Escritor premiado y docente Ulima

Entrevista a Selenco Vega Jácome, docente de la Universidad de Lima quien recientemente resultó ganador del IX Concurso Nacional de Cuento “Premio José Watanabe Varas” 2016. El jurado, conformado por los escritores Marco Martos Carrera, Ricardo Sumalavia Chávez y Miguel Ildefonso Huanca, le otorgó el triunfo a Vega, de forma unánime, luego de evaluar un total de 120 trabajos presentados a esta novena edición del certamen.

¿Qué significa haber obtenido este premio y qué podrías decirnos acerca del libro de cuentos con el que participaste y sobre las expectativas que tenías al enviarlo?
Este premio, organizado cada año por la Asociación Peruano Japonesa, es uno de los más importantes e históricos de nuestro país. Obtenerlo significa para mí un motivo de infinito orgullo y gratitud. La razón es doble: primero, porque lleva el nombre de uno de los más importantes e influyentes poetas peruanos del siglo XX, José Watanabe, autor de libros trascendentales como El huso de la palabra y La piedra alada, que todo peruano amante de la buena literatura debería leer. Segundo, porque ha sido ganado anteriormente, en el género Poesía, por autores de la talla de Carlos López Degregori y Jaime Urco, poetas inmensos y que, por coincidencia, enseñan también en la Universidad de Lima. En el género Cuento, para mí es gratísimo suceder en el podio de ganadores a Pedro Llosa, Miguel Ruiz Effio y Augusto Higa, entre otros.

También te podría citar una razón sentimental. La Asociación Peruano Japonesa apostó por premiar a poetas y cuentistas peruanos a inicios de la década de los noventa, ¿te das cuenta? Acabábamos de sufrir la hecatombe económica del primer gobierno de Alan García, y a una institución cultural no se le ocurre mejor idea que convocar a un concurso que dota de un monto económico y que, además, corre con la publicación de las obras de escritores que, de esta forma, encuentran un estímulo para seguir escribiendo. Por eso digo que se trata de un premio importante y con historia. Ganarlo me ha hecho inmensamente feliz.

¿Qué tipo de historias encontramos en el libro ganador y qué te llevó a escribirlo?
El libro se titula El japonés Fukuhara y consta de cinco relatos. La temática es diversa, pero te puedo asegurar que en todas hay un hilo conductor: las relaciones familiares, los encuentros y desencuentros entre padres e hijos, hermanos, esposos, abuelos y nietos. El relato principal, y que da título al conjunto, es también el más largo y el más personal de todos. Se trata de un cuento catártico, en el que abordo el tema de la muerte de mi padre, un hecho que sucedió a fines del 2013, pero que me afectó durante mucho tiempo de una manera muy intensa y, por momentos, incontrolable. En el plano formal, mis intereses se centraron en la exploración de los personajes y los diversos tipos de narrador. De cuento en cuento, paso por las tres personas narrativas; es decir, hay relatos en primera, en segunda y en tercera persona gramatical.

¿Qué tan importantes son los concursos literarios para quienes se dedican a la literatura? ¿Cuál es tu postura, como autor, frente a estos concursos?
¿Mi postura frente a los concursos literarios? La mejor: por mí, que creen muchísimos concursos más… No, en serio, en un país donde todo lo relacionado con la cultura y el arte se encuentra en franco estado de abandono por el Estado, los premios significan un aliciente económico importante para los escritores, que son varios y muy buenos en el Perú. Por supuesto, esto no significa que uno deba vivir obsesionado con ganar premios literarios. La función del escritor es principalmente esa, escribir, y hacerlo partiendo de sus obsesiones y deseos más intensos e íntimos. Una vez que uno ha creado, con libertad y autenticidad, recién entonces debería mirar a cualquier concurso. Eso es lo que pienso.

