Decidido a adquirir nuevos conocimientos y experiencias, Mauricio Villarreal, graduado de Contabilidad y Finanzas (hoy Carrera de Contabilidad), dejó momentáneamente sus comodidades en Lima y viajó a Tailandia para ejercer como voluntario de Warm Heart, una organización sin fines de lucro orientada a las labores sociales.
¿Qué te animó a ser voluntario y a ponerle una pausa a tu trabajo y vida en Lima?
A pesar de que trabajaba en una empresa multinacional como SABMiller, quería vivir una experiencia diferente que me permitiera crecer tanto personal como profesionalmente, desarrollar nuevas habilidades y conocer otras culturas. Recordemos que por nuestra naturaleza tendemos a permanecer en nuestra zona de confort y a evitar experiencias nuevas o aquello que nos genera incertidumbre. Pero una vez que uno logra salir de ella, se amplían las perspectivas, se enriquecen los puntos de vista y se dispone de más referencias para realizar comparaciones.
¿En qué consisten tus funciones como voluntario de Warm Heart?
Warm Heart es una organización sin fines de lucro fundada hace 6 años por una pareja de norteamericanos, Michael Shafer y Evelind Schecter, en Phrao (Chiang Mai, Tailandia), un distrito de escasos recursos. Warm Heart gestiona varios proyectos relacionados con la salud pública, la microempresa y la educación. Entre ellos, el que más me impactó fue Children’s Homes. Mediante esta iniciativa, se asume una suerte de paternidad de alrededor de 40 niños en sus instalaciones. Se les provee de alimentación, abrigo, horas extras de estudios y, lo más importante, amor y estabilidad. Hablamos de niños abandonados por sus padres o de familias de escasos recursos que no pueden solventar su crianza.
En el primer semestre de este año tuve la oportunidad de llevar cursos de marketing en la Stanford University en California. Por ello, actualmente lidero un proyecto que busca incrementar la participación de Warm Heart en la red. Asimismo, estoy a cargo de un programa de relaciones públicas vinculado con las universidades de los voluntarios. Ambos proyectos tienen como objetivo promover la organización y generar un mayor interés en ella, a fin de captar más voluntarios y recursos. Cualquier estudiante universitario o profesional es bienvenido en Warm Heart.
¿Qué talentos y conocimientos has podido desarrollar a través de esta experiencia en Warm Heart?
Habilidades como adaptabilidad al cambio, flexibilidad, interactuar con un equipo multicultural, entre otras. En estos momentos somos ocho voluntarios: cinco norteamericanos, una coreana, un francés y yo. Además, dos tailandeses bilingües nos apoyan como traductores y son el contacto con la comunidad. Al comienzo no es fácil coordinar con personas que tienen una cultura y una forma de trabajo propias.
¿Qué es lo más gratificante de vivir una experiencia de este tipo?
La sonrisa y la espontaneidad de cada niño son la retribución más gratificante. A pesar de sus problemas económicos, familiares o de salud, los niños y los pobladores de esta comunidad sonríen todo el tiempo. Ahí te das cuenta de que cualquier problema que has tenido o tendrás no es nada si lo comparas con lo que ellos han vivido. Por otro lado, las comodidades definitivamente no son las mismas. Por ello, aprendes a valorar lo que posees y estoy seguro de que a mi regreso llegaré con otra perspectiva de las cosas. A pesar de no recibir ninguna retribución económica, he llegado a comprometerme al máximo con Warm Heart. Mi apoyo no culminará con el fin de mi voluntariado.
Previamente, trabajaste como analista de finanzas en SABMiller, que es accionista de Backus. ¿Qué resaltas de esa etapa?
Siempre es enriquecedor trabajar en una empresa multinacional del nivel de SABMiller, sobre todo si se considera que pertenecí a la Dirección de Planeamiento Empresarial, un equipo altamente capacitado y comprometido. Tuve la oportunidad de ingresar como junior trainee, por lo que fui capacitado a lo largo de toda la cadena de valor. Después fui parte de un equipo que implementó un proyecto regional de optimización de costos que se encontraba dentro de las prioridades estratégicas de la compañía.
También has laborado como analista de presupuesto en Divemotor (Mercedes-Benz & Grupo Chrysler).
Divemotor me dio la oportunidad de aprender sobre la formulación y la gestión presupuestal de una compañía. Además, llegué a viajar a Chile y me reuní con miembros del equipo de la matriz en este país, de manera que pude procesar muchas buenas prácticas y replicarlas en el Perú.
¿Qué razones te llevaron a estudiar Contabilidad y Finanzas?
Decidí llevar esta carrera ya que la Universidad de Lima forma a sus estudiantes para que sean eficientes en el manejo e interpretación de la información financiera y de los hechos económicos. Asimismo, la Universidad se esmera en inculcar competencias orientadas a la toma de decisiones acertadas y a la capacidad de proponer soluciones de negocio en cualquier ámbito de una empresa.
¿Qué es lo que más resaltas de tu estancia en la Universidad de Lima?
Muchas cosas que sigo valorando: su infraestructura, los recursos tecnológicos que siempre se están renovando y el profesionalismo de los docentes.
Hablemos de tus futuros retos.
El próximo año planeo postular a un programa de MBA (Master of Business Administration). Mis estudios en California, mi experiencia como voluntario en Tailandia y mi trayectoria profesional en el Perú me ayudarán a alcanzar esta meta.