Marco Antonio Zaldívar, el flamante presidente de la Bolsa de Valores de Lima (BVL) para el período 2016-2019, asume el compromiso de trabajar para contribuir al crecimiento del Perú, para que sea un país más competitivo y con menos pobreza.
Él es egresado de la Carrera de Contabilidad de la Universidad de Lima, y su reciente nombramiento marca un hito en la historia de la institución, ya que es el primer director independiente —es decir, que no está ligado a una sociedad agente de bolsa (SAB)— que ocupa dicho puesto.
¿Cuáles serán tus ocupaciones como presidente del directorio de la BVL?
Mi actividad se centrará en asegurar que el directorio pueda cumplir sus obligaciones legales, en la supervisión y en la dirección de las actividades de la BVL como mecanismo centralizado de negociación de valores. Por otro lado, también fomentaré el desarrollo del mercado de capitales y cumpliré con las expectativas de los accionistas.
¿Hay algún sueño que satisfagas con este nombramiento?
Me satisface mucho poder contribuir a que el Perú sea más competitivo y, por lo tanto, crezca más y se reduzca la pobreza. Siento que este trabajo es trascendente para el beneficio de mi país. Mi esfuerzo está centrado en buscar que todos los participantes en el mercado de capitales tengan las condiciones para desarrollar sus actividades de manera eficiente.
¿Cómo ves el panorama actual del mercado de valores?
El actual mercado de capitales necesita mejorar su volumen y penetración en la economía, para poder acompañar el incremento de la competitividad de las empresas peruanas y apoyarlas a obtener un financiamiento más barato y en las condiciones de plazo y de formas de repago de acuerdo con sus necesidades. Las reformas que hará el nuevo gobierno —pero sobre todo la actitud de los privados para aprovechar las oportunidades del mercado— deberían ser la base para el crecimiento del mercado de capitales en el país. No existe un país que haya alcanzado el desarrollo y que no tenga un mercado de capitales desarrollado como soporte, así que son condiciones indispensables de éxito.
¿Qué significa para un país que las personas comunes y corrientes inviertan en la bolsa?
Es positivo que los ciudadanos de a pie participen en el mercado de capitales. Esto se puede hacer directamente, como pasa en los mercados más desarrollados, a través del mercado minorista o retail y a través de los fondos mutuos o de inversión para personas naturales. Estas formas permiten que el ahorro de las personas se transforme en inversión y su efecto sea mejor, tanto para el que invierte como para el que recibe los fondos, y, en general, para el desarrollo del país. Es decir, se juntan el ahorro y la inversión.
¿Cuáles han sido tus experiencias de trabajo anteriores?
Durante 35 años, desde que estaba por terminar la Universidad, trabajé en Arthur Andersen y luego en Ernst & Young (ahora EY). Me dediqué a los servicios de auditoría y, en los últimos años, a riesgos y gobierno corporativo. Paralelamente, he mantenido la actividad docente en diferentes universidades, incluyendo la Universidad de Lima, tanto en pregrado como en posgrado, desde 1984. Asimismo, he participado en gremios y asociaciones empresariales: en el Colegio de Contadores Públicos de Lima fui segundo vicedecano en los años 1996 y 1997; en el Instituto Peruano de Auditores Independientes (IPAI) fui presidente de 1999 al 2001, y en la Asociación de Empresas Promotoras del Mercado de Capitales (Procapitales) fui director y presidente del comité de gobierno corporativo del 2006 al 2009 y presidente del consejo directivo del 2009 al 2013.
¿Cuál de estos puestos te ha marcado como profesional?
Pasar 35 años en una firma de servicios profesionales, como Andersen y EY, te permite conocer y aprender de muchos profesionales talentosos con los que he tenido la oportunidad de trabajar e interactuar. Igualmente, en mis actividades gremiales y sociales he podido aprender de mucha gente y contrastar diferentes puntos de vista que han enriquecido la forma en la que miro los temas complejos. Todos estos puestos me han ayudado a entender las expectativas y a buscar soluciones apropiadas para todas las partes involucradas.
¿Cuál ha sido tu mayor reto profesional?
El reto más importante de mi carrera fue superar la desaparición de Andersen en el mundo, en el 2002, e integrar la firma a EY para recuperar su liderazgo en el mercado peruano, ya que la salida de Andersen implicó perder casi la mitad del volumen del trabajo de auditoría. Fue un reto importante, porque significó confiar en la capacidad del personal para recuperar un terreno perdido ante la competencia y volver a ser la firma más grande de servicios profesionales en el Perú, en poco tiempo. Durante este proceso, el compromiso que tuvo todo el personal para salir reforzados del problema me dejó grandes enseñanzas para los siguientes años de mi carrera profesional.
¿Practicas algún pasatiempo?
Me apasiona la lectura de novelas latinoamericanas contemporáneas. Puedo leer toda una novela en un solo día o por varias horas seguidas. Esto me ha permitido que la espera en los aeropuertos y los viajes sean más entretenidos.
¿Cómo valoras la formación recibida en la Universidad de Lima?
La Universidad me permitió aprender de profesionales destacados que me formaron, pensando más en lo humano de la profesión y en la toma de decisiones. Eso marcó mi carrera. Por ello quiero destacar a uno de mis grandes profesores: Andrés Emmerich, quien falleció prematuramente, y quien me llevó a trabajar a Andersen, cuando aún estudiaba en la Universidad. Él guio mi carrera con consejos que me han ayudado mucho en todos los años de mi vida profesional. Por eso, la Ulima ha sido siempre una inspiración para mi carrera, por la calidad de la formación recibida de mis profesores.