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Dos jóvenes ingenieros industriales han abierto un negocio de juegos de realidad virtual que está rompiendo todos los esquemas. Ellos son Gonzalo Eyzaguirre y Carlos Santa Gadea, grandes amigos del colegio, compañeros de aula en la Universidad de Lima y emprendedores exitosos.

Su negocio es Virtual X, un centro de entretenimiento con juegos de realidad virtual. En menos de un año han logrado abrir cuatro locales y planean crecer aún más. Por el momento, Virtual X se encuentra en Mall del Sur, el Centro Comercial Alcázar, Mall Aventura Santa Anita y MegaPlaza Independencia.

¿Qué los llevó a abrir un negocio de juegos de realidad virtual?

Gonzalo Eyzaguirre: Fue un día que nos juntamos para almorzar y le recomendé a Carlos el libro Un pasaje al futuro, que habla de tendencias tecnológicas que ya están desarrollándose, pero que pasan desapercibidas para la mayoría de personas. Tiempo después volvimos a hablar del tema y pensamos en la posibilidad de abrir un negocio relacionado con la tecnología.

Carlos Santa Gadea: Así es. Solíamos reunirnos para correr alrededor del Pentagonito, y en una de esas reuniones nos pusimos a conversar de tecnologías exponenciales, entre ellas la impresión 3D, realidad virtual, nanotecnología, etcétera. Ahí fue que nos propusimos poner una empresa ligada con una de estas tecnologías.

¿Y por qué específicamente con realidad virtual?

Carlos Santa Gadea: Llegamos a la conclusión de que la realidad virtual era la tecnología más madura para ser implementada en un negocio. Además, vimos que la industria con más contenido desarrollado en realidad virtual era la de videojuegos y que era más fácil de ser adoptada por nuestros clientes, que prueban el producto jugando. Nuestro objetivo es democratizar la realidad virtual, llevarla a más personas para que puedan probar y disfrutar de esta tecnología espectacular.

¿Cuál fue el siguiente paso?

Gonzalo Eyzaguirre: Hicimos nuestra investigación sobre los visores que existían en el mercado y cuál era la mejor opción para nuestro modelo de negocio. Decidimos posicionarnos en lo más premium de realidad virtual. Hemos comprado visores avanzados, que te permiten saltar, agacharte, conectarte con otras personas, para darte así una experiencia de completa inmersión. Con esta base, corrimos los números para definir qué teníamos que lograr como empresa para que fuera un negocio rentable.

Carlos Santa Gadea: Lo interesante es que, a la par que desarrollamos este emprendimiento, estaba empezando a nacer esta idea de locales de juegos virtuales en el mundo. Cuando abrimos nuestro segundo local, en San Juan de Miraflores, recién se anunciaba que se abriría el primer local de este tipo en Londres. Eso fue muy emocionante para nosotros. Además, muchas veces nos han preguntado de dónde trajimos la franquicia, y nos enorgullece decir que se trata de una idea y marca propias.

¿De dónde consiguieron financiamiento?

Gonzalo Eyzaguirre: Una buena parte de la inversión para los primeros locales provino de nuestros ahorros. Para los siguientes locales contamos con ahorros nuestros y capital de inversionistas.

¿Cuándo supieron que esto realmente iba a funcionar?

Carlos Santa Gadea: Nuestra primera prueba fue en la kermés del Colegio Santa María. Nos fue bastante bien, hubo una fila permanente durante cinco horas para usar el juego. Los chicos terminaban de jugar y volvían a hacer la fila para jugar de nuevo. Hubo un chico que le quiso pagar a otro para que le cediera su lugar. Ahí nos dimos cuenta del potencial comercial que tenía la idea.

¿Y dónde abrieron su primer local?

Gonzalo Eyzaguirre: En el Boulevard de Asia. Pero no fue fácil, los centros comerciales grandes siempre buscan seguridad. Si les dices que tienes un emprendimiento, que no tienes una oficina, que tu emprendimiento es dirigido por dos jóvenes de 24 años, sin experiencia en comercio minorista, y si además el centro comercial ni siquiera entiende de qué se trata tu producto, es difícil que apuesten por ti.

Carlos Santa Gadea: Había algunas dudas sobre el negocio al inicio, porque no había ejemplos de éxito en este rubro. El Boulevard sí apostó, porque vio el beneficio de una oferta innovadora, y nos fue bastante bien. Con ese local abierto, luego vino un efecto dominó. Nos presentamos en otros centros comerciales con una experiencia de éxito en Asia y fuimos consiguiendo los siguientes contratos. El primero fue en Mall del Sur, en mayo de 2017, y después cerramos los contratos en otras ubicaciones, como el centro comercial del Óvalo Gutiérrez, Mall Aventura Santa Anita y MegaPlaza Independencia.

¿Qué argumentaban ustedes exactamente?

Carlos Santa Gadea: Aprovechamos la tendencia de que los centros comerciales vienen potenciando su oferta de entretenimiento. Esta es una tendencia global hacia la cual ellos apuntan, y nuestro negocio está alineado con ese objetivo. Con ese esquema, nosotros ofrecemos un producto atractivo para el público y agregamos un factor de innovación en el centro comercial. Además, ya tenían la confianza de que habíamos abierto Virtual X en otros locales.

