Además de disfrutar cada día de su trabajo como abogada en Cementos Pacasmayo, Andrea Lazo está muy entusiasmada con su proyecto de crear una asociación que promocione la cultura y la historia de las comunidades nativas del Perú, con una visión educativa, cultural y de apoyo social. Andrea estudió Derecho en la Universidad de Lima, donde colaboró en la revista Advocatus, como directora de responsabilidad social. Ya desde entonces destacaba por su proactividad, empuje y pasión por su carrera.
¿Cómo te va en tu trabajo?
Muy bien. En Cementos Pacasmayo tenemos la oportunidad de trabajar temas importantes. Esta es una empresa que asume riesgos, te involucra en proyectos nuevos y piensa en grande. No tiene una visión a corto plazo, sino todo lo contrario, así que resulta muy motivador estar en el equipo legal, me lleva a asumir retos, tengo muchas tareas y el clima laboral es muy bueno. Todo ello me da la oportunidad de crecer, porque me involucra en proyectos interesantes, eso es bueno. Algo curioso es que el área legal está compuesta, casi en su totalidad, por abogados de la Universidad de Lima.
¿Qué características tienen los abogados Ulima?
Algo que destaca en nosotros es que somos muy prácticos, somos capaces de asumir riesgos controlados, siempre buscamos salidas legales, no nos contentamos con lo establecido o lo acostumbrado. Además, la red de contactos de la Universidad de Lima es muy buena.
¿De qué temas te encargas tú, en particular?
Me dedico a los diversos temas del grupo, como la elaboración de contratos, el manejo de las empresas del grupo, temas societarios civiles y todo lo relacionado con propuestas que queremos sacar adelante, desde inscripciones de marcas y patentes en Indecopi hasta la puesta en marcha de políticas muy reguladas. La parte que no veo es la de tributación, para eso hay un área específica. Además, les damos mucha fuerza a los temas éticos, que en este momento son muy importantes para el país.
¿Cuáles, por ejemplo?
Tenemos políticas anticorrupción y de lavado de activos muy claras y bien definidas. Nuestro estándar de cumplimiento es muy alto. No solo cumplimos la normativa peruana, sino que la ampliamos a los alcances de la normativa de Nueva York. Actualmente estamos capacitando a todos los trabajadores en temas anticorrupción y lavado de activos, y siempre que ingresa una nueva persona a la empresa se le capacita. Cementos Pacasmayo es una compañía grande, tenemos esta sede en Lima, y otra en el norte. La idea es que todos, al 100 %, estemos comprometidos y tengamos conocimiento de las políticas de cumplimiento. La capacitación se extiende, inclusive, a nuestros asociados, a quienes les informamos de nuestras políticas para que estén al tanto.
¿Desde cuándo estás en Cementos Pacasmayo?
Ingresé como practicante en el 2012 y, al terminar la Universidad, me fui a hacer una pasantía a Madrid. Al regresar tuve otras experiencias laborales y, en el mes de abril, volví a Cementos Pacasmayo para un puesto de abogada, con algunos proyectos grandes.
¿Dónde trabajaste al regresar de España?
Estuve en estudios de abogados y en una empresa de retail. A la par, empecé a dictar clases como jefe de práctica y ahora lo sigo haciendo, tanto en la Universidad de Lima como en otras universidades. Esa es una de las cosas que más me gustan. He descubierto que me gusta dictar y trabajar con jóvenes. También me gusta mucho el ambiente académico, así que con mucho gusto apoyé en la organización del Congreso Internacional de Derecho Corporativo “Un Mundo sin Fronteras”, que llevó a cabo la Facultad de Derecho en mayo de este año.
¿En qué consistió tu apoyo?
El objetivo era realizar un congreso multidisciplinario, así que para ello contactamos a profesores extranjeros y organizamos los diferentes temas. Entre estos, lavado de activos, tecnología, nuevos mecanismos del derecho societario. Todo salió muy bien, tuvo una gran concurrencia. Hubo una presentación de ponencias libres de profesores de derecho y de abogados en general, así como un concurso para alumnos, que debían escribir un artículo sobre uno de los temas del congreso. Recibimos unos 20 textos muy buenos y tuvimos que seleccionar a los 3 mejores.
Tú también presentaste una ponencia.
Sí, me invitaron a participar con el tema que trabajé para mi tesis de maestría, sobre derecho empresarial.
¿Cómo fue tu vida de estudiante en la Universidad de Lima?
Tengo muchas buenas experiencias de aquellas épocas, pero recuerdo una especialmente: fue el hecho de participar en el Modelo de la Asamblea General de la OEA, un programa dirigido a los jóvenes, donde se lleva a cabo una simulación de la Asamblea General de la OEA y se debaten soluciones a problemas globales. De esta manera se promueven habilidades de negociación y liderazgo en los jóvenes; es muy interesante. Se reúnen estudiantes de diferentes países de las Américas. Yo asistí como parte de la delegación Ulima y nos tocó representar a Bolivia. Nos preparamos bastante, tuvimos que aprender mucho sobre ese país. Fue una experiencia muy bonita, el debate nos llevó a resoluciones importantes. Verdaderamente, la Universidad de Lima me ha dado todas las posibilidades que tengo ahora, incluso me dio la opción de ser jefe de práctica, la experiencia de colaborar en Advocatus, como directora de responsabilidad social. Además, me dio la motivación para crear una asociación que sirva de apoyo a comunidades de escasos recursos, proyecto en el que estoy trabajando.
¿De qué se trata esta asociación?
La idea surgió cuando terminé la Universidad y dejé de participar en Advocatus, lo cual me encantaba y me inspiraba mucho. A partir de entonces mi meta fue formar una asociación con una visión educativa, cultural y de apoyo social, a través de la promoción de la cultura e historia de comunidades nativas ubicadas en zonas alejadas de las áreas urbanas. Queremos que se den a conocer y promocionen su cultura para lograr un beneficio social y educativo para ellas.
¿En qué etapa de ese proceso están?
Estamos en el planeamiento y hemos elaborado un cronograma de actividades. Tenemos un equipo multidisciplinario de trabajo. Entre ellos, somos varios de la Universidad de Lima: una psicóloga, una economista, tres abogados y un administrador.
¿Todos comparten este proyecto con sus actividades laborales?
Así es. No hay nadie a dedicación exclusiva del proyecto, pero la idea es que al iniciar la ejecución haya una persona dedicada al 100 %, mientras que los demás sigamos nuestras labores y trabajemos en la asociación en paralelo.