporte de las comunicaciones y una mayor apertura del mercado.
La tercera Revolución Industrial, ocurrida alrededor de 1969, “se definió por el uso de las computadoras y el inicio de internet. La automatización en las empresas aumentaba en esa época, con lo cual se incrementaba la velocidad de producción, se reducían costos y había una producción masiva y variada”, expresó la expositora.
La cuarta Revolución, iniciada hacia el 2015, marca una gran diferencia gracias a la conectividad que ofrece internet de las cosas. Se produce un enorme desarrollo con internet y con las tecnologías digitales. Se obtiene información en tiempo real, el cliente se ubica en el centro de las decisiones y priman la eficiencia productiva y la transformación digital.
“Cuarta Revolución es un término más correcto que cuarta Revolución Industrial, pues en realidad se hace referencia a todos los sectores. Dentro de estos, la industria alimentaria es la que más rezagada se encuentra”, advirtió Esther Vázquez.
Ella ofreció ejemplos de diferentes sectores involucrados en la industria alimentaria y cómo estos se insertan en esta Cuarta Revolución. Por ejemplo, el transporte. “Actualmente contamos con vehículos geolocalizados y en todo momento podemos saber en qué punto se ubican, y se les puede ofrecer la mejor ruta que deben tomar para llegar a su destino”, señaló.
En el mundo del catering, por otro lado, la expositora manifestó que llegará el día en que, a través de un dispositivo digital, se podrá elegir un menú y se realizarán las combinaciones que uno quiera y se tendrá el precio en tiempo real.
En el sector del marketing –donde más se han desarrollado las tecnologías digitales, señaló Vázquez–, tradicionalmente se definía una campaña y luego se decidía si se lanzaba por la radio, la televisión o la prensa para un público localizado. Pero las cosas han evolucionado mucho y actualmente todos los sectores tienen presencia en las redes sociales. “Tenemos muchos datos sobre los gustos de las personas y las tendencias, y toda esa información se procesa y se analiza para que las empresas diseñen su estrategia digital”, indicó Vázquez.
Explicó también el ejemplo de la industria ganadera, en la cual ahora se emplean collares para el ganado, que ofrecen información sobre cuánto ha comido cada vaca, qué distancia ha recorrido, dónde se encuentra, si ha descansado mucho tiempo, entre otras cosas.
En la agricultura, por otro lado, se usan unos sensores que ayudan a optimizar el recurso del agua. Los sensores recogen datos de la humedad y temperatura de la tierra y administran la cantidad de agua que se necesita. Toda esa información le llega al agricultor en su dispositivo móvil.
El futuro de la industria alimentaria
¿Pero adónde quiere llegar la industria alimentaria 4.0? “Se prevé que toda la cadena de proveedores: empresas, fábricas, agentes de logística, productores y todos aquellos que estén vinculados con el proceso, se mantengan conectados entre sí”, expresó la expositora.
Indicó también que se ofrecerán servicios que ayudarán a las empresas a tener un mejor desempeño. Por ejemplo, entregando dispositivos al personal para que tengan los pedidos en tiempo real; poniendo computadoras para que los pedidos se despachen en tiempo real y cargando los datos cómodamente. Además, se contará con un software y con tecnología de radiofrecuencia para que se gestione bien el almacén.
Otra empresa ofrecerá un servicio que permitirá a las compañías alimentarias profesionalizarse mediante un sistema de gestión que evite los desperdicios y estandarice el trabajo para conseguir que los productos salgan siempre de la misma manera, todos homogéneos por medio de la digitalización.
A modo de conclusión, señaló que no se llega a ser una empresa alimentaria 4.0 solo a través de mejoras en la producción e implantando procesos disruptivos, innovadores y digitales: “Es necesario llevar a cabo una transformación organizacional y tecnológica y adaptar el modelo de negocio de la empresa, es decir, realizar un análisis previo y una planificación”.
Para ello indicó que es necesario profesionalizar la gestión de la empresa alimentaria, reducir los costos, planificar la estrategia de transformación digital y analizar qué nos hace falta y en qué punto de partida estamos. No dejarnos llevar por las modas y, más bien, buscar un buen asesoramiento de profesionales.
La expositora mostró también un estudio realizado por Deloitte, que revela el nivel de implantación de la industria 4.0 en el mundo, y que alcanza solo al 10 % de las empresas. Asimismo, mencionó otro estudio de Mackenzie, según el cual únicamente 44 empresas en el mundo podrían ser referentes en la industria 4.0, y de estas solo 14 responden a la finalidad de conectar toda la cadena de suministro antes de pasar a la industria 4.0. “No olvidemos que previamente a pasar a la industria 4.0 es necesario realizar un trabajo de análisis, cambiar de mentalidad, cambiar de cultura empresarial”, finalizó Esther Vásquez.
Para clausurar el evento, la doctora Nancy Chasquibol, coordinadora del Laboratorio de Grasas, Aceites y Alimentos Funcionales de la Universidad de Lima, realizó un resumen de todo lo expuesto. Remarcó que el término “industria 4.0” es una convergencia y una aplicación de nueve técnicas digitales industriales, entre estas big data, la robótica, la ciberseguridad, internet de las cosas, la impresión 3D y la realidad incrementada.
Expresó que en el Perú es muy importante reforzar el tema de la seguridad alimentaria a través de todos los entes del Gobierno, como Digesa, Digemid e Indecopi. Consideró que se requiere la profesionalización de la gestión de la empresa, reducir costos y caminar poco a poco hacia la estrategia de la transformación en la industria alimentaria 4.0. Pidió, finalmente, no dejarnos llevar por la moda, sino pedir la asesoría profesional para implementarla en la industria alimentaria.