¿Con qué criterio han abierto locales en esos lugares?

Gonzalo Eyzaguirre: Nos juntamos con todas las cadenas grandes de malls y ahí vino la negociación. También queríamos llevar esto a más gente y en distintas ubicaciones. A nivel estratégico, nuestros locales están bastante separados, por lo que no hay “canibalización” entre ellos. Eso sí, nos movemos por toda Lima para poder estar atentos a todos los detalles en las tiendas.

¿Los precios difieren por zonas?

Gonzalo Eyzaguirre: Los precios son iguales en todas partes, menos en Alcázar, donde se eleva un poco más. Pero, en general, tratamos de mantener los precios a un nivel atractivo para el público y alineado a la calidad del servicio que ofrecemos.

¿Qué promociones tienen?

Carlos Santa Gadea: Celebramos cumpleaños y eventos corporativos. Por ejemplo, en nuestro local de Alcázar hay una zona lounge para cantar happy birthday o hacer una reunión de equipo. Otro producto es el day pass, un pase diario para jugar ilimitadamente en el local durante todo el día. Además tenemos paquetes para grupos, con descuento. Queremos que la experiencia sea social, con amigos, porque creemos que la gente disfruta más al jugar en grupo.

¿Qué experiencias laborales han tenido antes de este emprendimiento?

Carlos Santa Gadea: Saliendo de la Universidad, me contrataron en Ernst & Young, en el área de consultoría. Luego entré a Scotiabank, al área de banca corporativa. Ahí realizaba el análisis financiero y crediticio para empresas de diversos sectores. Luego formé parte del equipo de Debt Capital Markets en Finanzas Corporativas, en la estructuración de bonos locales e internacionales.

Gonzalo Eyzaguirre: En mi caso, empecé trabajando en Nexus Group, evaluando adquisiciones de distintas empresas. Luego estuve en McKinsey por dos años, trabajando en Colombia, Chile, República Dominicana y el Perú. Fue una experiencia espectacular, lo cual hizo más difícil dejar mi trabajo.

Dejaron sus trabajos por este emprendimiento, entonces...

Carlos Santa Gadea: Así fue. Como el negocio empezó crecer a un buen ritmo, decidimos darle una pausa a la carrera corporativa y lanzarnos al emprendimiento a tiempo completo en abril de 2017.

¿Qué dijeron sus padres cuando les contaron que abandonarían sus empleos para dedicarse a un emprendimiento?

Gonzalo Eyzaguirre: Mi padre me apoyó. Él no había tenido la oportunidad de arriesgar por un negocio cuando era joven y pensó que si yo no lo hacía ahora, en veinte años me iba a arrepentir. Mi madre, en cambio, se preocupó un poco, pero igual me apoyó.

Carlos Santa Gadea: Yo tenía dos años en Scotiabank, feliz con la carrera que estaba iniciando. Mi madre se preocupó, pero igual me apoyó porque sabía que era un sueño para mí. Mi padre pensó que la experiencia sería buenísima, pues me daría una perspectiva nueva que me agregaría mucho valor como profesional y persona.

¿Qué rescatan más de toda esta experiencia?

Gonzalo Eyzaguirre: Que es un punto de aprendizaje muy interesante, porque la cantidad de cosas que hemos aprendido en el último año y medio ha sido enorme, esto ha sido como una escuela.

Carlos Santa Gadea: Cuando eres emprendedor, tienes que preocuparte de todos los detalles, formar una cultura empresarial, tener un producto de calidad, clientes felices, proyectar tus resultados, etcétera. Aprendes de todo y en la cancha.

¿Cuáles son sus planes de expansión?

Carlos Santa Gadea: Nuestra prioridad es consolidarnos, pero igual seguimos en conversaciones con todos los centros comerciales.

¿Ustedes se conocieron en la Universidad de Lima?

Carlos Santa Gadea: Somos compañeros de promoción del Colegio Santa María y también estudiamos Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima, por lo que coincidimos en varias clases.

Gonzalo Eyzaguirre: Al salir de la Universidad, tomamos rumbos diferentes y hacia empresas distintas, pero con historias similares, porque ambos hemos trabajado en consultoría y finanzas.

¿Cómo consideran que la formación que recibieron en la Universidad de Lima les ha ayudado con este emprendimiento?

Carlos Santa Gadea: Yo estoy muy agradecido con mi carrera en la Universidad de Lima. Nos han preparado para lidiar con este tipo de situaciones. Gracias al nivel de intensidad en la vida universitaria y la ética de trabajo de las empresas donde estuve, pude llevar adelante un ritmo de trabajo tan fuerte como el de un emprendedor. El nivel de estrés es muy alto, porque se trata de tu inversión, tu empresa, y salir adelante se logra con una buena formación y muchísimo esfuerzo.

Gonzalo Eyzaguirre: Tener un emprendimiento es como una montaña rusa; nada en mi vida me ha dado tantas emociones como esto. Yo estoy muy contento con la Universidad y con la carrera que elegí. Me ha ayudado mucho la inmensa variedad de cosas que me enseñaron. Tal vez cuando llevé el curso de Recursos Humanos no pensaba que era mi curso favorito, pero sin duda me ha servido bastante. No se me ocurre un curso que no me haya servido de alguna forma en este emprendimiento.