Cuando el arte hiperrealista y la ingeniería se encuentran

Walter Huamán, egresado de la Carrera de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima, define su expresión creativa como arte hiperrealista. Basándose en este principio, Walter, conocido como Walt Wizard (Mago Walt) por el nombre de su empresa, elabora estatuas de famosos a escala real con un nivel de detalle que genera un asombro mayor que el de las estatuas de cera de Madame Tussaud. Sus obras han sido expuestas en Brasil, Estados Unidos y la Comic Con Lima, y han sido elogiadas por Sylvester Stallone, Hulk Hogan y otras celebridades.

El hiperrealismo apunta a una reproducción fiel de la vida. En el arte de Walter, este propósito genera tal impacto que Hulk Hogan no dudó en someterse a sus técnicas —cuyos procesos pueden durar semanas en busca de la perfección— y dejarse envolver por sustancias moldeables con el fin de lograr las réplicas más exactas.

¿De qué manera tus estudios y conocimientos en Ingeniería Industrial te han ayudado a desarrollar el arte hiperrealista?
La Ingeniería Industrial ve de todo un poco, y eso es de gran utilidad al gestionar las diversas ramas de una empresa: estadística, marketing, recursos humanos, planeamiento, el uso de elementos químicos, etcétera. Estos conocimientos me ayudan mucho para desarrollar los proyectos de Walt Wizard.

¿Cuándo comenzó tu vocación artística?
Siempre he sido artista, desde pequeño. Luego estudié Ingeniería Industrial por consejos de mi familia. En su momento no lo entendí bien; hoy agradezco a mis padres el haberme orientado hacia una formación que me permite afrontar el mercado local y extranjero, dado que tengo que supervisar asuntos como control de calidad o innovación de procesos.

¿En qué momento te convenciste de que lo tuyo era llevar a cabo emprendimientos relacionados con el arte?
Estaba a gusto trabajando en la Ingeniería Industrial, pero sentía que no estaba del todo satisfecho. Mi parte artística la enterré cuando salí del colegio hasta que conocí a Stallone; ahí se produjo en mí un cambio de chip. En 2006, viajé a Filadelfia, donde se realizaba el rodaje de Rocky VI. Encontré a Stallone, pero no supe abordarlo y él se enojó. Luego hablé con su equipo y esperé que terminara de trabajar. Cuando lo volví a ver, su actitud fue otra: me firmó autógrafos y me tomé fotos con él. De vuelta en Lima, quise comprar por internet la casaca de Rocky II. Como no había, la reproduje. Después la puse en venta y la compraron rápidamente. Luego busqué la bata de la película, pero no había una de calidad. Me di cuenta de que existía un nicho de mercado de productos de Rocky que no estaba siendo satisfecho. Así, seguí un camino que me permitió construir una red de contactos con la que trabajo hasta hoy, pues no solo hago estatuas. Este es otro de mis emprendimientos: fabrico shorts, casacas, batas, entre otros, y los proveo a la tienda de Stallone. Después le fabriqué un busto de Rambo III, y él lo mostraba. Un día Hulk Hogan preguntó quién lo hizo y me contactaron. Hogan quería tres estatuas, por lo que me encontré con él en Tampa, Florida, para tomarle las medidas. En Twitter, Hulk Hogan me escribió: “Walter, tu trabajo es hermoso. Haces que las estatuas de cera parezcan una broma”.

¿Qué valores agregados les da a tus obras el uso de la silicona de grado médico?
Se suele usar la silicona de grado médico para fabricar prótesis. Por ello, este material se adapta muy bien para desarrollar la réplica de una figura humana. Como artista hiperrealista, uso los mejores materiales y procedimientos del mercado. Si en el futuro aparece un material que se asemeje más a la piel humana, entonces recurriré a él. Hace más de 200 años, Madame Tussaud empleaba la cera porque en ese momento era el mejor material para hacer estatuas humanas. Es increíble que, siglos después, la gente se siga asombrando con una estatua de cera, a pesar de que en la actualidad ya no es el mejor material que puedes ofrecer.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Estoy preparando unas estatuas sobre los héroes de la patria y santos peruanos. Empecé un poco al revés: primero atendí a clientes del extranjero, pero ahora deseo enfocarme en los clientes locales. Así como los niños se emocionan cuando ven a Harry Potter, Rocky o Darth Vader, quiero generar esa sensación con figuras históricas como Miguel Grau o Francisco Bolognesi.