Este año comenzará a operar en el Perú la aerolínea de bajo costo Sky Airline Perú, con una flota de aviones nuevos y con el objetivo de democratizar la posibilidad de viajar en avión.
José Raúl Vargas, graduado de Economía de la Universidad de Lima, es el CEO de Sky Airline Perú. Actualmente está por terminar el proceso de certificación ante la autoridad aeronáutica y contratando personal para que esta aerolínea entre en funciones. Su experiencia de 14 años en la industria de la aviación y su compromiso con la seguridad y la calidad del servicio son su mejor carta de presentación.
¿Cómo llegaste a Sky Airline Perú?
Llegué después de 13 años de experiencia en Latam. Decidí que había culminado un ciclo y que debía dar un paso al costado. Quería trabajar en otras industrias y estuve muy cerca de lograrlo… pero la sangre llama [risas]. Me contactaron de Sky y, tras conversar, me terminaron convenciendo de un nuevo sueño.
¿Qué sueño?
Este es un sueño, realmente, y es lindo. Obviamente, todas las empresas tienen fines de lucro, pero tenemos un objetivo social muy fuerte, democratizar la aviación y ser la aerolínea low cost por excelencia en Sudamérica.
¿Cómo van con los preparativos?
Vamos muy bien. La aviación está muy bien regulada, se necesitan muchos permisos para operar y estamos muy avanzados. Esperamos comenzar a operar durante el primer semestre del año, en tanto que en el primer trimestre ya deberíamos vender pasajes. Aquí la gran propuesta de valor es la tarifa barata. Se está haciendo una inversión muy importante. Solo en la compra de aviones, la inversión a un mediano plazo, de 4 a 5 años, es de más de 1.600 millones de dólares. Entraremos al mercado con aviones nuevos.
¿Cómo se logra ser una aerolínea de bajo costo?
Diría que no existe un único modelo low cost, seguramente hay casi tantos modelos como aerolíneas. El modelo inicial nació en Europa, hace como 30 años. Ahí había aeropuertos alternativos, donde era más barato operar con una única flota, lo que permite estandarizar procesos. En nuestro caso es diferente, tratamos de operar con los aviones más modernos y eficientes del mundo. Entraremos con Airbus 320 NEO, que son los aviones más eficientes y ecoamigables que hay. A la larga, por el tipo de motor que tienen, te dan una eficiencia de 20% a 25% de ahorro en combustible. Ese ahorro se lo traspasas al cliente, a la larga. El avión es un activo, lo vuelas lo más posible y luego se siguen bajando las tarifas. Es un modelo que busca la eficiencia permanentemente.
¿Qué rutas van a ofrecer?
Al respecto, estamos en un proceso de definición. Por ahora, pensamos en las principales ciudades del Perú, como Cusco, Arequipa, Piura, Chiclayo, Trujillo, Iquitos y Tarapoto. En un mediano plazo, haremos vuelos internacionales. El peruano vuela cada vez más y queremos ofrecerle tarifas sin precedentes para ir a Miami, Buenos Aires o el Caribe. Sin duda, va a ser muy bueno lo que va a pasar en la industria aérea en los próximos meses.
¿Cuánto podría costar un viaje a Chile, por ejemplo?
Para darte una idea: Sky Airline, en Chile, tuvo una promoción a Santiago de Chile, ida y vuelta, por 131 dólares. De esa cantidad, la tarifa para la compañía son 50 dólares y el resto corresponde a impuestos, IGV, impuesto de salida y de entrada a Chile e impuesto al turismo. La idea es poder ofrecer tarifas similares al resto de la región. Vamos a acercar el Perú al mundo con tarifas baratas. Esto va a ser muy democrático, pues el que quiera viajar con otra aerolínea, muy bien, será libre de hacerlo; pero para quien quiera viajar barato, esta es la opción.
¿Cuáles son tus principales ocupaciones por ahora?
Ahora estamos terminando el proceso de certificación ante la autoridad aeronáutica y estamos iniciando el proceso de selección del personal operacional, sobre todo de aire, como capitanes [pilotos y copilotos] y la tripulación de cabina. Estoy muy contento, también porque estamos armando un equipo humilde. Para varios de nosotros es la primera vez que tenemos la oportunidad de asumir una responsabilidad especial. Para mí, es mi primera oportunidad como gerente general. Lo mismo para mi gerente de Recursos Humanos, para el gerente de Ventas, de Operaciones. Es gente muy profesional, con experiencia, y tomamos este proyecto con gran responsabilidad.
¿Cuál dirías que es la prioridad de esta aerolínea?
La seguridad en la operación es lo más importante. Eso es incuestionable, por eso apuntamos a tener los estándares más altos de la industria. Además, toda la aviación está totalmente regulada. Cuando un avión vuela, envía información acerca de todo lo que pasa, todo el tiempo. Y si revisas los índices, a nivel mundial, estos son los años más seguros de la historia de la aviación.
¿Cómo fue tu trabajo en Latam?
Yo entré a Latam en el 2005, justo cuando acababa de cerrar Aerocontinente y se necesitaba una aerolínea. Latam era LAN en ese entonces, y creció enormemente. Yo trabajaba en el aeropuerto y desde ahí pude ver el crecimiento vertiginoso de la industria de la aviación en general, 20% al año. Estuve en las áreas de operación y de cara al cliente.
¿Has trabajado en algo que no esté relacionado con la aviación?
Antes de Latam estuve en una consultora por 4 años, Arthur Andersen. Ya no existe. Yo llegué con muchos conceptos de economía y ahí aprendí muchas cosas de las que no tenía idea. Fue una gran experiencia. Pero la industria de la aviación es de las más entretenidas, no hay un día igual a otro. Además, me gusta tratar con personas y en este negocio hay muchas personas cargadas de sentimientos, sensaciones y sueños. Unos viajan para concretar un negocio, otros para conocer algún sitio, para ver a la familia, etcétera. La aviación no es un fin en sí mismo, sino un medio para que la gente pueda conseguir algo. Ser parte de esa experiencia es importante. También es emocionante, no hay un vuelo igual a otro y esto no para las 24 horas del día. La verdad, nunca pensé que me quedaría tanto tiempo en la aviación, pero ya van 14 años y me siento muy bien.
¿Qué recuerdas de tu época universitaria?
Tengo los recuerdos más lindos de la Universidad de Lima. Aunque debo decirte que no fue fácil. A mí me gusta la matemática, pero con estadística tuve mucho trabajo. Esos fueron los años duros de la carrera, después me tocó estudiar los modelos de teoría económica y entender cómo funciona el mundo. Ahí vi la luz, disfruté mucho mi carrera. Además, tuve excelentes profesores, que tenían cargos muy importantes en instituciones públicas y privadas y nos trasladaban todos sus conocimientos y experiencias. También hice muy buenos amigos, gente de primera que ahora ocupa cargos gerenciales en buenas compañías y aporta al país. Eso es muy relevante y me da gusto.
