Con solo 23 años, Renzo Cateriano, alumno de décimo ciclo de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, lidera el equipo de Ento Piruw, empresa ganadora del premio Up Nutrition Award con su producto Demolitor, el cual fue elegido como la mejor propuesta nutricional a nivel mundial. La ceremonia del concurso Future Agro Challenge se realizó en Tesalónica, Grecia.
Esta historia se inicia en 2016 cuando Renzo y dos amigos vieron una oportunidad de negocio en la biotecnología aplicada en insectos. A la fecha cuentan con un laboratorio de crianza y procesamiento de larvas de escarabajo (Tenebrio molitor), y acaban de lanzar al mercado la primera barra nutrifuncional elaborada a base de granos andinos, miel de abeja, cacao peruano y polvo de escarabajo.
¿Cómo nace la idea de involucrarse en un rubro desconocido para el mercado nacional?
Junto a mi socio, un especialista en entomología, decidimos aprovechar el valor nutricional de insectos validados por la FAO. Luego de investigar, encontramos al Tenebrio molitor, averiguamos sobre sus características e ideamos un proceso para generar productos proteicos para deportistas.
En Europa y Asia es común consumir insectos procesados o aplicados en productos, ¿es un poco la tendencia mundial?
Para nosotros puede ser un poco complicado porque no existe una cultura de consumo de insectos, pero es importante explicar que hoy somos siete mil millones de personas y que en poco tiempo esta cifra se incrementará considerablemente, por lo que habrá insuficiencia de casi 70 % de proteínas. Debemos buscar fuentes alternativas y una de ellas son los insectos; de hecho, es la mejor de todas, ya que para un kilogramo de res se utilizan 15.000 litros de agua.
Ento Piruw es un proyecto ganador de varios concursos de innovación. Cuéntanos.
Sí, claro. Hemos sido finalistas del Latam 100 K, organizado por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires y el MIT (Massachussets Institute of Technology); fuimos ganadores del Reto Bío del Ministerio de la Producción; y también viajamos a Silicon Valley invitados por la Embajada de Estados Unidos; entre otros reconocimientos.
Con el producto validado y el feedback obtenido por especialistas, postularon al Future Agro Challenge. ¿Cómo fue la experiencia?
El Ministerio de la Producción nos catalogó como un proyecto innovador y el Ministerio del Ambiente calificó a la empresa como una ecosostenible; con ello, sin duda, obtuvimos un respaldo importante en nuestra postulación al concurso. Fue una experiencia inolvidable: competimos y clasificamos dejando atrás a negocios que llevan años en el mercado. Hemos posicionado al Perú y a Ento Piruw en la esfera mundial.
Este proyecto tiene un sentido social. ¿Cuál es su aporte al país como empresa?
Desde antes de la venta podemos decir que todos nuestros insumos son naturales y provenientes de comunidades. Te cuento: un gran porcentaje de nuestra producción es destinado a ayudar a jóvenes deportistas calificados de bajos recursos; además, somos una empresa amigable con el medio ambiente, pues creemos en la economía circular, así que para alimentar a los insectos aprovechamos las cáscaras de frutas y verduras. También estamos trabajando con el Ministerio de Educación para llegar con nuestros productos a niños y adolescentes. Se vienen más novedades, sin duda.
¿De qué manera consideras que la Ulima aportó en el desarrollo de tu proyecto empresarial?
Los profesores son impecables y colaborativos, y en cada proceso me han asesorado y motivado. Sin duda estoy sumamente agradecido con la Universidad, ya que aquí encontré el conocimiento y las herramientas que ahora aplico en mi empresa.
Finalmente, ¿qué mensaje les darías a los jóvenes que tienen en mente un emprendimiento, pero que aún no se atreven a iniciarlo?
Es sumamente retador. El paso más importante es comenzar, dejar los miedos y creer en tu proyecto. Los alumnos y egresados de la Ulima tenemos la capacidad para liderar nuestros emprendimientos. La idea es siempre corregir en el camino, avanzar e innovar.
