Bruno Hernani, graduado de la Facultad de Ingeniería Industrial en el 2002, se mudó a Canadá en el año 2005 para seguir una maestría en ciencias del medio ambiente. En el 2008 fundó GreenRoots Sustainable Living, una ONG que busca generar desarrollo a través del conocimiento local de prácticas sostenibles para reducir la pobreza. De esta forma, Bruno consiguió encauzar, en un trabajo que beneficia a los demás, la pasión que siempre había sentido por el desarrollo sostenible y el conocimiento. Además, él también trabaja en Erin Consulting, una compañía comprometida con el desarrollo de proyectos sostenibles y relacionados con tecnología medioambiental. Uno de los proyectos de su ONG consiste en desarrollar un centro de capacitación e integración medioambiental para los agricultores en la comunidad de Taray, en el Valle Sagrado del Cusco.
Cuéntanos la historia de GreenRoots.
La idea nació hace varios años. Hubo muchos momentos que me marcaron; uno de ellos tuvo lugar en uno de mis viajes a la sierra del Perú, cuando me encontraba caminando en las montañas entre comunidades rurales y, al hablar con la gente, me di cuenta de que el conocimiento local es de gran importancia para que las comunidades se mantengan vivas, activas y sostenibles. Si bien es cierto que muchas encaran la pobreza, la riqueza en términos de conocimientos es prácticamente infinita. Esto me permitió entender que el conocimiento, la identidad y la cultura forman parte de las raíces de la sociedad. Al mudarme a Canadá estudié y profundicé más en estos conceptos, aprendí prácticas medioambientales y luego fundé GreenRoots Sustainable Living. Es así que Green incluye los conceptos de liderazgo, compromiso, capital, participación, tecnología y toma propia de decisiones bajo un marco medioambiental o “verde”, mientras que Roots incluye el conocimiento, la identidad y la cultura local.
Decidí fundar una organización porque no quería esperar para generar un cambio positivo en el medio ambiente, en la economía y en la sociedad en general. El mundo cambia constantemente y decidí ser parte activa de ese cambio y adaptación positiva para la gente en diferentes comunidades en el mundo. Creo que uno puede esperar a que una oportunidad le llegue, pero también estoy convencido de que uno puede empezar algo propio el día de hoy.
¿A qué se dedica la ONG y cuál es su situación actual?
GreenRoots Sustainable Living es una organización sin fines de lucro que fundé en octubre de 2008. Nos dedicamos a promover la creación de comunidades rurales y urbanas propulsoras de su propio desarrollo económico, social y ambiental sostenible a través de la permanente adaptación del conocimiento local al cambiante entorno y el uso de este en la toma de decisiones. Buscamos generar el desarrollo en la sociedad a través de proyectos que hagan uso del conocimiento local de una manera sostenible para eliminar la pobreza y generar bienestar social, económico y ambiental en un marco de valores humanos. GreenRoots es una sola palabra, una sinergia entre dos conceptos que involucra la sinergia del tiempo para que el conocimiento pueda fluir libremente.
Actualmente estamos promoviendo la educación medioambiental, económica y social a través de eventos locales en Canadá. También estamos desarrollando un proyecto en Nepal y otro en Perú; ambos buscan fortalecer las capacidades locales en comunidades rurales y mejorar el nivel de adaptación. Entre nuestros planes está abrir una oficina en Perú para trabajar más profundamente en esa región.
¿Qué características y requisitos particulares involucra la fundación y el trabajo con una ONG?
Creo que hay dos requisitos muy importantes. El primero es el compromiso con la sociedad, ya que es importante ser consciente de que el dar y recibir es parte de vivir en una sociedad. El presente y el futuro dependen de cada persona, cada uno contribuye como pueda para el bienestar de todos como conjunto. El otro requisito es la participación balanceada. El hecho de vivir dentro de una sociedad involucra una participación, ya sea proactiva o no. La participación ambiental, económica y social es relevante en cuanto se mantenga un balance entre estos tres componentes. Creo que al juntar un compromiso honesto y una participación con un balance justo se consigue un complemento importante para tomar la iniciativa de fundar una ONG y seguir un trabajo sincero.
¿Qué impacto ha tenido tu formación académica en esta experiencia?
Creo que el pensamiento crítico y metódico fue lo que más gané estando en las aulas. Sin embargo, creo también que el conocimiento es algo que el ser humano busca constantemente para contribuir con la sociedad. Por esto, después de mis estudios en la Universidad de Lima, seguí estudios de maestría en medio ambiente en Canadá, en la Universidad Royal Roads, y actualmente estoy haciendo un doctorado, en la Universidad de Regina, en estudios interdisciplinarios, lo cual incluye ingeniería ambiental y sociología. Todo este conocimiento lo aplico constantemente en GreenRoots. El conocimiento te da la posibilidad de tener una mente más abierta y explorar diferentes tipos de soluciones, mientras que el pensamiento crítico y metódico establece los parámetros necesarios para llevar a cabo esas soluciones.
¿Qué dificultades tuviste que enfrentar al fundar esta ONG y cómo superaste los retos que fueron apareciendo a lo largo del camino?
La única dificultad para fundar GreenRoots fui yo mismo. Pensaba que era muy difícil hacer una ONG, que era imposible hacer proyectos en mi país y en otros países, que no existía la posibilidad de obtener recursos. Los trámites, los procedimientos, las reglas del juego están ahí, solo hay que saber interpretarlas y jugar con las herramientas que el sistema te brinda para generar algo positivo para los demás.
¿Cuál es el futuro de la ONG? ¿Qué planes tienes con ella tanto a corto como a largo plazo?
En el corto plazo los objetivos consisten en trabajar en las fortalezas de la organización y seguir desarrollando los proyectos actuales. Un proyecto tiene lugar en la comunidad de Prithvinagar, en Nepal, y busca generar una visión común para la gente de la comunidad a través de un consenso integral. Igualmente, persigue la integración y comunicación de los niños de la comunidad de Canadá con las de Nepal a través del uso de Internet. Otro proyecto es el de desarrollar un centro de capacitación e integración medioambiental para los agricultores en la comunidad de Taray, en el Valle Sagrado del Cusco.
A largo plazo, GreenRoots busca crecer y adaptarse al mundo a través de la expansión mediante convenios con otras ONG o centros de estudios que posean los mismos objetivos que nosotros, para que el conocimiento siga creciendo y siga fluyendo libremente en la sociedad.
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