Has obtenido diversos premios literarios, ¿cuál dirías que es el secreto detrás del éxito en este tipo de certámenes?
Te lo reitero: la autenticidad. No existe otra receta que valga. Si escribes pensando en lo que otros quieren que escribas, es imposible que te concentres en lo que realmente te interesa y obsesiona. Un artista es un ser humano como cualquier otro, ojo, pero es alguien que posee mirada. El artista observa el mundo, y lo hace de una forma en la que nadie más puede verlo. Escribir un cuento, un poema, es para el artista compartir con los otros esa mirada única y personal que tiene del mundo y de la vida. Lograr que los lectores participen de esa mirada y la compartan, ese es el gran logro del artista. Si es capaz de hacerlo, los premios y el reconocimiento tendrán que llegar, más tarde o más temprano.

¿Vienes trabajando en alguna próxima publicación literaria? ¿Qué libro te gustaría escribir ahora?Los proyectos están allí, son varios. Algunos, como un poemario, ya están listos y en espera de algún editor que se decida a publicarlos. Otros, como una novela cuyo tema no te quiero revelar aún por cábala, están dando vueltas por mi cabeza, tomando forma, madurando, hasta que la historia no pueda más y me obligue a escribirla.

¿Cuál es tu género literario favorito y por qué? O, en todo caso, ¿qué destacas en cada uno de ellos?
Mi apetito literario, como lector y como autor, es bastante diverso. Disfruto por igual de la novela, del cuento, de la poesía y del ensayo. Me resulta difícil decirte por ello cuál es mi género favorite. Creo, en todo caso, que depende del momento. Hay temporadas en las que se me da por devorar poesía (especialmente peruana, la poesía peruana, sobre todo la del siglo XX, es buenísima, maravillosa). Otras veces me inclino por las novelas y cuentos. En estos momentos, me encuentro releyendo los ensayos de Borges. Qué calidad de prosa, que placer estético y, al mismo tiempo, cuánto nivel de reflexión sobre el arte y la vida la de Borges.

¿Qué le recomendarías a los autores jóvenes que ven en este tipo de concursos una oportunidad para darse a conocer?

Mi única recomendación sería que no se desesperen por ganar premios ni por publicar. Una vez, un viejo y querido amigo escritor me enseñó que pueden pasar varios intentos infructuosos antes de que uno dé con su primer libro publicable. Quien me lo dijo tenía razón: uno difícilmente publica su primer libro o gana concursos al primer intento. La literatura es el arte consumado del ensayo y el error. Solo los verdaderamente persistentes terminan triunfando. Parafraseando a Thomas Alva Edison, la literatura es 10 por ciento de talento y 90 por ciento de trabajo y sudor. Estoy completamente de acuerdo.

Creo que un joven escritor tendría que ser sincero consigo mismo. Debería mirarse al espejo y preguntarse para qué escribe. Si la respuesta es la búsqueda de fama y la aparición de su nombre en Google, creo que se equivocó de profesión, creo que debería recurrir a otras actividades para lograr que la gente hable de él. Si uno, en lo más íntimo de sí mismo, descubre que escribe porque no podría vivir sin hacerlo, yo lo invitaría a seguir intentándolo hasta el fin, así nunca gane premios o sea publicado por las grandes editoriales. Que aprendan del ejemplo de Kafka: él murió sin saber el inmenso escritor que fue, murió sin saber que sus manuscritos de El proceso y El castillo, por ejemplo, tendrían la repercusión que hoy tienen entre nosotros.

¿Es el oficio literario un placer o, como muchas veces se ha dicho, un tipo de tortura? ¿El placer viene de finalizar un buen texto o de obtener un premio?

Por todo lo que te dije antes, un premio nunca debería ser el objetivo final de ningún autor, joven o viejo. Un premio es la consecuencia, no la causa de la escritura de una obra. Con respecto a la otra parte de tu pregunta, la literatura es una mezcla de tortura y de placer, de eros y tánatos. Creo que en esto la escritura se parece a la vida: placer y sufrimiento se alternan, conocemos al uno y lo disfrutamos porque, más de una vez, hemos experimentado a su opuesto. El escritor aprende, con paciencia y trabajo constantes, el arte de manipular placer y sufrimiento, de transformarlos en palabras y compartirlos generosamente con los otros, los lectores.